Habrá ajuste al gasto en 2016 (sic), afirmó Videgaray, quien como dice una cosa dice otra, se contradice consigo y con sus subordinados “descoordinados”. A Pemex lo endeudaron ya con 6 mil millones de dólares más, antes le sustrajeron 50 mil millones de pesos. Ahora, dice el gobierno que la empresa petrolera deberá recortar sus gastos y ya se anunció que los reducirá en 21 mil millones de pesos. Es la consecuencia inmediata de la baja en los precios del crudo de exportación. En 2014, el déficit fue de 198 mil millones de pesos. Pero siguen diciendo que no habrá afectaciones, excepto Pemex. Otra vez, paga la gallina de los huevos de oro, la misma que desnacionalizó Peña Nieto para entregarla a las transnacionales.

Peña Nieto y Videgaray son una mafia de corruptos, facinerosos y traidores a México. Eso y más. A lo anterior se suma su ineptitud y el fiasco de su política económica. Con el cerebro lavado por los neoliberales a ultranza del imperialismo, están sumiendo al país en lo que podría ser una de las crisis más severas.

Su ineptitud y mentiras no las pueden ocultar, allí están los hechos. Que un día digan una cosa y al otro día otra, o que Videgaray declare en un sentido y sus subordinados en otro, es muestra de que andan mal, cargando sobre sus hombros una cabeza revuelta. Saben repetir mentiras y consignas de sus amos pero no aciertan a gobernar medianamente. En el primer caso se les hace fácil pagar costosa publicidad en los medios, en el segundo, solo hacen el ridículo.

El FTE señaló tres posibles opciones del gobierno ante la drástica caída en los precios del petróleo crudo, a saber, aumentar más los impuestos, reducir el gasto público y elevar más la deuda. Las tres opciones están en proceso.

El gobierno de Peñita apostó a las coberturas petroleras contratadas por Videgaray para proteger un precio de 76 dólares por barril de crudo. Previamente, ambos habían apostado al aceite/gas de lutitas (shale), del cual no se sabe cuánto existe en México, solo hay estimaciones borrosas y falsas del Departamento de Energía norteamericano, que se refieren a recursos prospectivos, es decir, NO descubiertos, que por lo pronto son especulativos y se ubican en el nivel hipotético o imaginario.

En el primer caso, esas coberturas cubrirían en 2015 apenas un tercio del valor de las exportaciones de crudo y, evidentemente, NO las habría para 2016. La razón es simple: NADIE querrá asegurarlas a menos que sea a precios bajísimos. Esto será así porque ya actualmente, el precio promedio de la mezcla de exportación está abajo de 40 dólares por barril y se prevé que en el futuro próximo continúe a la baja.

Esta es la consecuencia de seguir una política petrolera antinacional, misma que, como ha señalado el FTE es indebida. Exportar petróleo crudo ni siquiera es negocio y menos cuando al mismo tiempo se importan cuantiosos volúmenes de gasolinas, diesel, gas y petroquímicos. Por ello el FTE lo ha reiterado, lo que necesita la nación es una Política Energética Independiente, basada en la suspensión de la exportación de crudo y el procesamiento nacional para la elaboración de productos petrolíferos y petroquímicos. Por supuesto, este debe hacerse por la industria nacionalizada no la privada.

Peña y Videgaray hacen lo contrario, entregan el patrimonio energético a las corporaciones transnacionales, incluyendo parte de la renta petrolera. Para eso reformaron regresivamente a los artículos 27 y 28 constitucionales en la materia. Esa traición ahora se les está revirtiendo, si bien, apenas parcialmente.

La apuesta de cantina en el gas shale fue una moda pasajera, por creerle al imperialismo a ciegas, Esa burbuja especulativa ya está reventando en los propios Estados Unidos, las correspondientes empresas están sumamente endeudadas y la quiebra ya empezó. Ni siquiera los gringos han podido sostener su voracidad pues, con el aumento en la producción, inundaron el mercado internacional y la respuesta de este fue la severa baja en los petroprecios, cuestión que se les revirtió y tendrán que cerrar sus criminales pozos de shale, no precisamente por razones ambientales sino financieras pues se han vuelto irrentables.

Ahora Peña y Videgaray no saben qué hacer y solo aciertan a declarar que están pensando en diferir esa oferta de la Ronda Uno a las siguientes. Eso es obvio, a nadie le interesará invertir en algo que está perdido. Pero el interés extranjero sigue en pie, al capital imperialista le sigue interesando el territorio para dominarlo en su totalidad. Más aún, ante la depresión del mercado, el costo de extracción del crudo mexicano SIGUE siendo el más bajo del mundo y, por tanto, el más rentable (7.91 dólares por barril).

Lo que podría suceder es que, al igual que decía Peñita, tomen medidas “audaces”, consistentes en aprovechar la coyuntura para imponer sus condiciones en los contratos, que iniciarán en las aguas someras de la Ronda Uno, en la que ya están inscritas 50 transnacionales y sus filiales. Esas condiciones-chantaje serán aceptadas por Peña porque, al desnacionalizar a la industria energética fue para privatizarla y, como si hubiesen vendido su alma al diablo, ya no tienen forma de reclamarle. Por ello, desesperados, ya hablan de echar mano del Fondo Petrolero, aún cuando este todavía no tiene un solo centavo.

Entre tanto, la nación padecerá los estragos, empezando por la “empresa” Pemex a la que Peña y Videgaray siguen saqueando para salvarse momentáneamente de la debacle. Los anuncios de Videgaray no se quedarán allí, irán hacia otros sectores, por ahora se contradicen y lo niegan por razones electoreras porque, volverán a derrochar recursos para atracar. Pero, después, volverá la misma película ya muy vista y que es un churro. Por ahora, comienzan con los promocionales.

Ante la improbabilidad de contratar coberturas petroleras a partir de 2016, debido al desplome de los precios del crudo, y la previsión de que éstos se mantengan bajos, el gobierno federal ya se prepara tanto para hacer recortes al gasto público a partir del próximo año, como para posponer la licitación de contratos de hidrocarburos a otras rondas, reconoció el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso (Reuters, en La Jornada, p.21, 16 enero 2015).

El funcionario dijo que los ingresos petroleros están cubiertos totalmente para 2015, a través del seguro de coberturas contratado a finales del año pasado y combinado con los recursos del fondo de estabilización petrolera. No así para el próximo año.

“Es un hecho que para 2016 no tendremos cobertura petrolera y no podemos especular el precio. Es muy probable que se mantenga en niveles bajos, entonces tenemos que ir preparándonos para el ajuste”, dijo Videgaray en entrevista radiofónica.

Apuntó que será muy difícil en el futuro próximo ver precios de 90 o 100 dólares por barril y agregó que se considera la posibilidad de tener la misma situación en años venideros.

“Tenemos que ir preparándonos para el ajuste y tenemos algo de tiempo para hacerlo”, comentó en la entrevista y aseguró: “No vamos a hacer el ajuste por la vía de mayor déficit, es decir endeudando más al gobierno mexicano, ni tampoco incrementando los impuestos. Eso nos deja solamente una opción, que es reducir el gasto público”, puntualizó.

La mezcla mexicana de exportación finalizó este jueves en 38.52 dólares por barril, 51 por ciento por debajo de los 79 dólares, su precio mínimo fijado en la Ley de Ingresos para 2015. El funcionario reconoció que este año es muy complejo por el entorno internacional, en el que se prevé suban las tasas de interés en Estados Unidos, lo que tendría efectos en México.

Videgaray aclaró que si bien para 2015 no se anticipan recortes en el gasto federal relacionado con salud, educación, seguridad, entre otros, esto no incluye a Pemex que, como cualquier empresa petrolera, muestra un retroceso de sus ingresos y debe realizar ajustes en gastos de inversión y operación.

Afirmó que Pemex sigue siendo una empresa atractiva para la inversión internacional y que el grueso de las licitaciones de la ronda uno lucen viables. Sin embargo, adelantó que es probable que la licitación de contratos de hidrocarburos no convencionales se posponga a otras rondas debido al desplome de los precios del crudo.

México tiene planeado en la ronda uno que está en marcha, licitar contratos de exploración y extracción de hidrocarburos en áreas no convencionales, incluyendo esquisto.

Sin embargo, los altos costos del desarrollo de estas áreas han hecho pensar ya a la Secretaría de Energía en la posibilidad de diferir las licitaciones de este tipo de hidrocarburos.

“La ronda uno considera todavía algunos campos de tecnologías no convencionales, las llamadas lutitas o shale; es probable que esas se difieran”, dijo Videgaray en la entrevista radiofónica y citado por la agencia Reuters.

“No es una decisión que se haya tomado todavía. La Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Secretaría de Energía están analizando la posibilidad de posponerlo para otras rondas, otros años”, agregó.

Los precios internacionales del petróleo han caído 60 por ciento desde su máximo de 2014 alcanzado en junio, y han retrocedido más de 36 por ciento en las últimas siete semanas. El petróleo mexicano de exportación no es la excepción, pues desde su precio máximo de 102.41 dólares, registrado el 20 de junio de 2014, su valor se ha desplomado 62.3 por ciento.

A partir de la reforma energética, el gobierno prevé una inversión anual de 12 mil 500 millones de dólares en los próximos cuatro años, pero Videgaray reconoció el jueves que “tendrá que hacerse alguna modificación” a esta expectativa, aunque, dijo, sería “marginal”.

Como parte de la ronda uno, México lanzó a finales del año pasado la licitación internacional de 14 contratos de áreas de exploración y extracción de hidrocarburos en aguas someras del Golfo de México, que planea adjudicar en julio. Pero la ronda uno también considera contratos para campos maduros, lutitas y otros hidrocarburos no convencionales, así como en aguas profundas.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) explicó que la caída en los ingresos petroleros a final de año, cuando la mezcla mexicana de exportación cerró en 46 dólares por barril, se compensó en parte con 52 mil millones de pesos de excedentes tributarios, y en 2015 –cuando el cálculo de futuros del West Texas Intermediate (WTI) es de 51 dólares promedio anual–, la disminución se equilibrará “con posibles sobrantes” de otros ingresos, antes de pensar en algún recorte del gasto (Méndez E., en La Jornada, p.21, 16 enero 2015).

Con la disposición de esos ingresos fiscales adicionales a lo previsto “se absorbió el choque dentro de las finanzas públicas”, indicó el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, en una reunión a la que fue citado por la tercera Comisión de Hacienda de la Comisión Permanente, junto con el subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher.

El 30 de diciembre Hacienda reportó que el hoyo presupuestal en 2014 fue de 198 mil 365.3 millones de pesos por la disminución del precio internacional del petróleo, aunque para ese año las coberturas contratadas por el gobierno federal garantizaron un precio de 94 dólares por barril.

Ayer, los subsecretarios declararon que la flexibilidad ofrecida por la reforma fiscal permitió al gobierno “compensar la sorpresa negativa de los ingresos petroleros” el año pasado.

Ante la insistencia de senadores y diputados de la comisión, los funcionarios señalaron que las coberturas contratadas para 2015 no serán necesarias si se mantiene el ritmo de ingresos fiscales, pero aceptaron que “si hay un evento que requiera ajuste” en el gasto por algún “faltante de otro tipo de ingresos”, primero se hará uso de los fondos de estabilización.

Sin embargo, Aportela respondió a los legisladores que le cuestionaron sobre un posible recorte en el gasto, que “no está descartado un faltante de otro tipo de ingresos” y en ese caso se haría “ese ejercicio en el momento en que se presente”.

Los subsecretarios indicaron que aun cuando las coberturas contratadas para este año no cubren el total de las exportaciones de petróleo, no se prevé un faltante asociado a disminuciones del precio del crudo.

Messmacher explicó que el pago de los seguros se recibirá en diciembre y “si al inicio del año se llega a observar un faltante de ingresos petroleros, se subsanará a finales de año. Pero para evitar problemas de percepción, se hará un esfuerzo de comunicación para dejar patente a la sociedad que cualquier faltante en los flujos mensuales será transitorio y será cubierto con los seguros”.

Expuso que de continuar los bajos precios internacionales del petróleo, se compensaría lo faltante con otros ingresos; después, con el Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros, y si no es suficiente podría utilizarse la reserva del Fondo Mexicano del Petróleo.

Sin embargo, observó que ese fondo todavía está en ceros y las únicas reservas son las del Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros, que cuenta con 36 mil millones de pesos y al que este año se le abonarán 16 mil para que al comenzar 2016 cuente, en principio, con 50 mil millones “para enfrentar diferencias en los ingresos públicos”.

Messmacher confirmó que las coberturas no son participables a los estados, pero informó que al cierre de 2014 el Fondo de Estabilización de Ingresos de las Entidades Federativas contaba con 33 mil millones y que para este año se espera cuente con 5 mil millones más.

Messmacher indicó que aún se estudia la compra de petróleo “de Estados Unidos o de otros lugares”, y señaló que si es necesario “se buscará que cualquier tipo de importación sea sólo de tipos de crudo que falten en México”.


Ref: 2015, elektron 15 (24) 1-4, 24 enero 2015, FTE de México.

Plataforma Bicentenario, del Grupo R, contratista de Pemex. FOTO: Milenio