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MEXICO
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PERIODICO DEL FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA DE MEXICO
 Vol. 2, No.30         Septiembre 30 de 2002
¡Abajo Fox y Charros! /1

Revisión salarial de petroleros en el contexto del Pemexgate. Fox y charros del STPRM miden fuerzas. Ambos chantajean a la Nación, son igualmente corruptos y deben caer. Pero, corresponde a los trabajadores petroleros democráticos rescatar a la organización sindical, al margen del gobierno. ¡Democracia sindical e Independencia de clase!

 

Sigue el charrismo en el STPRM

Una investigadora universitaria ha escrito que el corporativismo en el sindicato petrolero está resquebrajado y que el “pluralismo” ya se instaló en ese sindicato. ¡Qué más quisiéramos! Pero, lamentamos expresar lo contrario.

El Pemexgate, fórmula de Fox para publicitarse y pretexto hasta para pedir la ingerencia norteamericana en los asuntos internos del país, está creando mayor confusión basada en una confrontación laboral aparente.

La reciente revisión anual de salarios en Petróleos Mexicanos (PEMEX) ha servido para que los charros y el foxismo midan fuerzas. Por primera vez, en varias décadas, el STPRM emplazó “administrativamente” a huelga y a muchos se pusieron nerviosos incluyendo a los propios charros. No tenían preparada ninguna huelga, ni siquiera en los aspectos formales. Pero, los charros demostraron que tienen un férreo control sobre los trabajadores petroleros. Fox los está fortaleciendo.

La revisión salarial debió realizarse en agosto pero, el gobierno foxista estaba interesado en desgastar a los charros. No hubo arreglo y la negociación se pospuso un más de un mes. Durante esos días, los charros petroleros fueron sometidos por el gobierno a una fuerte presión y desgaste. El gobierno de Fox también salió desgastado. Al final se llegó a un arreglo, antes de la anunciada huelga. El resultado consistió en un simple aumento salarial del 5.5% al salario y 1.8% en prestaciones sociales. ¿Tanto rollo para eso? .

No, evidentemente. Los propósitos subyacentes son varios. 1- Desprestigiar a PEMEX para favorecer la privatización ya en marcha, 2- Arrinconar a los charros para pactar tal privatización, 3- Distraer a la opinión pública mientras se avanza con la privatización furtiva, ampliando la red nacional de ductos hacia Estados Unidos, aumentando la producción y exportación de petróleo crudo, ofreciendo por todas partes los Contratos de Servicios Múltiples, etc.

Las intenciones de Fox están lejos de siquiera “querer” terminar con el corporativismo sindical. La razón es simple y se ha comprobado muchas veces. El charrismo está apoyado por el gobierno, sí y con ese apoyo es difícil quitarlos. Pero, en el mejor de los casos, la caída del charrismo y la consecuente democratización sindical NO es algo que pueda hacerse desde arriba. ¿Porqué? Porque Fox no tiene NINGUNA alternativa sindical, ni quiere, NI DEBE. Por lo que hace a la oposición democrática, nuestras fuerzas son muy débiles, resultado de mantener la dispersión de las fuerzas en multitud de grupos desorganizados y sin una política unificada. Por eso es que el charrismo sigue y se refuerza.

Esta vez, los charros movilizaron a varios miles de trabajadores en el país. Fueron marchas bajo presión sí, pero demostraron que el control lo siguen manteniendo ... ellos. La despolitización es muy alta después de medio siglo de charrismo. ¡Hasta Fox charrea a los compañeros! En Cadereyta le aplaudieron y parecía que le disputaba la base social a Romero Deschamps.

Dentro de las mismas filas opositoras, hay quienes creen que de veras hay cambio con Fox, le manifiestan el apoyo y ponen en él la esperanza. Esa es una vana ilusión. Algunos sectores de petroleros activos y jubilados creían que la huelga había estallado y presurosos se ofrecieron a Fox para “trabajar”. Como si la industria petrolera nacional fuera de juguete. Algunos le pidieron a Fox apoyo para proteger a quienes se manifestaran en contra de la huelga.

Es mucho el coraje y resentimiento contra los charros pero para tirarlos necesitamos organizarnos y proceder con coherencia. Fox no va a tronar a los charros y a poner en su lugar a ninguna oposición democrática. ¡Esa, es tarea de los trabajadores! concretarla no requiere del acuerdo del gobierno sino de nosotros mismos. Claro que debemos aprovechar la coyuntura ya que los charros tienen abiertos varios frentes.

Revisión salarial politizada

La revisión salarial fue politizada, por los charros y el gobierno. Ambos se hacen mutuas acusaciones, ambos son responsables del desastre que está ocurriendo en PEMEX. En el contexto del Pemexgate, la Procuraduría de la República (PGR) informó que el desvío de fondos ascendía a 2 mil 200 millones de pesos. (Pérez C, en La Jornada 090902). Esto duplica la denuncia de la Contraloría del 10 de diciembre de 2001, cuando empezó el Pemexgate. La Auditoría Superior de la Federación confirmó lo anterior.

El 12 de septiembre, la PGR solicitó el desafuero de los legisladores federales Carlos Romero Deschamps y Ricardo Aldana Prieto, así como del diputado local de Tamaulipas Jesús Olvera Méndez, al acusarlos penalmente como presuntos responsables de los delitos de peculado por más de 2 mil millones de pesos y uso indebido de atribuciones y facultades, como partícipes del desvío de recursos de Petróleos Mexicanos (PEMEX) al sindicato petrolero (Castillo G, Dávalos R, en La Jornada 120902).

Amplios sectores priístas cerraron filas con los charros petroleros. Conocedor de ese tipo de trácalas, Rodríguez Alcaine dijo que la acusación era “improcedente” mientras Madrazo pidió “que se aplique la ley”. Aclaró La Güera que, “el préstamo autorizado por la empresa (Petróleos Mexicanos) al sindicato petrolero, está dentro del marco jurídico de su contrato colectivo de trabajo”. Agregó que, “hay convenios autorizados por la junta de gobierno de PEMEX y están registrados en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social”. Formalmente, éste charrote, tiene razón.

Los senadores del PRI declararon su total respaldo a los charros. El Comité Ejecutivo Nacional del PRI declaró que apoyaría con todas sus “toda su fuerza” a esos charros. Mientras tanto, el acuerdo salarial se retrasaba. El gobierno declaró que la solicitud de desafuero para los charros “no interfiere con el proceso de negociación salarial” Eso, por supuesto, no era cierto.

Como siempre ocurre, las negociaciones entre PEMEX y el STPRM se conducían con un fuerte hermetismo. Los trabajadores petroleros completamente al margen, sin información de nada y menos de alguna consulta.


 C O N T A C T O 

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