¡Abajo Fox y Charros! /1
Revisión salarial de petroleros en el contexto del Pemexgate. Fox y charros del STPRM miden fuerzas. Ambos chantajean a la Nación, son igualmente corruptos y deben caer. Pero, corresponde a los trabajadores petroleros democráticos rescatar a la organización sindical, al margen del gobierno. ¡Democracia sindical e Independencia de clase!
Sigue el charrismo en el STPRM
Una investigadora universitaria ha escrito que el corporativismo en el
sindicato petrolero está resquebrajado y que el “pluralismo”
ya se instaló en ese sindicato. ¡Qué más
quisiéramos! Pero, lamentamos expresar lo contrario. El Pemexgate,
fórmula de Fox para publicitarse y pretexto hasta para pedir la
ingerencia norteamericana en los asuntos internos del país, está
creando mayor confusión basada en una confrontación laboral
aparente. La reciente revisión anual de salarios en Petróleos
Mexicanos (PEMEX) ha servido para que los charros y el foxismo midan fuerzas.
Por primera vez, en varias décadas, el STPRM emplazó
“administrativamente” a huelga y a muchos se pusieron nerviosos
incluyendo a los propios charros. No tenían preparada ninguna huelga, ni
siquiera en los aspectos formales. Pero, los charros demostraron que tienen un
férreo control sobre los trabajadores petroleros. Fox los está
fortaleciendo. La revisión salarial debió realizarse en agosto
pero, el gobierno foxista estaba interesado en desgastar a los charros. No hubo
arreglo y la negociación se pospuso un más de un mes. Durante esos
días, los charros petroleros fueron sometidos por el gobierno a una
fuerte presión y desgaste. El gobierno de Fox también salió
desgastado. Al final se llegó a un arreglo, antes de la anunciada huelga.
El resultado consistió en un simple aumento salarial del 5.5% al salario
y 1.8% en prestaciones sociales. ¿Tanto rollo para eso? . No,
evidentemente. Los propósitos subyacentes son varios. 1- Desprestigiar a
PEMEX para favorecer la privatización ya en marcha, 2- Arrinconar a los
charros para pactar tal privatización, 3- Distraer a la opinión
pública mientras se avanza con la privatización furtiva, ampliando
la red nacional de ductos hacia Estados Unidos, aumentando la producción
y exportación de petróleo crudo, ofreciendo por todas partes los
Contratos de Servicios Múltiples, etc. Las intenciones de Fox
están lejos de siquiera “querer” terminar con el
corporativismo sindical. La razón es simple y se ha comprobado muchas
veces. El charrismo está apoyado por el gobierno, sí y con ese
apoyo es difícil quitarlos. Pero, en el mejor de los casos, la
caída del charrismo y la consecuente democratización sindical NO
es algo que pueda hacerse desde arriba. ¿Porqué? Porque Fox no tiene
NINGUNA alternativa sindical, ni quiere, NI DEBE. Por lo que hace a la
oposición democrática, nuestras fuerzas son muy débiles,
resultado de mantener la dispersión de las fuerzas en multitud de grupos
desorganizados y sin una política unificada. Por eso es que el charrismo
sigue y se refuerza. Esta vez, los charros movilizaron a varios miles de
trabajadores en el país. Fueron marchas bajo presión sí,
pero demostraron que el control lo siguen manteniendo ... ellos. La
despolitización es muy alta después de medio siglo de charrismo.
¡Hasta Fox charrea a los compañeros! En Cadereyta le
aplaudieron y parecía que le disputaba la base social a Romero
Deschamps. Dentro de las mismas filas opositoras, hay quienes creen que de
veras hay cambio con Fox, le manifiestan el apoyo y ponen en él la
esperanza. Esa es una vana ilusión. Algunos sectores de petroleros
activos y jubilados creían que la huelga había estallado y
presurosos se ofrecieron a Fox para “trabajar”. Como si la industria
petrolera nacional fuera de juguete. Algunos le pidieron a Fox apoyo para
proteger a quienes se manifestaran en contra de la huelga. Es mucho el
coraje y resentimiento contra los charros pero para tirarlos necesitamos
organizarnos y proceder con coherencia. Fox no va a tronar a los charros y a
poner en su lugar a ninguna oposición democrática. ¡Esa, es
tarea de los trabajadores! concretarla no requiere del acuerdo del gobierno sino
de nosotros mismos. Claro que debemos aprovechar la coyuntura ya que los charros
tienen abiertos varios frentes.
Revisión salarial politizada
La revisión salarial fue politizada, por los charros y el
gobierno. Ambos se hacen mutuas acusaciones, ambos son responsables del desastre
que está ocurriendo en PEMEX. En el contexto del Pemexgate, la
Procuraduría de la República (PGR) informó que el
desvío de fondos ascendía a 2 mil 200 millones de pesos.
(Pérez C, en La Jornada 090902). Esto duplica la denuncia de la
Contraloría del 10 de diciembre de 2001, cuando empezó el
Pemexgate. La Auditoría Superior de la Federación confirmó
lo anterior. El 12 de septiembre, la PGR solicitó el desafuero de los
legisladores federales Carlos Romero Deschamps y Ricardo Aldana Prieto,
así como del diputado local de Tamaulipas Jesús Olvera
Méndez, al acusarlos penalmente como presuntos responsables de los
delitos de peculado por más de 2 mil millones de pesos y uso indebido de
atribuciones y facultades, como partícipes del desvío de recursos
de Petróleos Mexicanos (PEMEX) al sindicato petrolero (Castillo G,
Dávalos R, en La Jornada 120902). Amplios sectores
priístas cerraron filas con los charros petroleros. Conocedor de ese tipo
de trácalas, Rodríguez Alcaine dijo que la acusación era
“improcedente” mientras Madrazo pidió “que se aplique
la ley”. Aclaró La Güera que, “el préstamo
autorizado por la empresa (Petróleos Mexicanos) al sindicato petrolero,
está dentro del marco jurídico de su contrato colectivo de
trabajo”. Agregó que, “hay convenios autorizados por la junta
de gobierno de PEMEX y están registrados en la Secretaría del
Trabajo y Previsión Social”. Formalmente, éste
charrote, tiene razón. Los senadores del PRI declararon su
total respaldo a los charros. El Comité Ejecutivo Nacional del PRI
declaró que apoyaría con todas sus “toda su fuerza” a
esos charros. Mientras tanto, el acuerdo salarial se retrasaba. El gobierno
declaró que la solicitud de desafuero para los charros “no
interfiere con el proceso de negociación salarial” Eso, por
supuesto, no era cierto. Como siempre ocurre, las negociaciones entre PEMEX
y el STPRM se conducían con un fuerte hermetismo. Los trabajadores
petroleros completamente al margen, sin información de nada y menos de
alguna consulta.
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