La caída en los precios internacionales del petróleo crudo pone al descubierto la grave crisis económica mundial del capitalismo. En el mercado internacional hay sobre oferta de petróleo pero la OPEP decidió mantener los actuales niveles de producción. Esto llevará los precios más a la baja. Estados Unidos insiste en la necedad del fracking hidráulico para explotar el petróleo no convencional. Eso le ha permitido aumentar su producción interna de crudo. Pero la contracción de los petroprecios amenaza al sistema financiero mundial con un desplome sin control. En México habrá fuertes afectaciones a las finanzas públicas. El gobierno lo niega, los propios banqueros españoles lo desmienten.
La caída del 3 por ciento en el precio del
petróleo en los últimos cinco meses es, sin duda, el mejor regalo
navideño para muchos habitantes del planeta. Sin embargo, lo que oculta
la caída en el precio del petróleo no es motivo de regocijo (en
www.cubadebate.cu, 29 noviembre 2014).
Este descenso nos muestra la velocidad en que el gasto del consumidor está cayendo, con el tsunami financiero que conlleva la escalada de liquidaciones así como la desesperada situación de los países productores de crudo que ven cómo un tercio de su principal fuente de ingresos se ha desvanecido. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el cartel petrolero responsable del 30 por ciento de la producción mundial de petróleo, decidió no reducir la producción a pesar del exceso de oferta, una decisión que pondrá más presión a la baja sobre los precios. La producción de la OPEP se mantendrá en 30 millones de barriles diarios hasta junio de 2015 y solo en la reunión que se celebrará en Viena el 5 de junio decidirá si aplica un recorte en la producción. Ahora comenzamos a ver el duro golpe que ha provocado el desvanecimiento del milagro exportador chino y cómo el descenso de su demanda de recursos retroalimenta el ciclo recesivo. Al mismo tiempo, este año y merced a los caprichos del fracking, Estados Unidos ha llegado a su mínimo en 30 años de las importaciones de petróleo de la OPEP. La asfixia se hace sentir de lleno en las redes del sistema financiero que sufre la amenaza de un desplome sin control del esquema ponzi de los precios futuros. Bajo el cáncer de la deflación No existe un ciclo de sobreinversión tan prolongado que amenace
la estabilidad financiera como la contracción que hoy sufre el precio del
petróleo. Préstamos que ya son incobrables se hacen aún
más incobrables con el verdadero cáncer de la
deflación.
Las consecuencias más graves llegan a los países productores de petróleo cuya estabilidad presupuestaria depende de los ingresos procedentes de sus exportaciones de crudo. El rublo ruso ha perdido un 27 por ciento de su valor desde junio, la corona noruega ha perdido un 12 por ciento mientras el naira nigeriano está en un mínimo histórico. También el valor de las empresas petroleras ha caído en picada y las acciones de British Petroleum han descendido un 17 por ciento, las de Chevron un 12 por ciento y las de Seadrill (el mayor propietario de plataformas petroleras del mundo) han perdido un 23 por ciento. Las pérdidas también ponen a la banca bajo presión y Barclays, Wells y UBS han comenzado a vender sus participaciones accionarias a 60 centavos por dólar asumiendo una pérdida del 40 por ciento. Aún así se estima que la banca no podrá reliquidar todos sus activos y deberá absorber pérdidas cuantiosas sobre montos de varios miles de millones de dólares. El esquema ponzi de los precios futuros que apostó siempre por el consumo creciente de petróleo que ayudaría a mantener los precios elevados, choca hoy con la brutal realidad y abre un nuevo foco de conflicto en la mayor crisis económica de los últimos cien años. (Tomado del Blog Salmón). OPEP frente endeble Al interior de los países productores y
exportadores de petróleo, agrupados en la OPEP, su principal
característica son sus problemas estructurales. Esos países siguen
una política energética basada en la exportación de sus
materias primas, en vez de procesarlas internamente. Eso los ha hecho
financieramente muy dependientes del petróleo crudo de
exportación. Una baja en los precios les ocasiona
pérdidas.
Desde luego, a los jeques árabes eso no les importa, poseen amplias reservas de divisas y usufructúan los recursos que no son suyos sino de sus naciones. Que por ahora ganen menos los despreocupan pues pueden esperar hasta la siguiente alza. Además, lo que menos les importa es el desarrollo de sus pueblos. Por si faltase, esos países son aliados de los Estados Unidos y siguen ciegamente la política energética norteamericana. No son todos los países, se dirá. En efecto, dentro de la OPEP todos los países son socialmente atrasados pero hay diferencias políticas. No es lo mismo Arabia Saudita que Venezuela o Ecuador. Pero eso expresa la debilidad del frente petrolero, dominado por los árabes, que ni siquiera les permite ponerse de acuerdo para defender su mercancía unificadamente, dejan todo al arbitrio del mercado dominado por Estados Unidos. La OPEP es un frente endeble y dividido. Hay ciertas diferencias internas, sin embargo, se asumen las decisiones mayoritariamente acordadas. Dicen que es por “solidaridad” pero esa es una expresión muy general y contradictoria. Aunque, la decisión de la OPEP en su reunión en Viena, Austria del 27 de noviembre no beneficia a todos, Irán la apoyará, país que junto con Venezuela se había pronunciado a favor de una reducción en los volúmenes de exportación. Irán se pliega La decisión de la OPEP de mantener su techo de
producción no beneficia a todos los miembros del grupo, pero Irán
ha preferido abstenerse de protestar para mantener la solidaridad con el
cártel, dijo el ministro de Petróleo de ese país,
según la agencia de noticias Shana (Reuters, en La Jornada, p.27, 1
diciembre 2014).
Irán ha dicho que la fuerte caída en los precios del petróleo este año es el resultado de medidas deliberadas de algunos exportadores del Golfo Pérsico, que han mantenido la producción alta para socavar la economía de la república islámica, ya afectada por sanciones. El ministro de Petróleo de Arabia Saudita declaró en la OPEP que debían luchar contra el auge del petróleo de esquisto de Estados Unidos, y en ello basó su argumento contrario a recortar la producción de crudo y mantener bajos los precios para minar la rentabilidad de los productores estadunidenses. El ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos, vecino de Irán y también socio de la OPEP, expresó su apoyo a la decisión del grupo. El petróleo cedió el viernes (28 noviembre) a su menor nivel en cuatro años por debajo de los 70 dólares por barril. Un auge en la producción de petróleo de esquisto y menor crecimiento en China y Europa han presionado los precios que terminaron cayendo en más de un tercio desde junio. El petróleo de Estados Unidos bajó 7.54 dólares para quedar en 66.15 por barril, y luego cayó más tras el cierre, alcanzando un mínimo de cuatro años de 65.59 dólares. Mientras, el crudo Brent bajó hasta 69.78 dólares. Subirá déficit comercial y caerá inversión ¿Habrá consecuencias
para le economía mexicana? El gobierno de Peña Nieto lo niega.
Pero los propios banqueros españoles lo desmienten.
Ernesto O’Farril Santoscoy, director de estrategia de Inversión de Actinver, explicó que la reducción de los precios del petróleo tiene cuatro principales efectos en la economía mexicana: 1) menor valor de la producción de petróleo al expresarla en términos monetarios en pesos; 2) menores flujos de divisas, lo que genera un posible déficit en la balanza comercial de Pemex y mayor déficit en la balanza comercial del país; 3) un ajuste de esta magnitud en los precios de los hidrocarburos impacta en los presupuestos de inversión de las compañías petroleras globales, las cuales cerrarán la producción en los proyectos de menor margen o margen negativo, y se vuelven más selectivos en cuanto a la determinación de nuevos proyectos de inversión, lo que puede implicar menores flujos de inversión de este sector hacia México que si los precios hubieran permanecido altos. (Rodríguez I., en La Jornada, p.27, 1 diciembre 2014). Como cuarto efecto se observa que el menor flujo de divisas hace crecer más lentamente las reservas internacionales en el Banco de México y genera mayor depreciación del peso. Es decir, un tipo de cambio más alto. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público detalló recientemente que el descenso en la plataforma de producción petrolera, que al cierre del tercer trimestre resultó 66 mil barriles diarios por abajo de lo estimado para 2014, tuvo un impacto en el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 0.4 por ciento. O’Farril Santoscoy advirtió que considerando los efectos de la caída en los precios del petróleo y la posible repercusión de menor inversión en el sector, con su efecto multiplicador en la economía, vemos este posible impacto en el PIB ante distintos escenarios en los precios del petróleo mexicano. Calculó que con un precio de 79 dólares por barril en promedio en todo 2015 tendrá un impacto en el crecimiento del país de (-) 1.21 por ciento para un dinamismo de la economía de 2.79 por ciento anual, pero si la mezcla mexicana de crudo de exportación se ubica en 75 dólares por barril el impacto en el PIB será de (-) 1.70, con lo que el crecimiento sería de 2.30 por ciento anual. Ref: 2014, elektron 14 (291) 1-3, 1 diciembre 2014, FTE de México. La baja en los precios internacionales de petróleo revela la persistencia y profundidad de la crisis económica capitalista y traerá como consecuencia diversas afectaciones financieras Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
La información contenida puede citarse total o parcialmente, mencionando la fuente.
|
|