¿Nervioso, temeroso o malhumorado? Tal vez las tres cosas. Esta vez Peña Nieto mostró que ha perdido el piso. En el contexto de las manifestaciones solidarias por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, redujo estas a ciertas expresiones de violencia. Dijo que, estas buscan crear desestabilización, desorden social y atentan contra el proyecto de nación que está impulsando. Se equivoca de punta a cabo. ¿Cuál proyecto de nación? Es al revés. La única “nación de Peña” es el capital extranjero. Por eso desnacionalizó a las industrias energéticas y de telecomunicaciones, para entregar el patrimonio de la nación a las transnacionales imperialistas.
Su sucia conciencia no lo deja tranquilo. Van
más de 50 días desde la sospechosa desaparición de los 43
normalistas de Ayotzinapa y en vez de informar resultados sigue amenazando en
general. ¿Dónde están? ¿Qué les pasó?
¿Quién los secuestro? ¿Por qué? Son preguntas que el
chaparrito no ha contestado siquiera. Tampoco tiene resultados.
Los estudiantes y el pueblo solidario en general han expresado en las manifestaciones: ¡Fue el Estado! y ha dicho: ¡Fuera Peña! Sin embargo, sabido es que, por los causes legales, simplemente no se puede, no existen leyes. No obstante, ambas consignas son certeras. ¿Por qué le da miedo a Peña Nieto? Por la simple razón de haber perdido aceleradamente el consenso social. Hoy, el cuento chino de la televisión privada no existe más. Peña es un mal y corrupto gobernante que usurpa la presidencia de la República. Funge como “regalador” del patrimonio nacional al extranjero y aún se atreve a decir que construye “un proyecto de nación”. ¿Desestabilización? En Cuautitlán Izcalli, Enrique Peña Nieto afirmó que las
manifestaciones violentas realizadas en los últimos días por el
caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos "pareciera" que responden
a un interés de generar "desestabilización, desorden social y
atentar contra el proyecto de nación" impulsado por su
administración (Arellano S., en Milenio, 19 noviembre 2014).
Sin embargo, señaló que el gobierno de la República está firme en la construcción de su proyecto y aseguró: "No nos vamos a detener". Durante la inauguración del Hospital Ciudad de la Salud Mujer, resaltó que el gobierno federal ha emprendido una investigación exhaustiva a través de la Procuraduría General de la República para dar con la verdad de los hechos en el caso de los normalistas desaparecidos desde septiembre pasado, y añadió que también han sido los más sensibles y solidarios sobre el tema. "Pero también hemos advertido que, al amparo de este dolor, del sufrimiento de los padres de familia, de esta consternación social que hay por los hechos de dolor y de horror que, de acuerdo con la investigación, se tuvieron en Iguala, hemos advertido los movimientos de violencia que, al amparo y al escudo de esta pena, pretenden hacer valer protestas (de las) que a veces no está claro su objetivo. Pareciera que respondieran a un interés de generar desestabilización, desorden social y, sobre todo, de atentar contra el proyecto de nación que hemos venido impulsando", aseguró el Presidente. Peña Nieto agregó que "pareciera que algunas voces unidas a esta violencia y a esta protesta fueran aquellas que no comparten este proyecto de nación, que quisieran que el país no creciera, que frenara su desarrollo". Manipulero profesional ¿Cuáles son esas voces que no comparten
(su) proyecto de nación? No lo especificó pero cabe cualquiera que
proteste por el gran robo a la nación llevado a cabo por Peña y
partidos políticos.
Según la nota de prensa, acompañado por el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, Peña afirmó que "ahora, al amparo de quienes sufren dolor y tienen pena, enarbolan banderas de violencia y de protesta. Dejo claro que el gobierno de la República está firme en la construcción del proyecto de nación que queremos para el bienestar de todos los mexicanos". Destacó que las reformas estructurales y las grandes transformaciones "sin duda han afectado intereses de los que mucho tienen y de otros que se oponen al proyecto de nación". Contradictorio e incoherente ¿Cuál proyecto de nación? ¿De
qué habla Peña? No sabe lo que dice, solo repite lo que le
escriben sus asesores de gringolandia. Lo que dice no existe. El “proyecto
de nación” de Peña es el imperialismo. Por eso
desnacionalizó a las industrias eléctrica, petrolera,
petroquímica y de las telecomunicaciones, para desintegrarlas,
privatizarlas y entregarlas a la burguesía extranjera. Eso forma parte de
la estrategia del imperialismo para la acumulación de capital en la
presente fase de desarrollo capitalista.
¿Cuál beneficio para los mexicanos? ¡Ninguno! La mayoría de los mexicanos que constituimos a la nación viviente no recibiremos ningún beneficio y sí todos los perjuicios. El proyecto traidor de Peña Nieto no es de la nación porque esta nunca decidió la entrega del patrimonio nacional al extranjero. Los únicos beneficiados son unos pocos capitalistas extranjeros, dueños de las corporaciones transnacionales, y sus socios menores nacionales. Ese proyecto no puede ser de la nación, por tratarse de una clara minoría. En una sociedad dividida en clases sociales, la burguesía nacional también forma parte de la nación, pero en una cantidad ínfima, la mayoría somos la población empobrecida y afectada cada vez más. Quienes no compartimos el proyecto de Peña no nos oponemos a que el país crezca. Quién se opone es Peña. Haber, durante los últimos 30 años el promedio de crecimiento económico ha sido del 2% en el PIB. Es el lapso del neoliberalismo en México. ¿Cuál ha sido el crecimiento durante la gestión de Peña? Lo mismo. ¿Qué se espera para 2014? Igual, un crecimiento si acaso del 2.3% según el Banco de México. El principal promotor de ese magro crecimiento es Peña Nieto, convencido absurdamente del neoliberalismo. Sabido es que en ninguna aparte del mundo, nunca, las transnacionales han contribuido al crecimiento económico y menos al desarrollo social. Esos ni siquiera son sus objetivos, su afán es el lucro y la ganancia máxima, rápida y fácil. Sin embargo, Peña insiste en favorecer a estas corporaciones. Dice que sus reformas han afectado los intereses” de los que mucho tienen”. Eso no es cierto, es exactamente al revés. También dijo que han afectado a “otros que se oponen a su proyecto de nación”. ¡Vaya vaciladas e incoherencias! El desacuerdo social es con su política económica. Peña jamás ha tenido proyecto de nación. Si así fuere, no habría privatizaciones ni desnacionalizaciones. Peña revuelve en sus declaraciones varias cosas. Lo hace deliberadamente para confundir. La intención política de Peña es amenazar a la sociedad. El que se oponga o proteste por la invasión de las transnacionales será reprimido “con la fuerza del Estado”, ha dicho. Esta vez confundió a la ira expresada en algunas manifestaciones con la oposición a su nefasta política económica. ¿También va a confundir el reclamo cada vez mayor por la aparición con vida de los 43 normalistas como un complot? Ref: 2014, elektron 14 (279) 1-2, 19 noviembre 2014, FTE de México. Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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