Diputados y senadores del PRI, PAN, PVEM y Panal aprobaron el paquete de 17 leyes que constituye la legislación energética secundaria. El 20 de diciembre de 2013 se había publicado en el Diario Oficial la reforma constitucional correspondiente a los artículos 27 y 28. Ahora, el 11 de agosto de 2014 se publicó la legislación en la materia y el 31 de octubre la reglamentación del caso. Peña Nieto consuma así la desnacionalización de las industrias petrolera, petroquímica y eléctrica. Fragmentados los procesos de trabajo el gobierno procederá a su privatización. El golpe ocurrió ante la pasividad y el silencio de la sociedad en general. El pueblo mexicano se equivocó. El robo a la nación quedó legalizado impunemente.
Decía el Himno Nacional Mexicano en una de sus
estrofas: Más si osare un extraño enemigo / profanar con su planta
tu suelo / piensa Oh Patria querida que el cielo / un soldado en cada hijo te
dio ... Eso sigue diciendo el himno, así lo canta Peña Nieto para
quien no tiene ningún significado. El himno quedará para cantarse
en los estadios de futbol o en las peleas de box y exaltar el patrioterismo de
la televisión privada. En los hechos será una
falsedad.
Sí, porque ante el mayor asalto a la nación por parte del gobierno, la mayoría de la nación olvidó hasta el himno. O, ¿dónde estaban los soldados de la patria, sus hijos? La desnacionalización energética significa, ni más ni menos, que pisotear el suelo patrio por parte de enemigos declarados: las transnacionales, para apoderarse del territorio, recursos naturales, funciones estratégicas, infraestructura industrial, espectro radioeléctrico y renta energética. ¿Qué hicieron los hijos de la Patria para defender el patrimonio colectivo? Salvo honrosas excepciones, ¡NADA! La situación es terrible. ¿Es que hemos olvidado nuestra propia historia, la pobreza y desesperación han hecho presa de todos? ¿Debemos someternos al tirano sin chistar? La desnacionalización energética es la peor agresión a la nación desde la conquista española. Pero a diferencia de aquella vez, aunque fuimos conquistados, hubo combate. Esta vez nada. Hace 100 años, los mexicanos hicieron una Revolución. Aún cuando está fue traicionada, hubo conquistas. Dos de las más importantes fueron la Expropiación petrolera de 1938 y la nacionalización eléctrica de 1960. En ambos casos, la participación del pueblo y trabajadores fue enorme y decisiva. Por esa Revolución murieron más de 1 millón de mexicanos en los campos de batalla. ¿Que ha quedado? El olvido. Hoy, bajo la moda del posmodernismo, se niega la historia, nadie quiere que le llamen nacionalista. Los medios y círculos izquierdosos consideran que el nacionalismo pasó y el socialismo no volverá. En consecuencia todos han renunciado a su propia historia y a los grandes relatos. Hasta los libros de texto serán modificados. Cuando Fox gobernó quitó a los mayas, borró su historia milenaria y se puso él mismo con todas sus burradas. Peña Nieto seguramente borrará a la Expropiación petrolera y a la nacionalización eléctrica. En su lugar podrá poner al FMI, Banco Mundial y capital privado extranjero, como modelo a seguir al gusto del mercado capitalista. A la traición le llama reformas de “gran calado”. ¿Qué se perdió? De entrada, se perdieron a dos de las industrias
nacionalizadas más emblemáticas: la petrolera y la
eléctrica, ambas conquistadas en inolvidables epopeyas de los
trabajadores y pueblo de México. Estas industrias fueron ya
desnacionalizadas por Peña Nieto, los procesos de trabajo serán
fragmentados y la privatización será generalizada.
Todo empezó con la reforma regresiva a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales en materia de petróleo y electricidad. Con oportunidad el FTE presentó amplios análisis al respecto. Con estas reformas fueron desnacionalizadas las industrias petrolera, petroquímica y eléctrica. Las reformas se hicieron para cambiar el régimen de propiedad, el cual de ser nacional pasó a ser nuevamente privado, como hace cien años. Al igual que hace un siglo, los procesos de trabajo fueron desintegrados. Esa fragmentación se hizo para favorecer la privatización de todas las fases de esos procesos. ¿Que queda como derecho de la nación? La propiedad de los hidrocarburos DEL SUBSUELO. Eso es declarativo y económicamente sin valor. El Estado mismo pierde facultades. Antes, el petróleo, la petroquímica y la electricidad se consideraban funciones constitucionalmente estratégicas. Con la reforma dejaron de ser estratégicas, ahora serán “prioritarias”, definidas como aquellas en las que puede participar el capital privado, nacional y extranjero. En materia petrolera, la privatización será vía contratos, permisos y licencias en la exploración y producción de hidrocarburos, refinación de petróleo crudo, procesamiento de gas natural, transporte, distribución y almacenamiento de petróleo y gas, así como, productos petrolíferos, petroquímicos y agrocombustibles, incluyendo su recolección y comercialización. La industria petroquímica será cedida en su totalidad al capital privado y ni siquiera se le considera como parte de la industria petrolera. En materia eléctrica se privatizará la generación eléctrica y su comercialización, la transmisión y distribución eléctrica en todo el país. De esta manera, las otrora industrias integradas serán literalmente descuartizadas para dar paso a miles de empresas y empresitas todas privadas. En este nuevo esquema de desorganización industrial, Pemex y la CFE quedan como empresas más, achicadas al máximo. Ambas realizarán solamente una parte del proceso de trabajo, la mayor parte lo harán las transnacionales. La llamada certeza jurídica para el capital significa haber elevado a rango constitucional a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), de acuerdo a las instrucciones del Banco Mundial. Estas entidades han auspiciado la privatización furtiva del gas y la electricidad. En este último caso, al 31 de julio anterior la privatización llegó al 56% de la capacidad total de generación a nivel nacional. La reforma constitucional se complementa con 17 leyes secundarias, todas explícitamente privatizadoras y 25 reglamentos también privatizadores. ¿Cómo fue? De la manera más humillante y corrupta. En Irak, para
apoderarse del petróleo, el imperialismo invadió con tropas,
aviación, drones y transnacionales. Cientos de miles de irakíes
murieron. Gran parte de la cultura milenaria fue destruida. Aún
así, hubo resistencia. Varios años después, los aliados
anglo-americanos abandonaron al país, dejando un gobierno títere
sometido a las corporaciones.
En México, en cambio, para apoderarse del petróleo y la energía eléctrica, el imperialismo no necesitó invadirnos militarmente. Tiros y muertos los hubo, a través del llamado “crimen organizado”. Pero bastó la simulación legislativa para desnacionalizar a las industrias energéticas. El cambio en la “estrategia” del imperio es notable. Después del fallido ataque a Paya Girón, Kennedy en famoso discurso dijo que, en lo sucesivo, había que evitar el combate frontal y, en todo caso, “educar” la mente de los nuevos gobernantes. Esos lavados de cerebro se llevaron a cabo con éxito. En México, se siguieron al pie de la letra con abogados y economistas nylon educados en universidades norteamericanas. Fue el caso de Salinas y Zedillo. Después de la derrota en Vietnam, el imperio eludió el combate en tierra. Al combate cuerpo a cuerpo le teme. Desde la guerra del Golfo Pérsico y luego en Irak el imperio acudió a la guerra automatizada, mediante vehículos no tripulados. Eso lo repitió hace poco en Libia y lo lleva acabo en Siria, en ambos caos, utilizando mercenarios a sueldo. En México, el imperialismo experimentó poniendo en la presidencia a un burro de la Coca Cola. No funcionó. Ahora, impuso a Peña Nieto, quien superó a su maestro Fox. Peña no sabe nada de energía ni siquiera de geografía. Todo se lo hicieron los despachos de las transnacionales, asesoradas por el ITAM-WWC y “falsos” expertos traidores a México. El chaparrito traumado dice que gobierna para norteamérica y decidió en su búnker que había que entregar el patrimonio energético de la nación al capital, principalmente, extranjero. Falsificador de la historia y mentiroso contumaz se pasó de listo engañando a casi todos. Ese “engaño” plagado de mentiras se basó en la corrupción desmedida y fue el resultado de muchos años de preparativos. ¿Por qué ocurrió así? Simple, porque Peña gobierna sin oposición. Consecuentemente, puede pactar con quien sea y vender lo que no es suyo. Todo queda en la impunidad total. Para el imperio el éxito fue inusitado, ni siquiera necesitó enviar a ningún príncipe extranjero. Nula respuesta Para consumar el atraco Peña Nieto contó
con la complicidad del PRI, PAN, PVEM y Panal, quienes hicieron mayoría
legislativa calificada. Eso no extraña, son partidos reaccionarios de
derecha. El PRI siempre ha sido un aparato corrupto que ahora se ha declarado
abiertamente neoliberal, ya ni discurso demagógico tiene. El PAN, desde
su fundación se opuso a la expropiación petrolera y, luego, a la
nacionalización eléctrica. El PVEM es un aparato-negocio
satélite del PRI, lo mismo el Panal de Elba Esther Gordillo.
Pero el resto de la sociedad, ¿qué? Simplemente, no tuvieron política energética ni siquiera decoro. Empecemos por los partidos políticos. El que más sonó fue el PRD pero solo para simular. Muy pronto Cárdenas marcó la línea: “la lucha será a través de las instituciones”, lo dijo públicamente. “Cualquier decisión se tomará en las Cámaras y respetaremos la institucionalidad”, agregó. Eso gustó mucho a los perredistas para seguir medrando en nombre de la izquierda. Con ello, el PRD dio por perdida a priori toda lucha. Sí, hablarían en tribuna, pero de allí no pasaron. Sabían que las decisiones estaban tomadas. El PAN, PRI, PVEM y Panal hicieron mayoría e impusieron todas las votaciones. ¿No lo sabía Cárdenas? Por supuesto, lo sabía. Pero Cárdenas jamás ha sido de izquierda, SIEMPRE ha sido funcional al sistema político imperante, si bien le gusta presumir de socialdemócrata. Senadores y diputados perredistas declaraban todos los días y los medios les publicaban. ¿Y, qué? No sirvió de nada, todo ocurría entre las seis paredes del Legislativo. Desde un principio, Cárdenas propuso que se hiciera una consulta popular para 2015, esto es, a posteriori. El FTE señaló de inmediato que se estaban creando falsas expectativas y que tal consulta sería inviable. Dicho y hecho. La Suprema Corte desechó tal consulta. El PRD anunció, entonces que acudirán a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), revelando una carencia total de estrategia política. ¿Movilizaciones? ¡Ninguna! El PRD no está para eso, su lucha es meramente de aparato, el partido ha devenido en simple grupo de presión sujeto al Estado y gobierno en turno. El PT dio la pelea, al nivel del Lic. Bartlett, quien denunció reiteradamente la entrega del país al extranjero. No más. Lo mismo hizo el Movimiento Ciudadano. En todos los casos, de reforma constitucional y de legislación secundaria, el PRD, PT y MC presentaron reservas para la discusión en lo particular, ninguna prosperó. Morena, el partido obradorista de reciente registro siempre estuvo especulando. Lo que querían era el registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE). Durante la discusión de la reforma constitucional, al menos realizaron algunas concentraciones en el Zócalo y cercos minoritarios a las Cámaras. Para la discusión de la legislación secundaria no hubo, absolutamente, nada. AMLO se abstuvo de llamar a la movilización. Dice que su poder de convocatoria es grande pero solamente para los monólogos “informativos”. Esta vez no convocó y nadie asistió. El 26 de octubre convocó a una asamblea en el Zócalo, donde apenas se refirió al tema. La legislación secundaria ya se había aprobado y promulgado. Todo fue extemporáneo, más de 2 meses después. ¿Por qué? Lo saben: si no se portan bien, no hay dinero del INE. Obrador también dio por perdida a priori la batalla. Al igual que Cárdenas llamó a la consulta ciudadana de 2015, empezó a recolectar firmas, luego las suspendió y volvió a recolectarlas. Al final, la Corte desecho la pregunta y la consulta. Ahora, dicen que irán a la CIDH. Morena y Obrador declinaron unirse con el PRD hasta para la recolección de firmas. Sin embargo, coinciden plenamente en la misma política errónea. “Ministros corruptos”, dijo AMLO. ¡Cierto! En adjetivos tiene diez, pero en política tiene cero. Promedio: cinco, ¡Reprobado! El PRD y Morena se descalificaron solos. ¿Y los sindicatos? ¿Cuáles? El sindicato petrolero (STPRM) y el electricista (SUTERM) siguieron durmiendo arrullados por los charros sindicales. El sindicato del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), en manos del charrismo, ni la boca abrió. El otro sindicato electricista (SME) siguió la campaña contra la CFE, coincidiendo con Peña Nieto. El virus de Fujimori no se ha extirpado, al contrario. Solo de dientes afuera, en declaraciones banqueteras, hicieron mención a la reforma pero sin hacer nada ni proponer nada. El 27 de septiembre de 2013, el SUTIN, el FTE, el GAR, La Mesa de Soberanía Energética y Cazaimagen organizaron el 25 Foro de Energía, contando con el boicot explícito de Guillén y “corrientosos” del sindicato. El SUTIN publicó un desplegado de prensa fijando una posición correcta en defensa de la industria energética nacionalizada. Después, nada. Otros sindicatos, como la UNT y universitarios, callaron. Solo la CNTE realizó algunas movilizaciones al Senado en contra de la reforma energética pero en el contexto limitado de su propia lucha gremial. En cuanto a las organizaciones sociales, todas callaron como si hubiesen desaparecido de inmediato. En marzo de 2014 hubo una importante reunión contra la minería transnacional en Tlamanca, Zautla, Puebla. El FTE presentó una vibrante conferencia sobre energía y llamó a la lucha. Todos estuvieron de acuerdo. Al final, la declaración final hizo tibia y pálida referencia. Después, nada. ¿Marcos dijo algo? ¡Nada! ¿Y los estudiantes? ¡Bien gracias! Ni siquiera se dieron por enterados. ¿Es que no hubo preparativos, nadie estaba informado? Preparativos los hubo, información fue bastante. El FTE se encargó de asistir a cuanto foro pudo organizarse. Diariamente presentó información y análisis. Con toda oportunidad discutimos la reforma constitucional y el paquete de leyes secundarias. Probablemente nadie nos leyó. Eso es otra cosa y no es nuestra responsabilidad. A pesar del enorme esfuerzo, las fuerzas del FTE fueron insuficientes y perdimos igual que los demás. No es que no hayamos querido hacer más, es que no pudimos. Por lo demás, no corresponde al FTE sustituir a los demás, ni es correcto. Hicimos más de lo que estuvo a nuestro alcance, siendo la excepción entre todos los demás. No solo lo decimos, está escrito y publicado lo que hicimos. Izquierda inexistente ¿Hay algún culpable de la derrota? No, el
asunto no es de buenos y malos, sino de concientes e inconcientes. Los hechos
han vuelto a revelar que el nivel político de los mexicanos es
pobrísimo, muy cercano a cero. Existe un real y verdadero desclasamiento.
La gran mayoría ha olvidado su propia historia. La persistente crisis
económica, la descomposición social y la contracultura de la
televisión privada han obnubilado la conciencia.
Pero del lado de la izquierda, ha contado mucho su propia inexistencia política. En 1962, José Revueltas publicó el Ensayo para un proletariado sin cabeza. Sostuvo que eso era posible por la enajenación de la conciencia proletaria. Lo que los trabajadores traían sobre los hombros era una cabeza dominada por la ideología burguesa que le es ajena. Habían pasado 50 años, hoy son 100 y se vive la misma situación o peor. Hemos señalado la política errónea del Partido Comunista durante el cardenismo, al seguir “al pie de la letra” lo peor que existió en la burocracia de la exURSS. En esa ocasión, Fue Vicente Lombardo, al frente de la CTM, quien participó de la solidaridad con la Expropiación petrolera de 1938. Era, por supuesto, otra CTM. Después, el mismo Lombardo pactó con Cárdenas el corporativismo sindical con el Estado que pronto devino en charrismo sindical, hasta la fecha. No era la primera vez, anteriormente en la época de la CROC de Morones-Lombardo la sumisión al gobierno fue total. Durante la nacionalización eléctrica de 1960, la misma izquierda de la época no hizo nada. Cuando López Mateos decretó la nacionalización no estuvieron de acuerdo. La forma que asumió la nacionalización, mediante la compra de acciones de las principales empresas extranjeras, no les gustó. Propusieron que no hubiera indemnización, creyendo ilusamente que López Mateos era un revolucionario. Apenas un año antes, el mismo López Mateos había reprimido militar y políticamente al movimiento ferrocarrilero, representado por Demetrio Vallejo. En esa ocasión, la política del PCM no solo fue errónea sino provocadora. En cuanto a Lombardo, éste se puso en contra del movimiento. Unos meses después Fidel Castro había entrado en La Habana creando aires de frescura política y si bien la política exterior del gobierno mexicano fue correcta no se podía esperar más. Después, durante el movimiento electricista de la Tendencia Democrática del SUTERM, el PCM estaba más interesado en la reforma política del gobierno. En 1976, cuando este nos reprimió militar y políticamente, prefirieron voltear a otro lado y hacerse de las primeras diputaciones. Más tarde vino Salinas quien reformó regresivamente la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) para iniciar la privatización energética furtiva. ¿Qué dijo el PSUM? Casi nada. El anterior PMT de Heberto Castillo y Demetrio Vallejo sí estuvo muy activo en 1977-78, cuando organizamos al Frente Nacional de Defensa de los Recursos Naturales. En 2008, todavía con el PRD, AMLO reunió a un grupo de “expertos” que hicieron análisis incompletos, la ley de Pemex no terminaron de leerla y la ley de energías renovables ni la vieron. Eso si, terminaron votando la reforma energética de Calderón. AMLO se rajó a la mera hora. En 2013-14, el PRD dividido se había embarcado con la firma del Pacto (contra) México de Peña Nieto. No creían lo que venía, cuando se salieron del Pacto era muy tarde. Lo peor es que, después, casi no hicieron nada. Todo se limitó a la discusión parcial en las Cámaras y declaraciones a los medios. ¿Movilización, organización social? ¡Nada! La “estrategia” de Cárdenas, sobre la consulta popular para 2015, terminó en un fiasco. Morena simuló luchar en 2013 para terminar aceptando los hechos. En 2014 no movió un solo dedo. Su “estrategia” de consulta popular fracasó estrepitosamente. Esa posición oficialista condujo a avalar en los hechos a Peña Nieto por más que se le critique. Tanto PRD como Morena dejaron constancia ante la nación de que no tienen política energética, ni convicciones ni principios. Esa izquierda faramallosa es un reiterado engaño. Los sindicatos demostraron lo pernicioso que es el charrismo sindical, mismo que mantiene secuestrados a los trabajadores en sus propias organizaciones. ¿Qué sigue? Un arduo batallar en condiciones más
difíciles que antes. Se necesitará tiempo para que la
mayoría de los mexicanos dimensione cabalmente la pérdida ocurrida
y tomemos las decisiones del caso.
Todo está por hacerse en un otro Comenzar de Nuevo. Esto no significa comenzar de cero aunque, en este caso, estemos abajo de cero. Habrá que hacer lo que sea necesario para concretar las tareas políticas de nuestra época, a saber, 1- Construir organización, política, obrera y social, a todos los niveles y en todos los lugares. Esta organización es condición indispensable como instrumento de lucha. La organización precisa de una estructura, alcance nacional y dinámica propia, capaz de responder orgánicamente en todas partes. En materia política necesitamos de un partido con todas las limitaciones del caso. Actualmente, esta figura está muy desprestigiada pero sigue siendo necesaria. Todo depende de qué tipo de partido se trate. Si va a ser electorero, clientelar y parte del Estado, no sirve de nada. Muy diferente es hablar de un partido de militantes, partido revolucionario basado en principios de clase. La clase obrera necesita constituirse en partido político y orientarse a la construcción del socialismo. La sociedad solidaria sigue siendo la única propuesta coherente para transformar al mundo. En materia obrera se necesita reorganizar democráticamente al movimiento obrero en 20 sindicatos nacionales de industria, base de la Central única de trabajadores de México. Socialmente necesitamos articular a todos los sectores en el Frente de Soberanía Nacional, independiente y antimperialista. 2- Desarrollar el programa, concretarlo y evaluarlo. El programa no es de una vez y para siempre, debe revisarse y actualizarse periódicamente. El programa resume y concentra las demandas más sentidas para el período actual. El FTE propone el programa obrero (versión 2010) que, entre sus puntos centrales incluye la lucha por la renacionalización energética. 3- Desarrollar la conciencia de clase. No se puede dirigir al movimiento sin conocimiento y sin experiencia. Tampoco hay independencia de clase sin conciencia propia. La honestidad requiere ser ante todo política. Eso solo lo pueden dar las convicciones revolucionarias y los principios. Todos los participantes en nuestro movimiento tienen la obligación de estudiar a los clásicos y, en la medida de lo posible, desarrollar al marxismo-leninismo. La formación y educación política debe ser tarea prioritaria, sistemática y metódica, asumiendo la cultura obrera, entendida como la cultura del movimiento obrero. 4- Dinámica concreta. Esto implica la necesidad de una estrategia política, es decir los caminos alternativos y el plan de acción para concretar los objetivos programáticos. La dinámica implica las acciones concretas enmarcadas en el plan. En todos los casos es fundamental la dirección política del movimiento, cuidando dentro de este a su propio futuro. 5- Solidaridad proletaria. La solidaridad debe ser política y expresarse orgánica y unificadamente, a nivel local, nacional e internacional. El empirismo, la improvisación, el trabajo mal hecho deben ser suprimidos. Todas estas tareas requieren de muchísimo trabajo, distan de ser fáciles. Además, debemos darnos prisa. Cada día que pase la invasión de transnacionales y sus fuerzas armadas será más abominable pero debemos expulsarlas. No había necesidad de perder el importante patrimonio colectivo que habíamos ganado. Empobrecidos, viviendo al día, desempleados, enfermos, excluidos, reprimidos, hay muchos factores que explican la pasividad e impotencia. Pero nada de eso justifica que vivamos agachados. Recientemente, con motivo de la matanza y posterior desaparición de 43 normalistas en Iguala, Guerrero, la sociedad mexicana en general se ha pronunciado solidariamente por la presentación con vida de los normalistas de Ayotzinapa. Las muestras han sido muchas y variadas, a nivel internacional, principalmente de estudiantes universitarios y politécnicos. ¡Muy bien! El Estado y crimen organizado tuvieron que matar estudiantes y desaparecer a 43 para que se manifestara la indignación. El gobierno de Peña se ha ganado ha pulso el descrédito y la desconfianza generalizada. ¡Qué bueno! Lástima que la desnacionalización energética se impuso sin que casi nadie protestara ni dijera nada no obstante que el hecho fue muy grave. Significó, ni más ni menos, que el virtual asesinato de la nación viviente. A diferencia de Victoriano Huerta no hubo que disparar, a Peña Nieto y transnacionales les bastó comprar a los legisladores y sus partidos políticos. Ref: 2014, elektron 14 (261) 1-8, 1 noviembre 2014, FTE de México. Plataforma petrolera privada Bicentenario en el pozo Talipao, Golfo de México Estructura petrolera de Pemex en Salina Cruz, Oaxaca Barco de Oceanografía, contratista fraudulento de Pemex La privatización eléctrica furtiva fue legalizada y generalizada Re-nacionalización energética con 5 banderas, propuesta del FTE de México Frente de Trabajadores de la Energía, de México Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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