Los restos que les fueron entregados no pertenecen a los 43 normalistas desaparecidos en Iguala y Cocula, según información de los antropólogos forenses argentinos. La versión de la PGR queda desvirtuada. Esa tesis también es puesta en duda por expertos de la UNAM. Para la exhumación de los restos que se enviaron a la Universidad de Innsbruck no se siguió ningún protocolo forense. ¿Qué quiere ocultar el gobierno?
La siguiente es la información publicada
por el portal de Cubadebate, tomado de Telesur, acerca de las declaraciones de
los antropólogos forenses quienes descartan que los restos encontrados en
Iguala y Cocula pertenezcan a los estudiantes mexicanos desaparecidos.
El Equipo Argentino de Antropología Forense asegura que los restos calcinados que les fueron entregados no pertenecen a los 43 estudiantes normalistas mexicanos desaparecidos. El material humano se encontraba en las primeras seis fosas localizadas en Cerro Viejo (Guerrero) y en el basurero de Cocula (en Cubadebate.com, 7 noviembre 2014). Tras esta aseveración, queda desvirtuada la versión de la Procuraduría General de la República (PGR), que daba por sentado que los restos hallados en Cocula pertenecían a los 43 jóvenes, desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre tras una arremetida de la policía de Iguala. En un comunicado, los peritos que desarrollan las investigaciones en medio de la búsqueda de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos hace más de un mes, confirmaron que los restos analizados no pertenecen a los estudiantes y aseguraron que seguirán aportando a la resolución del Caso Ayotzinapa. El procurador, Jesús Murillo Karam dijo el pasado 7 de noviembre que los detenidos por el caso Ayotzinapa habían contado que los 43 estudiantes habían sido asesinados por miembros del cártel Guerreros Unidos, luego triturados y quemados. Posteriormente, enviados al basurero de Cocula en bolsas negras. No obstante, se acentúa el debate sobre las desapariciones forzadas en México, puesto que se confirmó que los restos no pertenecen a los normalistas, pero se desconoce a quiénes corresponden. (Tomado de Telesur). Nula credibilidad de la PGR La PGR aseguró que los restos encontrados en Iguala
y Cocula eran de los 43 normalistas desaparecidos, quienes fueron asesinados y
posteriormente quemados. Con esa versión, dijo también que los
restos obtenidos serían enviados a la Universidad de Innsbruck, Austria,
para que fueran analizados. Eso llevará un tiempo
indefinido.
Mientras tanto, la versión de la PGR ha sido rechazada por los familiares de los estudiantes. Más aún, especialistas de la UNAM en medicina forense han puesto en duda la versión. Adicionalmente, se ha criticado a la PGR por no haber seguido ningún protocolo forense para exhumar los restos calcinados. Evidentemente, la PGR se precipitó tratando de dar carpetazo a tan grave asunto. De entrada, repitió la versión de algunos detenidos sin comprobar los dichos. En esas condiciones, cualquier expresión carece de contenido jurídico. Hacen falta las pruebas y su comprobación. Sin embargo, la PGR de inmediato calificó a esas declaraciones como ciertas y las transmitió a los familiares y los medios. Ya solo falta que en Innsbruck se descarte la teoría oficial, puesta ya en duda desde el momento en que faltó a los protocolos del caso. ¿Qué se quiere ocultar? En la sociedad mexicana hay indignación contra el
gobierno. ¿Qué Estado es ése que con todo su aparato
policiaco y militar, apoyado por equipo aéreo, terrestre y satelital, no
encuentra a los muchachos? ¿Cómo es posible que en Iguala, donde se
asienta el 27 batallón de infantería del ejército federal,
ni siquiera se hayan enterado? ¡Ah!, pero no fueran luchadores sociales
porque a todos los tienen vigilados, incluso electrónicamente.
Si los autores fueron grupos criminales, como asegura el gobierno, entonces, los primeros están poniendo a prueba al segundo. ¿Gobierno y criminales están coludidos o los criminales rebasaron al Estado? En cualquier caso, gobierno y criminales se han convertido, objetivamente, en enemigos de la sociedad. La crisis es tal que, por una parte, deben aparecer con vida los 43 desaparecidos. Pero, también, hubo estudiantes asesinados y otros lesionados. ¿Cuál fue el móvil? El gobierno debe aclarar quiénes cometieron los delitos y porqué. Obviamente, no hay ninguna explicación sensata. El gobierno, además, está incapacitado, por eso es que no acierta a dar información convincente. Los crímenes recientes de Tlatlaya e Iguala son el resultado de una política oficial antinacional que ya lleva 100 años. ¿Qué será cuando las transnacionales petroleras y eléctricas se apoderen del territorio nacional y sus recursos naturales, de acuerdo a la privatización energética de Peña Nieto? Esas corporaciones imperialistas traerán a sus propios mercenarios a sueldo, antes “guardias blancas” de las compañías extranjeras, quienes se apoyarán en los criminales locales y los gobiernos en turno. Eso podría llevar a peores tragedias. Para evitarlo hay que construir organización social en todo el país, luchar por la presentación con vida de los desaparecidos y, también, por un programa que incluya la nacionalización energética, de las telecomunicaciones y la banca. Hay que desprivatizar y democratizar a México. Ref: 2014, elektron 14 (275) 1-2, 15 noviembre 2014, FTE de México. Personal forense recolectando restos FOTO: www.cubadebate Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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