INVITACIÓN A LA ASAMBLEA NACIONAL DE TRABAJADORAS Y TRABAJADORES

El desempleo estructural (por la aplicación de la tecnología en favor únicamente de los empresarios) y la desorganización de los trabajadores mexicanos (los pocos organizados están virtualmente secuestrados en contratos de protección, sindicatos blanco o bajo el control del charrismo) han implicado que la legislación laboral sea frecuentemente violada o manipulada en favor de los patrones.

Debido a está debilidad estructural, los empresarios mexicanos, mediante el gobierno de Vicente Fox, pretenden adaptar la legislación laboral a las arbitrariedades que en el mercado de trabajo han impuesto, es decir, legalizar el trabajo precario.

Tanto la precarización del mercado de trabajo, como los intentos de reforma a la legislación laboral y su orientación, cuentan con el apoyo del Banco Mundial y de los organismos empresariales internacionales, pues la tendencia a reducir la participación de los trabajadores en el producto social, es parte central de la crisis mundial del capital, mal llamada neoliberalismo o globalización.

En México, el debate se ha centrado en un aspecto táctico, a saber, la pertinencia o impertinencia de que alguna fuerza sindical (UNT) o un partido político (PRD) presenten en el Congreso de la Unión una iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo, como alternativa a la que elaboró el gobierno federal, a través de la mesa de concertación, establecida con las cúpulas de la burocracia sindical oficialista y las corporaciones patronales.

La presentación de una propuesta alternativa, en la adversa correlación de fuerzas político-sociales y al interior del Congreso de la Unión, es una forma de desbrozar el camino a la reforma y de legitimarla. Y no es que la legislación vigente sea perfecta; por el contrario, durante décadas el movimiento sindical democrático e independiente se ha propuesto reformarla en favor de los trabajadores, pero los proyectos de iniciativa de los últimos gobiernos son abiertamente contrarias a los intereses de los trabajadores, particularmente la iniciativa Abascal-Fox, que además se corresponde punto por punto con las recomendaciones del Banco Mundial. En resumen, dos elementos centrales para oponerse al actual proyecto de reforma a la legislación laboral son la correlación de fuerzas adversa a los trabajadores y el contenido de la propuesta de reforma que cuenta con el apoyo de la mayoría de los “representantes populares” en el Congreso de la Unión.

Para que la ley vigente sea respetada y no sea aprovechada o manipulada en perjuicio de los asalariados, y para evitar una reforma adversa a los trabajadores (reforma neoliberal), es indispensable la acción organizada y conjunta de todas las fuerzas democráticas e independientes. Como un esfuerzo de unificación y coordinación de los trabajadores, un conjunto de organizaciones sindicalistas convocamos a la Asamblea Nacional de Trabajadoras y Trabajadores, para el 28 de septiembre en el auditorio del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME); Antonio Caso No. 45, casi esquina con Av. de los Insurgente, Col. Tabacalera Delegación Cuauhtémoc, México D. F..

Hacemos una fraternal invitación a participar en este esfuerzo por comprender la situación en que nos encontramos y unificar esfuerzos para detener los intentos de reforma neoliberal a la Ley Federal del Trabajo y por la reorganización del movimiento de los trabajadores.