El charro del sindicato petrolero habló y eso se hizo noticia. Lo que dijo fue basura, ¿qué más podía decir? De energía no sabe nada. Se confrontó con un senador panista y se fue a un bar a ver el futbol. Luego, votó contra las reservas de la oposición en la discusión particular. Sumiso, siempre inclinado, corrupto, el gobierno lo acepta porque le sirve. Romero no representa a los petroleros sino a las transnacionales.
Carlos Romero Deschamps resultó el peor de los
charros petroleros que ha habido. Sumiso hasta decir ¡basta!, corrupto
“hasta las cachas”. Ha sido senador y diputado. Jamás
acostumbra hablar, de leyes no sabe nada, nunca ha hecho una sola
propuesta.
Disciplinado priísta, acepta todo lo que le piden, el STPRM no le dice nada, desconoce su historia de lucha y no tiene ninguna convicción de clase. Lo que sí sabe es reprimir a los petroleros, por eso existen a la fecha más de 37 mil demandas laborales de trabajadores despedidos. Pero Romero es de los charros sindicales más poderosos. No solamente se ha enriquecido a expensas del STPRM, el gobierno puso el contrato colectivo de trabajo (CCT) con Pemex en sus manos. El y su camarilla de 36 delegados seccionales administran el interés laboral de más de 120 mil petroleros. Las administraciones en turno de Pemex se encargan de alimentar al charro otorgándole frecuentes y cuantiosas sumas de dinero. Deschamps nunca ha informado a sus representados. Lo más grave es su absoluto silencio ante la desnacionalización de la industria petrolera y su privatización. Ni una crítica, siquiera algún comentario, nada. La postura del STPRM ha sido el apoyo explícito a Peña Nieto expresado con porras y matracas. Se trata de una situación extremadamente vergonzosa que los propios petroleros han tolerado. El otrora glorioso STPRM, el que estalló la huelga en 1937 misma que desembocó en la Expropiación Petrolera de 1938, no existe más. Lo que hay es un cascarón con el mismo nombre pero con una política diametralmente opuesta. Deschamps y petroleros actuales traicionan a los fundadores del sindicato, a los petroleros asesinados por las compañías extranjeras a las que ahora apoyan. También traicionan al pueblo de México que puso en manos de los petroleros el patrimonio de la nación que no han sabido defender. La mancha es sumamente negra. Podría atenuarse si se destituye a los charros del STPRM y si los petroleros se ponen a la cabeza de la re-nacionalización energética. Nada de esto será inmediato. El miedo, la corrupción, la violencia hace tiempo que tomaron carta de naturalidad en el STPRM. Qué ahora hable Romero Deschamps, por supuesto, no le sirve de nada sino para agravar su presencia en el STPRM; el cual no es de Romero sino de todos los petroleros y debe ser rescatado. Hacia la liquidación de Pemex Las comisiones de Energía y de Estudios Legislativos
concluyeron la discusión en lo general del tercer dictamen de las leyes
secundarias en materia energética. El trámite se realizó
entre críticas de senadores del PRD, quienes advirtieron que la
pretensión es avanzar a la liquidación de Petróleos
Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a las que
en una primera etapa se fraccionará y desmantelará para que
compitan en desventaja con las petroleras extranjeras (Becerril A., en La
Jornada, p.8, 9 julio 2014).
Aunque el controvertido líder petrolero casi no participa en tribuna –no lo hizo durante la aprobación de la reforma energética–, anoche interrumpió al panista Domínguez cuando éste argumentaba que la ley de Petróleos Mexicanos busca hacer más productiva a esa empresa. Literalmente, de rodillas Ante la extrañeza de los propios priístas,
Romero Deschamps alzó la voz y preguntó al senador queretano:
“Está hablando de hacer más productiva a Pemex.
¿Qué no lo ha sido?”
Sorprendido, Domínguez le respondió que él (Romero Deschamps), como líder sindical, puede decir más del tema, y luego de forma contradictoria reconoció que Pemex sí es productiva, pero requiere de cambios profundos, porque ha perdido productividad. El panista sostuvo que en los años 80 se producían 3.5 millones de barriles de petróleo y en la actualidad sólo 2.5 millones. Se perdió un millón de barriles diarios de 2008 a 2014, dijo. Enseguida pidió a Romero Deschamps que explicara por qué la baja de la productividad y dónde quedaron los recursos. “¿Que dónde quedó? Eso que se lo pregunte al gobierno de Felipe Calderón”, le reviró el dirigente petrolero, quien, en el receso dictado para comer, observó el partido de futbol entre Brasil y Alemania en el bar de un restaurante próximo al recinto senatorial. Ya en la sesión, tan molesto estaba Romero Deschamps que al bajar de la tribuna a su escaño tropezó y quedó de rodillas en el piso. El gobierno contra Pemex En el contexto de la discusión, los
senadores perredistas Dolores Padierna, Luis Sánchez y Rabindranath
Salazar advirtieron que se fincan mecanismos para que Pemex sea desplazada en
favor de las trasnacionales.
“Se le quita su altísima rentabilidad, que es lo que les estorba” a las empresas extranjeras, recalcó Padierna. Hizo notar que en las leyes propuestas la paraestatal, que es de la nación, queda “como propiedad exclusiva de Peña Nieto”. ¿Cómo va a competir con las empresas extranjeras, dijo, si sus proyectos se los tiene que autorizar la Secretaría de Energía, que además le impondrá a sus socios, y la Secretaría de Hacienda le dictará “un régimen fiscal confiscatorio? ¿Cuál autonomía de gestión?”, preguntó. El también perredista Luis Sánchez resaltó que el dividendo de 30 por ciento de sus ingresos –luego de impuestos– que Pemex deberá pagar anualmente al Estado a partir de 2016 seguirá ‘‘siendo la llave para cuadrar el equilibrio de las finanzas del gobierno federal’’. A su vez, Rabindranath Salazar y Zoe Robledo advirtieron sobre la “incongruencia” del consejo de administración propuesto para Petróleos Mexicanos, ya que en el dictamen se plantea que los cinco consejeros independientes puedan ser empresarios, integrantes de petroleras extranjeras o contratistas de la aún paraestatal, siempre y cuando ‘‘no representen 10 por ciento de las ventas totales’’ de la empresa. Denunciaron que un órgano empresarial, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), será el que proponga la terna para designar al comisario, que será el responsable de supervisar, en representación del gobierno federal, la actuación de Pemex y de su consejo de administración. Esa facultad le corresponde a la Auditoría Superior de la Federación. Votó contra reservas Al siguiente día, Romero Deschamps, votó
junto con sus compañeros de bancada en contra de las reservas presentadas
por senadores del PRD para modificar disposiciones del tercer dictamen de las
leyes secundarias en materia energética, dándolo por aprobado en
lo particular.
Ese es Romero Deschamps. Un charro de pura cepa que los petroleros toleran. Ref: 2014, elektron 14 (233) 1-2, 10 julio 2014, FTE de México. Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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