Explorarán 10 mil km² en el norte coahuilense propiedad de 20 comunidades ejidales y ranchos ganaderos. Los trabajos son coordinados por el Instituto Mexicano del Petróleo y los ejecuta la transnacional Geokinetics. Se podrían perforar hasta 900 pozos en los próximos tres años. Es apenas el principio del desastre.

Esquema del fracking hidráulico

En mil 500 kilómetros cuadrados del norte de Coahuila ya se realizan exploraciones para buscar un yacimiento de gas de lutita (también llamado gas shale), y en unos meses la superficie se ampliará a 10 mil kilómetros cuadrados, informó el comisionado del gobierno estatal en el agrupamiento industrial (cluster) minero-petrolero de Coahuila, Rogelio Ramos Oranday (Ramos Le., en La Jornada, p.24, 17 junio 2014).

Dijo que los terrenos a explorar son propiedad de unas 20 comunidades ejidales y el resto pertenecen a ranchos ganaderos y cinegéticos. Comentó que la exploración se concentra en el municipio de Guerrero, y hasta ahora abarca mil 500 kilómetros cuadrados.

“Es la franja que va de Piedras Negras hasta Hidalgo, cerca de Nuevo Laredo, Tamaulipas, pero en el cluster también tenemos incorporados a dueños de predios y de organizaciones ganaderas de Múzquiz y Sabinas”, indicó Rogelio Ramos.

Los trabajos de exploración son coordinados por el Instituto Mexicano del Petróleo y los ejecuta la empresa trasnacional Geokinetics, con 800 obreros, técnicos y especialistas en geología, geofísica industrial y materiales, de acuerdo con datos de la Universidad Autónoma de Coahuila.

Cálculos del Instituto Mexicano del Petróleo y del secretario de Desarrollo Económico y Competitividad del gobierno del estado, José Antonio Gutiérrez Jardón, indican que en Coahuila se podrían abrir hasta 900 pozos para extraer gas de lutita en los siguientes tres años. Gutiérrez Jardón dijo que por ahora “sólo se desarrollan exploraciones de terreno”.

Al respecto, la subsecretaria de Recursos Naturales de Coahuila, Olga Rumayor Rodríguez, dio a conocer que todavía no se define el método que se empleará para la extracción de gas, pero el gobierno del estado “buscará en todo momento que sea el de menor impacto al ambiente”.

Según el gobierno federal, la posible existencia de aceite y gas de lutitas estaría en las cuencas de Chihuahua, Sabinas, Burro-Picacho, Burgos, Tampico-Mizantla y Veracruz.

Como parte de su propaganda ante inversionistas, la burocracia de Pemex les ha informado que tiene identificadas entre 175 y 200 oportunidades exploratorias. Los recursos prospectivos estimados serían de 150 a 459 mil millones de pies cúbicos (MMMpc) de gas. Esos recursos, sin embargo, NO están descubiertos.

Según la Agencia Internacional de Energía, dependiente del departamento de energía de los Estados Unidos, los recursos de gas de lutitas podrían alcanzar 681 MMMpc. Esto significaría que se trata de la cuarta reserva mundial más importante. El problema es que tales datos no son confiables, en Estados Unidos los márgenes de error han sido del 96 por ciento. En Monterey, California, la propia AIE redujo las reservas de 13.7 mil millones de barriles a solamente 600 millones.

Los pozos Habano-1 y Emergente-1 han certificado la continuación de gas húmedo y gas seco en las zonas de Eagle Ford de Texas. El pozo Ejecutor-1 que produce gas seco confirmó la continuación en la región de Sabinas. El pozo Anhelido-1 ha probado la existencia de gas de lutitas en el Jurásico superior de la Cuenca de Burgos. Aproximadamente 90 por ciento de los recursos prospectivos en la cuenca de Tampico-Mizantla son hidrocarburos líquidos.

Los resultados son todavía muy generales, con pocos pozos perforados. La continuación geológica allí está pero eso no demuestra la existencia de vastos recursos y menos la factibilidad técnico-económica para su explotación.

El gobierno de Peña apuesta empíricamente a un negocio fallido a priori. El entusiasmo está próximo a reventar por no ser el negocio esperado por las transnacionales. Ni hay tanto gas de lutitas ni extraerlo es tan sencillo.

Demagógicamente, dice el gobierno de Coahuila que el método de extracción será el de menor impacto ambiental. ¿Cuál, por ejemplo? Solamente hablan por hablar.

En el caso del fracturamiento hidráulico, es inevitable la utilización cuantiosa de agua para realizar la perforación masiva de pozos. En Coahuila no hay agua ni siquiera para beber, la disponibilidad media es baja, lo que hay es sequía. Finalmente, el agua utilizada no podría reutilizarse para el consumo por quedar sumamente contaminada con compuestos químicos nocivos.

La alteración al clima se omite. Pero hay emisiones cuantiosas de metano que exacerba el calentamiento terrestre global. El metanol es muy contaminante de la atmósfera, el ácido fluorhídrico es muy corrosivo, y el plomo es muy dañino a la salud.

Además, la perforación de miles de pozos ocasiona sismos inducidos debidos al desencadenamiento dinámico.

Aparte están los efectos a la salud humana, tales como, la silicosis y otros cánceres de piel y de sangre (leucemia), la irritación del tracto, la irritación a los ojos, quemaduras, y otras dolencias.

¿Todo esto lo saben en el IMP? Seguramente, la institución es supuestamente de excelencia. ¿Por qué, entonces, promueven el crimen? Que sea de excelencia no quiere decir que sea de conciencia. Excelencia y conciencia no quieren decir lo mismo y menos cuando la excelencia la define y califica el capital, en este caso, Halliburton y Schlumberger.

La conciencia, además, no es general y etérea sino real y concreta No solo es el reflejo de la realidad sino la comprensión de la totalidad concreta. Eso significa comprender al mundo dialécticamente.


Ref: 2014, elektron 14 (219) 1-2, 26 junio 2014, FTE de México.