Desde la gestión de Ebrard el GDF decidió ser partícipe de la privatización eléctrica furtiva. Otros gobiernos del PRD también lo intentaron, el actual continúa. La generación eléctrica será privada, a través de un contrato a partir del biogas generado por la basura del Bordo Poniente. Esa política de la izquierda oficial es la misma que sigue Peña Nieto, el perredismo carece de política propia.
El Gobierno del Distrito Federal prevé lograr
ahorros anuales superiores a 440 millones de pesos en abasto de energía
eléctrica para el alumbrado público y para el suministro a
edificios gubernamentales, mediante la ampliación a 23 años de la
concesión para captura y aprovechamiento del biogás generado por
la basura en el relleno sanitario Bordo Poniente (Bolaños A., en La
Jornada, p.29, 11 mayo 2014).
Este beneficio fue calculado al definir la tarifa del abasto estipulada en el contrato actual con la empresa Sistemas Eléctricos Metropolitanos, la cual obtuvo la concesión en noviembre de 2012 al ganar un procedimiento licitatorio. El costo es menor al que cobra la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al gobierno de la ciudad para el servicio de alumbrado e inmuebles públicos. De acuerdo con la concesión que propone el gobierno de la ciudad, mediante un proyecto de prestación de servicios de largo plazo (PPS) que se pagará con remanente de las participaciones federales que le corresponden –lo cual requiere la autorización de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y cuyo proyecto de dictamen favorable está listo para su aprobación en comisiones– el gobierno de la ciudad pagará 2.273 pesos, incluido el IVA, por cada kilovatio-hora (KwH) suministrado por la empresa Sistemas Eléctricos Metropolitanos, contra los 3.147 pesos que cobra la CFE para alumbrado y 3.020 para edificios públicos, según tarifas de diciembre de 2013, sin considerar los ajustes acumulativos que fija la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mensualmente. Con el PPS que se acordó con la empresa en diciembre pasado, el Gobierno del DF pagará anualmente a la firma privada, durante los 23 años del contrato, 995 millones 836 mil 800 pesos, más IVA, y recibirá a cambio hasta 508 millones 80 mil KwH anuales. Por esa misma cantidad de energía tendría que pagar a la CFE mil 598 millones 927 mil 760 pesos para el servicio de alumbrado público o mil 155 millones 170 mil 688 si fuera el caso para abastecimiento de inmuebles, cálculo referido según la tarifa de diciembre de 2013. En el monto anual comprometido por el gobierno capitalino, el contrato establece que sólo se actualizará conforme a la inflación. La solicitud de autorización que envió el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, a la ALDF, donde se prevé que se someta a votación del pleno en el periodo extraordinario de la última semana de mayo, refiere beneficios sociales adicionales en materia ambiental. Argumentación privatizadora Los argumentos de Mancera (PRD sin
afiliación) son los mismos que otros gobiernos del PRI y del PAN han
venido utilizando. Todos dicen que la generación eléctrica privada
es más barata que la de la CFE. Todos dan cifras pero no pruebas. Todos
omiten que se trata, deliberadamente, de sustraerse a la industria
eléctrica nacionalizada a la que atacan.
Hoy, esos argumentos son además inútiles. Con la contra reforma energética de Peña Nieto ya no existe ninguna industria eléctrica nacionalizada. Pero los hechos allí están. El GDF es promotor de la privatización eléctrica. Mancera podrá seguir en la frivolidad y el protocolo, sus hechos lo revelan en la tesitura política de Peña. Muy pronto el negocio dejará de parecer atractivo y será un fracaso. Queda la opción de ampliar la generación privada para abastecer al DF en otras áreas. Eso es posible y más lo sería con un gobierno en manos del PRI o del PAN, para los cuales parece que trabaja Mancerita. La política eléctrica del GDF es desafortunada. Más en el contexto de la privatización energética. ¿Cómo puede decir el PRD que se opone si gobierna con la misma política que Peña Nieto? ¿De qué le sirve a Mancera tomarse la foto junto a Cárdenas? Por ese camino el proyecto político de la izquierda electorera será cada vez más neoliberal, basado en el contratismo y plagado de corrupción. No es esta la única acción desafortunada del PRD. También está destacadamente la feroz campaña antiCFE, cuando esta representaba a la industria eléctrica nacionalizada. Los diputados perredistas consideran que la gestoría es la prioridad número uno e, incluso, única. Golpear a la industria nacionalizada, misma que jamás defendieron, les resultaba redituable clientelarmente hablando. Los resultados de esta política errática están a la vista. Al haber permanecido durante un año en el Pacto por (contra) México, el cual firmó el PRD con el PRI y el PAN, terminaron por servirle a Peña Nieto. Tal política contraria al interés de la nación, significa la desnacionalización energética, el despojo por las transnacionales, el sometimiento al capital, todo lo contrario al discurso de cualquier izquierda descolorida y tibia. Esa es la izquierda real, dirán los perredistas y otros. Tal vez, pero eso no es lo que necesita ni el país ni el Distrito Federal. Ref: 2014, elektron 14 (184) 1-2, 29 mayo 2014, FTE de México. Relleno sanitario Bordo Poniente Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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