Al menos cinco marchas por el mismo lugar. Es la expresión de la división obrera. Numéricamente pocos, ninguna marcha llenó al Zócalo. El contenido político más que pobre, lastimoso. Los charros sindicales se apropian de la marcha en la capital e interior del país. En la casa presidencial, el tirano reunió a la familia corporativa de empresarios, gobiernos y charros “para celebrar”, hacer propaganda a sus reformas y mentir. No hay nada que celebrar, el 1º. de mayo no es para la celebración sino para la lucha obrera independiente. Para empezar NO es día del trabajo, tampoco se celebra NADA. Ambas tergiversaciones son auspiciadas por los medios, gobiernos y empresarios. El trabajo, en general, es una abstracción que se confunde con empleo, competitividad y otras baratijas. Conceptualmente, es un tema complejo y solo cobra relevancia en el terreno de la lucha de clases. Pero no se trata del día del trabajo. Esa fecha fue determinada por los sangrientos acontecimientos obreros de Chicago en 1886 y, a propuesta de Engels, se realiza una marcha conmemorativa desde 1890. La jornada es, entonces, de lucha y de protesta. ¿Celebrar? ¿Acaso se puede celebrar el asesinato obrero? En la lógica mercantil el capital le ha destinado al menos un día a lo que se le ocurre para promover las ventas. El día de la madre, del padre, etc., etc. para comercializar las fechas y los sentimientos. Eso le reditúa altas ganancias. Lo mismo hace el “día del trabajo”. Pero su origen no fue este, ese día incluso se declaró la huelga, en términos de suspensión de las labores. La jornada de lucha es la más importante del año en el mundo. Ese día, cualesquiera sean las condiciones, salen a las calles millones de obreros. En este sentido es una conquista obrera que lleva más de cien años. Políticamente, la situación es disímbola, en algunos casos la protesta es de alto contenido, en otros solo un ritual que se repite. Generalmente, la lucha es contra los gobiernos, patrones e imperialismo. Charrismo, brazo del imperialismo México es un caso patético.
Conquistado en medio de una dictadura militar, el llamado “desfile”
del 1º de mayo pronto devino en la ocasión para darle “gracias
al señor presidente” en turno, al menos, declararle el apoyo
acrítico.
Con la salida presidencial del PRI vino una cierta retirada del Zócalo capitalino, no así de las principales ciudades del país. Con el regreso del PRI vuelve la “borregada”. Esta vez los charros llenaron medio zócalo. No son muchos, apenas 50 mil trabajadores obligados a asistir, con riguroso pase de lista. Globos, matracas, pancartas de colores, enmarcaron el acto efectuado por la mañana. Las cúpulas del Congreso del Trabajo (CT) y de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) organizaron un mitin. En el acto sólo hubo alabanzas a los programas del gobierno, por lo que los trabajadores lanzaban rechiflas a los oradores e incluso hubo burlas y risas cuando uno de los dirigentes, Fernando Alberto García Cuevas, de la Confederación de Trabajadores Campesinos (CTC), indicó que la celebración del Día del Trabajo “que se realiza en todos los planetas del mundo, se reúnen hoy para defender sus derechos”. Todo el Zócalo se rió (Muñoz P., en La Jornada en línea, 1 mayo 2014). Envejecidos, los charros sindicales, a los que los medios llaman “dirigentes”, siguen dominando a los trabajadores. Movimiento no hay, ni sindical ni obrero. Lo que hay es acarreo, ritual en nombre de los trabajadores, con alguna presencia de éstos. El acto es grotesco. El charrismo asentado en su contrario lo sigue manipulando y utilizando a conveniencia. Los oradores, muy malos por cierto, no saben articular un discurso que suena falso. ¿De qué habla Gamboa Pascoe, si nunca ha sido trabajador sino patrón y charro a la vez? ¿Qué sabe de salario más que expoliar a sus propios compañeros? ¿Y Víctor Flores, el gangster ferrocarrilero, qué sabe de lucha obrera? Por supuesto, es inútil pedirle peras al olmo. Lo grave es que ya son más de cien años y nada cambia. Para justificarse, los charros pidieron que las reformas del gobierno se traduzcan en mejores salarios. Esto es, no pasan del nivel economicista. Pero ni esto siquiera porque solo son frases, su política consiste en aceptar lo que el gobierno les quiera dar. Por tratarse del 1º de mayo se ponen muy combativos, al día siguiente ya se les olvidó, regresa nuevamente el infierno obrero, charros, gobierno y patrón dedicados a agredir impunemente a trabajadores. Los charros de la CROC no asistieron al Zócalo, su cúpula organizó un festival en el Palacio de los Deportes, con rifas, fiesta y baile “para celebrar”. Pocos pero divididos En la década de los 1970s, la Tendencia
Democrática del SUTERM logramos conquistar el 1º de mayo como
jornada de lucha, en el Zócalo e interior del país. Durante muchos
años, el sindicalismo llamado “independiente”, no por razones
políticas sino para distinguirlo del sindicalismo oficialista,
luchó por tener un espacio en la marcha. Los medios, en su secular
manipuleo le llaman “independiente” a lo que quieran sea o no. Es el
caso. Después de muchos intentos, se logró llegar al
Zócalo.
¿Para qué? Para exhibir debilidad. Jamás se ha llenado. En los últimos años, no se llena medio Zócalo. Esta vez estuvo peor porque las escasas fuerzas marcharon separadas. Por años, se decía que la “unidad” consistía en marchar por el mismo lugar a la misma hora. Esta vez, aún siendo la misma ruta, las marchas fueron diversas, cada quien por su lado. La Unión Nacional de Trabajadores (UNT), liderada por los viejos charros Francisco Hernández Juárez (38 años en el puesto) y Agustín Rodríguez (va para 24), marcharon apenas unos metros (sic) para llegar al Zócalo. Algunos contingentes, como el de Pilotos (ASPA) se manifestaron contra la quiebra de Mexicana de Aviación. Con el contingente de la UNT marcharon los mineros, dedicados a apoyar a su líder, quién forma parte de una dictadura familiar que se prolonga ya más de 60 años. ¡Ridículo! Peor es el caso de los telefonistas, accionarios hiper minoritarios de Slim, quienes confunden la marcha obrera con una patronal. “Los telefonistas rechazan la pretensión de aplicar tasa cero a interconexión y 7 a larga distancia, porque implica subsidiar a la competencia”. (sic). Nadie mencionó a Carlos Slim, pero está implícita la defensa de su emporio. “Por la participación de la telefonía en el triple play”, decían algunas de las pancartas. La UNT simuló la pequeña marcha y realizó un mitin en el Zócalo. Los oradores vociferaron diversas quejas, todas correctas. Lamentablemente, el nivel es lastimero, defensivo, lloriqueante. Ni una sola propuesta, ni ahora, ni antes ni después. Telefonistas, universitarios de la UNAM y otros sindicatos menores formaron al contingente que ocuparía menos de medio Zócalo. Apresuradamente, las cúpulas dieron por concluido el evento. Tenían prisa por acudir a Los Pinos para “celebrar” con el tirano. Cada quien por su lado Le llaman “Nueva central”, es apenas una
versión más del Frente Sindical Mexicano, con más
precisión una versión de la cúpula smeíta que le
llama “nueva” al aparato número 64 que existe con el nombre
de “central” o “centralita”.
Encabezados por el SME, la marcha empezó en el monumento a la Independencia y recorrió Paseo de la Reforma. También asistieron los compañeros tranviarios que empujan en un carrito la manta gigante de la ANT, así como algunas organizaciones solidarias como el Frente Popular Francisco Villa, Como siempre ocurre, el mitin estuvo muy desangelado. No es para menos, nadie quiere oír a los mismos charros. Otra vez, Esparza se dedicó a repetir la misma perorata gremial. Entre las nuevas “ocurrencias” propuso que se formen cooperativas de consumo y comités de usuarios contra la industria eléctrica, para fortalecer la afiliación a la Nueva central. Este neocharrismo no ha evolucionado. Durante la década de los 1930´s, en plena euforia nacionalizadora, la propuesta del SME consistió en formar una cooperativa eléctrica. ¿Qué podía esperarse ahora en el declive? Desde luego, no se llenó ni medio Zócalo. Aunque hubo oradores de la CNTE, los maestros llegaron aparte casi al final. La CNTE se va por su lado Para los maestros de la CNTE, lo fundamental es su lucha
gremial y la negociación de la misma por separado. A los demás los
quieren para el discurso, en los hechos cada quien jala por su lado. Así
fue este 1º de mayo.
Maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) marcharon de la Estela de Luz a la Secretaría de Gobernación para hacer entrega de su pliego petitorio nacional, cuyo principal eje es la defensa de la educación pública y de sus condiciones generales de trabajo (Poy L., en La Jornada en línea, 1 mayo 2014). En entrevista, los secretarios generales de Oaxaca, Rubén Núñez Ginez; de Michoacán, Juan José Ortega Madrigal, y del Distrito Federal, Enrique Enríquez, afirmaron que el mensaje al gobierno federal es claro. “Venimos organizados con un plan único de lucha y venimos a decirles que vamos por una negociación nacional, pero también para ver las condiciones que se enfrentan en cada uno de los estados, por lo que no vamos a desistir de la abrogación de la reforma educativa”. De acuerdo con cifras del Gobierno del Distrito Federal, marcharon alrededor de mil 500 maestros. La CNTE entregó al gobierno federal su pliego petitorio y acordó con la Secretaría de Gobernación iniciar un diálogo el 7 de mayo para analizar los 10 ejes de sus demandas. Los maestros inconformes reiteraron que mantendrán la exigencia de que se abrogue la reforma educativa y el rechazo a la armonización de las leyes secundarias en sus estados (Poy L., en La Jornada, p.4, 2 mayo 2014). Emplazaron al gobierno federal a que dé una respuesta pronta a sus peticiones y advirtieron que el fortalecimiento del campamento nacional que mantienen en el Monumento a la Revolución, así como la realización de paros y marchas en la capital y las principales ciudades del país, “será definido el 11 de mayo en asamblea nacional representativa, para mantener un plan de acción único”. La marcha llegó al Zócalo, ocupando una parte mínima. La familia corporativa en Los Pinos Como ha sido una costumbre en los
regímenes del PRI y del PAN, al dejar de asistir al
“desfile”, el presidente en turno invita a las cúpulas
charras a Los Pinos. Allí, en la casa presidencial, aprovecha para
hacerse propaganda ante un auditorio sumiso.
La imagen es grotesca. Se reúne la familia fascista, como le llamaba Mussolini. Gobierno, patrones y charros sindicales se citan para “celebrar” al presidente en turno. Este da a conocer supuestos logros, en este caso magros en materia de empleo y salarios. Por supuesto, nadie los discute. Por tratarse de la coyuntura, Peña Nieto se dedico a lo que sabe hacer: mentir. Aprovechó la ocasión para magnificar su propuesta de reforma energética privatizadora y hacer aseveraciones falsas y mentirosas. Al celebrar el Día Internacional del Trabajo, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que las reformas estructurales que impulsa su gobierno, particularmente la energética, crearán los “miles de nuevos empleos” que requiere el desarrollo del país (Román J.A., en La Jornada, p.3, 2 mayo 2014). “La reforma energética permitirá que México crezca más rápido y que su economía sea más competitiva a nivel mundial”, afirmó. Ante los principales líderes sindicales del país, representantes empresariales e integrantes de su gabinete, Peña Nieto informó que en el primer trimestre del año se crearon 256 mil 264 nuevos empleos, 17 por ciento más que en el mismo periodo de 2013, según los datos más recientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Por los charros sindicales asistieron las cúpulas del CT, CTM y UNT. En el acto, realizado en la residencia oficial de Los Pinos, el mandatario aprovechó la celebración para referirse, en gran parte de su discurso, a las “bondades” de las reformas constitucionales y legales impulsadas por su gobierno. Dijo que las leyes secundarias en materia energética atraerán “grandes inversiones” y generarán miles de nuevos empleos; que las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, tendrán más energía a menor precio y que, junto con otras reformas y acciones, como el Programa Nacional de Infraestructura –presentado recientemente–, se crean nuevas bases para el desarrollo económico. Acciones en provincia En el interior del país, la jornada es
dominada por los charros sindicales. Salvo excepciones, en casi todas partes se
trata de un “desfile”, sin consignas ni pancartas, con bandas de
guerra y acarreo total. Los gobernadores y presidentes municipales abren el
desfile del brazo de los charros locales. Todos se manifiestan
“obreristas” (para la foto), al siguiente día son lo
contrario.
No obstante, las marchas del 1º de mayo en la provincia son las más numerosas e importantes del año. Desde luego, el control charro es férreo, su desnaturalización es casi total y su contenido político casi nulo. Hay, por supuesto, honrosas excepciones. La marcha por el Día del Trabajo realizada en la capital de Oaxaca por la sección 22 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) y organizaciones sociales terminó con ocho jóvenes detenidos por quemar la bandera de México, mientras en Cancún, Quintana Roo, el alcalde Paul Carrillo huyó cuando taxistas se enfrentaron a golpes con profesores (en La Jornada, p.5, 2 mayo 2014). En Acapulco, Guerrero, el ex gobernador Rubén Figueroa eludió a normalistas y profesores afiliados a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg). En 33 de los 43 municipios de Tamaulipas no hubo celebración oficial masiva, ni en Culiacán, Sinaloa. Ocho jóvenes que se hicieron llamar “anarquistas” fueron detenidos luego de que retiraron la bandera de México del asta bandera de la alameda de León, en la ciudad de Oaxaca, la quemaron y pusieron en su lugar una bandera negra con una A encerrada en un círculo. Los “anarquistas” se incorporaron a la marcha de la sección 22 y a su paso pintaron casas y negocios sobre la avenida Juárez de la capital oaxaqueña, salvo la Casa Oficial, oficina alterna del gobernador Gabino Cué. Al concluir la movilización, los profesores entregaron en el palacio de gobierno su pliego petitorio de este año, que incluye 900 plazas automáticas para los egresados de las 11 escuelas normales de la entidad, basificación de 9 mil maestros y abrogación de la reforma educativa. En Benito Juárez (Cancún), el alcalde Carrillo abandonó el templete desde donde presenciaba el desfile oficial cuando integrantes del sindicato de taxistas Andrés Quintana Roo se liaron a golpes con profesores que se manifestaron en repudio a la reforma educativa. En ese momento, camiones de bomberos activaron sus sirenas para acallar a los mentores. El reportero Antonio Ortiz tomó con un teléfono celular fotografías de la pelea entre choferes y profesores y un sujeto le hurtó el aparato. Ortiz y otros periodistas intentaron detener al ladrón, quien escapó porque policías no lo arrestaron, sino al comunicador, quien presentó denuncia por robo y abuso de autoridad. En Chetumal, policías antimotines y empleados de la dirección de gobernación vestidos de civil frenaron momentáneamente a unos 150 integrantes del Comité de Lucha Magisterial, del SNTE, de la Coordinadora Nacional de Padres de Familia, de Tutores en Defensa de la Nación y del Movimiento Regeneración Nacional que pretendieron incorporarse al desfile del primero de mayo. Los inconformes pudieron pasar frente al templete donde el gobernador Roberto Borge vio el desfile, pero sólo después de que el mandatario se retiró. Estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa y profesores de la Ceteg irrumpieron en el desfile realizado en Acapulco, lo que impulsó al ex gobernador Rubén Figueroa y a funcionarios de los tres niveles de gobierno a huir del acto luego de que los inconformes les arrojaron botellas de agua, botes de cerveza, macetas y playeras. Dos protestas simultáneas retrasaron el inicio del desfile en Acapulco, una de casi mil policías municipales que ayer cumplieron 14 días en paro y otra de militantes del Partido del Trabajo que tomaron el templete durante 10 minutos. Unos 3 mil integrantes de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado en Guerrero se manifestaron en Chilpancingo, frente al palacio de gobierno, además de que miles de trabajadores, maestros, damnificados por las lluvias de septiembre pasado y normalistas realizaron cuatro marchas por separado. Integrantes del Frente Único de Normales Públicas del Estado de Guerrero exigieron que se entreguen plazas a unos 700 egresados de las nueve normales públicas de la entidad. Los estudiantes tiraron la reja de la Secretaría de Educación en Guerrero, pintaron el inmueble y bloquearon la Autopista del Sol México-Acapulco de 13 a 15 horas. Más de 10 mil trabajadores marcharon desde cuatro puntos de Morelia, Michoacán, al palacio de gobierno, entre ellos miembros del SNTE, de la Asociación de Trabajadores de Michoacán y de la CNTE, que repudiaron las reformas estructurales y exigieron mejores condiciones de vida. Unos 20 mil de maestros de las secciones 7 y 40 del SNTE e integrantes de otros sindicatos marcharon en Tuxtla Gutiérrez y en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, para protestar por las reformas estructurales. Asimismo se manifestaron profesores frente al templete en el desfile realizado en Mexicali, Baja California, mientras integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima se enfrentaron entre sí durante el desfile en la capital de su entidad. En Tlalnepantla, estado de México, el obrero José Luis Olvera, de 45 años de edad, falleció por una hemorragia cerebral después de la celebración, efectuada en la explanada del palacio municipal, a la que asistió el gobernador Eruviel Ávila. En Sinaloa, el secretario general de Gobierno, Gerardo Vargas, atribuyó a la Confederación de Trabajadores de México que se cancelara la celebración en Culiacán –donde se manifestaron la CNTE y jubilados de la Universidad Autónoma de Sinaloa– porque avisó en un oficio que no habría desfile, pero “no dio a conocer la causa, sólo la suspensión”. El gobernador Mario López Valdez asistió al desfile celebrado en Los Mochis, cabecera municipal de Ahome. En Hermosillo, Sonora, miles de integrantes de la CNTE, trabajadores de la Universidad Autónoma del estado –en huelga desde hace 65 días– y padres de las víctimas del incendio en la guardería ABC marcharon entre señalamientos contra el gobernador Guillermo Padrés y el presidente Enrique Peña. En Guadalajara, Jalisco, al menos 3 mil personas se manifestaron de la avenida Chapultepec a la plaza de armas, para exigir libertad de afiliación sindical y en repudio a las reformas del gobierno federal. Hubo protestas integradas a los desfiles oficiales celebrados en la capital de Chihuahua y en el puerto de Veracruz. Los anarquistas al ataque Así autollamados, estos grupos se reunieron en el
monumento a la Revolución y al final marcharon hacia el Zócalo.
Como es su costumbre, el plan consiste en enfrentarse a la policía luego
de quebrar vidrios y asaltar comercios. Después, intentaron llegar a
Televisa desistiendo en el camino para dispersarse.
Alrededor de 80 autodenominados anarquistas rompieron cristales de dos sucursales bancarias y de una tienda de ropa para hombres, sobre avenida 5 de Mayo, en el Centro Histórico, sin que ninguno fuera detenido (Servín M., en La Jornada, p.39, 2 mayo 2014). Los jóvenes, vestidos de negro y con los rostros cubiertos con pasamontañas, máscaras y bufandas negras rompieron con piedras y palos los vidrios de las sucursales de Bancomer y Santander. En Palma y 5 de Mayo, los embozados rompieron con tabiques el aparador de la tienda Aldo Conti. A pesar de la intensa lluvia que se desató poco después de las 16 horas, los anarquistas siguieron su camino hacia el Zócalo. Momentos después tomaron el Metro para dirigirse a las instalaciones de Televisa, en avenida Chapultepec, la cual fue rodeada en cuestión de minutos por más de 500 policías. Al bajar en la estación Balderas, los alrededor de 30 anarquistas que quedaban se dispersaron sin llegar a la televisora, por lo que después la policía capitalina también se retiró. Falta mucho más Mientras se siga soportando a la peor calamidad obrera
que es el charrismo, no será modificado el escenario. La lucha contra el
charrismo, hasta extirparlo en todos los sindicatos, es la tarea número
uno. Se trata de eliminar a toda modalidad del charrismo, envejecido, corrupto,
demagogo y violento. Esto supone la reorganización del movimiento obrero
de México, hoy inexistente incluso en el nivel sindical.
Ref: 2014, elektron 14 (157) 1-8, 2 mayo 2014, FTE de México. Mitin del Congreso del Trabajo, 1º de mayo de 2014 FOTO: El Universal La CTM en el Zócalo, 1º de mayo de 2014 FOTO: G. Sologuren El sindicalismo oficial en el Zócalo, 1º de mayo de 2014 FOTO: El Universal Mitin de la UNT en el Zócalo, 1º de mayo de 2014 FOTO: C. Ramos La “Nueva central” del SME, 1º de mayo de 2014, FOTO: A. Meléndez Maestros de la CNTE, 1º de mayo de 2014, FOTO: M. Pelaez Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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