Volumen 14, Número 284, abril 30 de 2014
 


La mentira como dogma



Lo dice Peña Nieto y los demás repiten. Solo hablan no argumentan ni demuestran. Dice Penchyna, senador del PRI, que de aprobarse las leyes energéticas secundarias bajarán los precios del gas y la electricidad. Lo mismo dijeron para aprobar la reforma constitucional desnacionalizadora, iniciada con la privatización furtiva desde 1992. De entonces a la fecha, ha sido al revés: más privatización, mayores precios y tarifas.


Mentiras de Penchyna

David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía del Senado, dijo que, una vez aprobadas las leyes secundarias en materia energética, en los siguientes 18 meses bajarán los precios de la luz y el gas, e insistió en que es improcedente una consulta popular sobre las modificaciones constitucionales en este tema (Cruz A., en La Jornada, p.10, 5 abril 2014).

Sobre los proyectos de leyes secundarias, próximas a llegar al Congreso, el legislador priísta recordó que se trata de 29 iniciativas y la intención de su partido es lograr su aprobación en el actual periodo ordinario de sesiones o, de ser necesario, en uno extraordinario.

Penchyna participó en el seminario de armonización legislativa Reformas para transformar a México, organizado por el Partido Revolucionario Institucional, la fundación Colosio y la Conferencia Nacional de Legisladores Locales del PRI (Conalpri), en la cual intervinieron algunos de los diputados y senadores que formaron parte en el proceso de reformas legislativas realizadas en el año anterior.

A David Penchyna le tocó comentar sobre la reforma energética. En un lenguaje coloquial que incluyó palabras altisonantes, explicó y defendió el contenido de los cambios constitucionales. Es, dijo, junto con las otras reformas, la más trascendente en los pasados 60 años.

Respecto de la consulta popular sobre la reforma energética, recordó que la última palabra la tendrá la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero “no va a ir”. Es una “bandera electorera” y “tramposa”, señaló.

Tramposas mentiras

El discurso no es propio ni original, fue diseñado por los asesores de la CIA contratados por el gobierno de Peña Nieto. Se trata de una asesoría de imagen fascistoide, consistente en pagar publicidad oficial para repetir la misma mentira. Tanto la han repetido por la prensa escrita, radio, televisión e internet que creen que es la única verdad.

Esto es, al gobierno no le basta imponer compulsivamente reformas antinacionales, inscritas en la política neoliberal del imperialismo, cuyo principal dogma son las privatizaciones a ultranza. No, como el Estado carece de consenso, entonces fabrica uno aunque sea falso. Para ello cuenta con los recursos públicos y los medios de comunicación masiva a su servicio.

Pero esa táctica no implica que sea verdadera. En el caso energético, Peña Nieto y demás funcionarios y legisladores han reiterado que con la reforma constitucional, que desnacionalizó a las industrias petrolera y eléctrica, bajarán los precios del gas y las tarifas eléctricas. En un principio, dijeron que también bajarían los precios de las gasolinas pero pronto dieron marcha atrás.

El gobierno puede decir lo que quiera pero eso no significa que es verdad. Hablan de crecimiento económico y ellos mismos, antes de lo previsto, reducen constantemente las expectativas. Dicen que no habrá privatización y a los medios internacionales (p.e. Financial Times) le declaran que sí la habrá. Hablan de que mejora la seguridad y la inseguridad en todo el país es cada vez mayor, llegando a niveles de descomposición como en Michoacán. Al gobierno no se le debe creer nada.

Hablan pero no demuestran

David Penchyna es senador del PRI y preside la comisión de energía. Es el ejemplo típico de políticos mediocres, rastreros y corruptos. Aparte de lépero, de energía no sabe absolutamente nada, jamás ha trabajado en el sector, no sabe como funciona un foco, tampoco sabe de qué está hecho el petróleo. Lo que sí sabe es repetir las consignas del imperialismo y traicionar a la nación.

¿Con que base, qué datos, qué argumentos, se atreve a decir que bajarán los precios del gas y de la electricidad? ¡Ninguna!, es un simple chantaje demagógico para impulsar la aprobación compulsiva, ahora de la legislación energética secundaria.

Después, dirán que con el siguiente gobierno sí bajaran los precios y lo condicionarán a votar por el PRI. Para ese momento, las industrias petrolera y eléctrica ya no serán nuestras pues no solo estarán desnacionalizadas sino privatizadas.

¿Por qué no demuestran lo que dicen? Porque no pueden. El gobierno de Peña Nieto funciona como una tiranía, no solo de incapaces sino de cínicos. Esta vez, manipulan a la sociedad ofertándole un beneficio individual a cambio de aceptar la entrega del patrimonio colectivo. Pero ni siquiera ese magro beneficio pueden cumplir.

Lo que dice el gobierno son solo “dichos”, carentes de contenido jurídico, y lo que importa son los hechos debidamente probados. Pretenden supuestas bondades, creyendo dogmáticamente que por el solo hecho de privatizar, poniendo a la industria energética en manos de transnacionales, eso conduce a una reducción en los precios de las mercancías producidas.

Hasta hora, los hechos demuestran exactamente lo contrario. Si es cierto que Penchyna demuestre lo que dice con datos y pruebas.



Ref: 2014, elektron 14 (144) 1-2, 19 abril 2014, FTE de México.


Barco de Oceanografía. Según el discurso del gobierno, la corrupción no existe, el contratismo es benéfico, la impunidad es normal.





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