Cuba denuncia métodos de guerra no convencionales que utilizan los Estados Unidos en colaboración con sus aliados europeos para generar caos. El manual se conoce como Circular de entrenamiento 18-01 del ejército estadounidense e indica instrucciones para provocar caos e inestabilidad, como es el caso de Venezuela. No es la primera vez, algo similar ocurrió en 2002 contra el presidente Chávez. En el país bolivariano hay provocación imperialista cínica con el objetivo de derrocar al gobierno y apoderarse del petróleo.
El documento intitulado “Special
Forces Unconventional Warfare”, TC 18-01, fue emitido por el Departamento
del Ejército de los Estados Unidos con fecha 30 de noviembre de 2010 y
está contenido en 97 páginas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, denunció los métodos de guerra no convencional que emplea Estados Unidos en colaboración con sus aliados europeos para provocar escenarios de inestabilidad política en países como Venezuela, y señaló que esas acciones están fundamentadas en un manual de operaciones de las fuerzas especiales del ejército estadunidense, conocido como Circular de entrenamiento 18-01 (PL, AFP, Reuters, en La Jornada, p.20, 7 marzo 2014). La publicación de la circular data del 30 de noviembre de 2010, meses antes de que comenzaran las masivas protestas que llevaron al derrocamiento de los gobiernos de Egipto, Libia y Túnez, y tres años antes de que se desataran las manifestaciones opositoras en Ucrania, donde el gobierno constitucional fue remplazado por una administración interina el mes pasado. “La Circular 18-01 describe la realización de operaciones subversivas encaminadas a atacar y degradar la moral o fuerza política, sicológica, económica o militar del adversario, su cohesión y efectividad, y a distanciarlo de la población, socavando el poder de un gobierno al divulgar que es incapaz de gobernar con efectividad”, explicó Rodríguez en conferencia de prensa. Para desautorizar a los gobiernos, precisó el canciller, el manual sugiere acudir al “apoyo de un socio de coalición o un tercer país para debilitar y restar legitimidad a un gobierno, segmentar a la población y generar descontento, influir o crear líderes y unificarlos ideológicamente, utilizar a los emigrados, provocar actos catalizadores y crear condiciones favorables para la intervención con el empleo de propaganda, manifestaciones y sabotajes, aun en ausencia de hostilidades declaradas”.
Rodríguez refirió que en
agosto de 2011 un alto funcionario de seguridad nacional estadunidense
afirmó que la nueva estrategia de Estados Unidos es más eficaz y
menos costosa que la practicada por el gobierno de George W. Bush, basada en la
ocupación militar directa. La del presidente Barack Obama es “una
liberación nacional mediante el desarrollo de un movimiento local”,
puntualizó Rodríguez.
El canciller también destacó que el 22 de febrero pasado, el presidente de Cuba, Raúl Castro, denunció que “no pocas analogías pueden encontrarse en los manuales de guerra no convencionales, aplicados en varios países de nuestra región latinoamericana y caribeña, como hoy sucede en Venezuela y, con matices similares, se ha evidenciado en otros continentes, con anterioridad en Libia y actualmente en Siria y Ucrania. “¿Pueden Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) dar garantías de que el uso de la fuerza y estos conceptos de guerra no convencional no son aplicables y no se aplican hoy contra Venezuela?”, apuntó Rodríguez, quien además denunció que “el intento de extender la OTAN hasta las fronteras de Rusia constituye una grave amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad internacionales”. El canciller se refirió además a las relaciones con la Unión Europea e informó que su gobierno acogió con “satisfacción” la decisión de la comunidad de normalizar los lazos con la isla. Provocación en Venezuela La denuncia cubana es oportuna, su veracidad está
probada. Hay, además, antecedentes de la aplicación de estos
métodos del imperialismo en Venezuela. Es el caso del DOSSIER
CONFIDENCIAL N° 5, elaborado en 2002 por el Equipo Técnico Asesor
para la Comisión de Estrategia de la Coordinadora Democrática, con
el objetivo de derrocar a Chávez.
En ese Dossier se establecían con detalle las acciones de provocación a realizar así como aquello que debía hacerse en caso de detención. El intento de golpe de Estado contra Chávez contó con el apoyo de los empresarios y de la cúpula de la CTV, central sindical que era la sede en turno de la central imperialista ORIT (CIOSL) hoy Confederación Sindical Internacional (CSI). Los planes golpistas incluyen acciones económicas, políticas, psicológicas y de provocación directa. Los destinatarios son cualquier sector social, preferentemente lumpen, e incluyendo a las fuerzas armadas. Se trata de un verdadero plan de contra insurgencia. Eso es lo que se está aplicando en estos momentos en Venezuela. El asunto no es personal, no se trata de Maduro, el fondo es geopolítico y a los gringos les interesa el petróleo venezolano. Para ello, deben derrocar a cualquier gobierno bolivariano e imponer a un títere. La oposición es minoría, por eso acude a la provocación y a la violencia. La dirección no es local, Capriles y López son simple servidumbre de Obama. El FTE expresa su solidaridad con el pueblo venezolano y llama a multiplicar la solidaridad bolivariana. Ref: 2014, elektron 14 (95) 1-2, 10 marzo 2014, FTE de México. Petroleros de PDVSA en apoyo a la revolución bolivariana Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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