Volumen 14, Número 282, marzo 26 de 2014
 


La calamidad del fracking



Se trata de perforaciones masivas, dispersas, profundas y con alta incertidumbre. Uno de los efectos es la sismicidad artificial inducida. En Los Ramones, N.L., el proyecto Monterrey VI muestra evidencias calamitosas. Es apenas el principio del desastre social y ambiental. La extracción de gas de lutitas es nociva a la nación. Los habitantes sienten que “la tierra se mueve”, son pobres y están en peligro sus casas.


Política energética nociva

Extraer el gas de lutitas es una de las grandes apuestas del gobierno federal en turno. A pie juntillas le ha creído al departamento norteamericano de energía. Este asegura que existen vastas reservas en el norte del país. La voracidad gubernamental para producir hidrocarburos lo ha llevado a desnacionalizar las industrias energéticas, mediante reformas constitucionales regresivas.

Pero extraer gas de lutitas no es simple. Primero, no existen las reservas que el gobierno dice. Tan es así que este siempre se refiere a recursos NO prospectivos, es decir, NO descubiertos. Se trata de una burbuja financiera que se ha venido desinflando. Además, es un método ambientalmente nocivo, por tratarse de perforaciones masivas, profundas y dispersas que ocasionan muchos problemas. Se requieren altos volúmenes de agua que termina desperdiciándose, se induce sismicidad artificial y se contribuye a la alteración del clima, entre otros aspectos. Los daños al medio ambiente y a la salud de las personas son alarmantes. Por ello, en Estados Unidos y en Europa se han presentado varias protestas.

Para el capital se trata de un negocio especulativo con el suelo porque los proyectos ni siquiera son rentables. ¿Por qué, entonces, el gobierno y sus asesores insisten en este rubro? Una primera razón es por ineptos, sus asesores son falsos expertos, el propio ITAM desconoce los procesos de trabajo energéticos. Dos, es muy alta su sumisión, consistente solo en repetir los dictados de los organismos financieros del imperialismo. Tres, son traidores a la nación y hacen hasta lo indebido para asegurarle la seguridad energética a los Estados Unidos; como éstos, pretenden sacar los hidrocarburos donde quiera que estén al precio que sea porque su urgencia es mucha.

Esta política energética antinacional es nociva a la nación. El siguiente es un reportaje de Sanjuana Martínez, publicado en La Jornada, que ilustra la situación calamitosa que ya está provocando el fracturamiento hidráulico (fracking). La historia está ocurriendo en Los Ramones, Nuevo León. Los subtítulos y comentarios son nuestros.

“Sienten” que la tierra se mueve

Álvaro Cortez Plata no sabe lo que es el fracking, tampoco tiene información sobre el llamado plan Monterrey VI, ni mucho menos conoce el nombre de la trasnacional que contrató a Pemex para extraer gas shale de este pueblo, pero desde el pasado octubre ha sentido un centenar de veces que la tierra se mueve; un temblor que empieza con una especie de bramido, seguido de un vaivén como de olas de mar y, finalmente, de un crujido que cuartea paredes, rompe vidrios y levanta los pisos (Martínez S., en La Jornada, p.7, 16 marzo 2014).

“Es un ronquido que sale de la tierra, una explosión; vibra todo, algo que nunca había sentido en lo que llevo de vida”, dice este campesino de 64 años mientras muestra las grietas de su casa de adobe, ubicada en este municipio, epicentro de los sismos, a 80 kilómetros al norte de Monterrey. Su hija, Argelia Sanjuanita, muestra los destrozos del interior: “Todavía anoche y a las ocho de la mañana de hoy, sentimos otros temblores. La gente que vive cerquita del pozo tiene peor sus casas, algunas ya se derrumbaron”.

Se refiere al pozo Tangram I, ubicado al norte del ejido Campestre Zambrano, por el camino real, frente a las rancherías La Peña y La Fresadita. Es uno de las decenas de pozos perforados en la cuenca de Burgos para extraer ese hidrocarburo bajo el sistema de fracking (fractura hidráulica) que ocasiona los movimientos telúricos y la contaminación de millones de litros de agua.

La relación fracking-temblores le queda clara a los vecinos y al juez de barrio del ejido Las Enramadas, Agustín Jaime de la Cruz Tijerina: “los sismos empezaron junto con la perforación de los pozos. Los que quieren el gas son los gringos, es una multinacional que contrató a Pemex, pero las pipas no tienen logotipo. Aquí hay 100 casas con familias y ya todas están dañadas. ¿Quién nos va a pagar? El municipio informa que el gobierno del estado, pero éste dice que no tiene nada qué ver, y Pemex se exculpa y dice que no tiene porque pagarnos nada”.

Reforma energética criminal

Con la reforma energética de Enrique Peña Nieto, Pemex tiene contemplados en la franja de la cuenca de Burgos que corresponde a Nuevo León, unos 10 mil pozos explotados por trasnacionales extranjeras, por eso el gobernador Rodrigo Medina advirtió que es sólo el principio.

Este municipio, cuyo subsuelo es rico en hidrocarburos, está rodeado por ríos: el San Juan, de caudal permanente, atraviesa el municipio en el sur, y el Pesquería pasa por la parte central, junto a los arroyos de Ayancual y Mojarras, algo que preocupa a sus habitantes por la inminente contaminación del agua.

“Yo estaba chiquillo cuando aquí andaban los gringos sacando gas, pero no había temblores, tenían otros métodos. Los gringos no querían gas, sacaban aceite para hacer gasolina”, dice don Homero Rodríguez Guajardo, que anda “pisando los 90 años”, y se muestra molesto porque ahora su casa esta “rajada”.

El epicentro de la actividad sísmica se encuentra entre los municipios de Los Ramones, General Terán y Anáhuac, en un radio de 60 kilómetros a la redonda donde la perforación de decenas de pozos ha dejado este territorio como queso gruyere: “Ahorita hay unos siete pozos que están explotando; se encuentran en El Rebaje, y ya están sacando gas en Rancho Nuevo, El Carrizo y Los Horcones. Haciendo aire, zumba, por las llamaradas. Tenemos dos o tres sismos por día. Los techos se están empezando a mover. Mire las grietas”, dice Claudia Yadira Leal Carrasco, de Las Enramadas, la zona más dañada está junto a los ejidos del sur, como La Conquista, Los Ayala, Los Ébanos, El Porvenir...

Desde la última llanura del estado, la sierra Papagayos, rumbo a la frontera con Estados Unidos, se divisan las fumarolas de los pozos perforados por Pemex para extraer el gas shale, pese a que el alcalde panista, Sergio Gómez Castillo, ha dicho que los trabajos se habían suspendido, debido a la alarma de la población y para hacer estudios sobre el fracking.

Pero el padre del anterior alcalde del mismo partido, Santos Salinas Garza, fue detenido hace unos meses por el delito de “posesión ilícita de hidrocarburos”. De acuerdo con la averiguación previa AP/PGR/NL/ESC/2576/D/2012, lo capturaron con otros tres hombres, en un tractocamión y un semirremolque con combustible robado; traían 36 mil 718 litros de gasolina Magna, 2 mil 214 litros de diesel, 50 litros de gasolina Magna UBA, 71 mil 210 pesos en efectivo, mangueras y adaptadores para descargar el combustible.

Sismos de 4.5 grados

A los vecinos del ejido Garza González no se les olvida que algunos funcionarios se siguen beneficiando de la situación, por eso desconfían de la autoridad municipal. “La mesa ejidal nos dio sólo 5 mil pesos a los vecinos para que Pemex entrara a nuestros terrenos a perforar pozos, pero sabemos que allí hay mucho más dinero”, dice Elías González, quien vive seis meses en el pueblo y el resto trabaja en Dakota del Norte.

Su casa está seriamente dañada. Ha gastado 23 mil pesos en reparar el piso. Los recientes sismos provocaron el levantamiento y “quebradero” de las baldosas de varias habitaciones. Las grietas abundan en paredes y techo: “Los que andan perfore y perfore, desde hace dos años, son los de Pemex. Son ellos los que están atravesando por muchas labores (terrenos de siembra). Aquí es peor la impunidad. Yo sólo alcancé 5 mil pesos, pero no sabemos con cuánto se quedaron los de la mesa de la comunidad. Son los que se están quedando con el dinero, por eso Pemex no quiere asumir nada. ¿Y a nosotros quién nos paga los daños?”

Según los registros de la Estación Sismológica de la facultad de Ciencias de La Tierra de la Universidad Autónoma de Nuevo León, ha habido más de cien sismos, el más reciente de 4.5 grados en la escala de Richter, una intensidad que puede aumentar hasta llegar a más de 8 grados, según advierte el ecologista Guillermo Martínez Berlanga, quien lleva años recorriendo la zona afectada por el fracking.

Sismicidad artificial

“Son sismos consistentes que ocurren cada rato por la actividad humana orientada a perforar profundamente en la tierra, sin prever las consecuencias. Quieren extraer el gas shale de la tierra y no en los océanos, que es donde deberían estar, pero es más caro y las trasnacionales no quieren gastar. Monterrey VI es un plan maquiavélico y aberrante, una verdadera mentada de madre”, dice en entrevista con La Jornada.

Explica que la técnica del fracking o fractura hidráulica consiste en romper el depósito hidráulico de la tierra con unos 15 millones de litros de agua, arena y 85 elementos químicos contaminantes a fin de romper o fracturar piedras o lutitas a la profundidad de 4 mil 500 metros: “rompen las capas hidráulicas, se genera el gas shale, ellos lo absorben, lo almacenan y es oro molido, pero se queda dentro el agua contaminada y afecta los mantos acuíferos. No están pagando el agua, no están pagando los daños, les sale barato en México, mientras 11 países han prohibido este sistema”.

Para la perforación de los 10 mil pozos se cuenta con el proyecto hidráulico Monterrey VI, un acueducto de 365 kilómetros que supuestamente garantizaría por 25 años el abasto con un costo de 17 mil 616 millones de pesos, 36 por ciento más de lo anunciado en un principio, con agua contaminada del río Pánuco: “Dios nos agarre confesados y confesos, porque si se contamina todo, no vamos a tener agua. Con el fracking van a dejarnos los contaminantes más perros del mundo. Si no paran esto, el futuro será de temblores, terremotos, mucha contaminación y, a largo plazo, desertificación, erosión y muerte”.

Los sismos están generando movimientos telúricos en la presa El Cuchillo: “un temblor más intenso provocaría el desbordamiento de la presa, y como consecuencia la desaparición del municipio de China. No quiero ni pensar en eso. Hemos solicitado que paren un momento las perforaciones para ver qué está pasando. Ya están inactivos, aunque dicen que siguen”, dice de manera confusa el profesor Simón Enrique Rodríguez Tijerina, secretario del ayuntamiento de Los Ramones.

El fracking debe prohibirse

Para Juan Alberto Hernández Arreola, de la Alianza Mexicana contra el Fracking, las perforaciones deben suspenderse inmediatamente: “Nos alarma la cantidad de miles pozos que se manejan. Con sólo 4 mil ya es una presa de La Boca y media. A diferencia de Estados Unidos, donde las trasnacionales pagan cantidades millonarias por los terrenos, aquí a la gente, por quitarle sus tierras, no le están dando nada. Es un problema social, no solamente ambiental. Exigimos que se prohíba esa práctica y se vean opciones de energías renovables”.

En el ejido Repueblo de Oriente, los niños de la escuela General Álvaro Obregón estaban preparando el concurso de la Reina de la Primavera cuando llegó el sismo. Pánico y llanto aún permanecen. La escuela quedó cuarteada, con vidrios quebrados. La mayoría de las construcciones de esta zona son pobres, no están preparadas para resistir actividad sísmica, por eso Fidel Uriegas García, trabajador del plantel, solicita apoyo. “No hay quien se haga cargo, nadie quiere reconocer nada”.

¡No al fracking hidráulico!

El FTE ha señalado que, según la oferta de la burocracia de Pemex a los inversionistas, se han identificado 200 oportunidades exploratorias para desarrollar los recursos del gas de lutitas (shale).

Esta burocracia estima recursos prospectivos, es decir, NO descubiertos, entre 150 a 459 mil millones de pies cúbicos (MMMpc). Por su parte, la Agencia Internacional de Energía (AIE), dependiente del departamento de energía de los Estados Unidos, los recursos (prospectivos) del gas de lutitas podrían alcanzar 681 MMMpc, que harían de la mexicana la cuarta reserva mundial.

El gobierno federal considera la posibilidad de extraer tanto gas como aceite de lutitas. En el primer caso, sería en las cuencas de Chihuahua, Sabinas, Burro-Picacho y Burgos; en el segundo, en Tampico-Mizantla y Veracruz.

Hasta ahora, Pemex ha estudiado en principio los pozos Habano-1, Emergente-1, Percutor-1, Nómada-1 y Montañés-1. Los resultados son inciertos.

Pero Peña Nieto y partidos políticos se apresuraron a reformar regresivamente a la Constitución para desnacionalizar a las industrias petrolera y eléctrica en 2013. Uno de sus argumentos “fuertes” es la extracción de los “cuantiosos” recursos de gas shale.

Por supuesto, jamás han considerado que para extraer estos recursos se requieren millones de litros de agua por pozo a efecto de realizar el fracturamiento de las rocas, que se deben utilizar cientos de compuestos químicos, que el agua residual queda muy contaminada afectando, incluso, a los mantos freáticos.

Por el contrario, la propia Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya promovió reformas regresivas a la legislación del agua para favorecer su uso en la extracción del gas de lutitas, en las cuencas que se caracterizan por su baja disponibilidad, incluso escasez crítica, del líquido.

Tampoco se consideran los problemas de la sismicidad artificial inducida. La inyección subterránea de fluidos induce sismicidad. El Fracking afecta a las placas tectónicas de la Tierra y produce un “desencadenamiento dinámico” que es una especie de estrés tectónico que resulta en la incidencia de multitud de sismos provocados.

No son los únicos problemas, hay más. Pero nada cuenta para el gobierno, su objetivo es la entrega del territorio al capital para su especulación, deterioro y arrasamiento.



Ref: 2014, elektron 14 (112) 1-4, 22 marzo 2014, FTE de México.



La torpe oferta del gas shale por parte del gobierno de Peña Nieto al capital extranjero





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