La calificadora de valores estima que la CFE está imposibilitada de hacer frente a las consecuencias de la reforma energética desnacionalizadora y será desplazada por las transnacionales y sus filiales. La CFE enfrentará la pérdida de la demanda industrial, la de mayor rentabilidad y mejores márgenes de ganancia. A la fecha, la privatización eléctrica furtiva autorizada por la CRE es del 55.2% de la generación total nacional.
Ante la imposibilidad de hacer frente a la potencial
pérdida de demanda de electricidad del sector industrial provocada por la
apertura energética, la Comisión Federal de Electricidad (CFE)
enfrentará un entorno más complicado a futuro, consideraron
analistas financieros (Rodríguez I., en la Jornada, p.29, 6 febrero
2014).
El desplazamiento de la CFE por productores particulares, en su mayoría extranjeros, continúa, pues los productores independientes de energía (PIE) poseen permisos para generar hasta 53.5 por ciento de la energía que se consume en el país, en sus diversas modalidades. La calificadora de valores Fitch advirtió que tras la reforma al sector energético, “los retos para CFE incluirán la potencial pérdida de demanda industrial –segmento que presenta mejores márgenes– y retos para alcanzar las metas de rentabilidad. La CFE podría ver el efecto de la reforma energética antes que Pemex”, afirmó Lucas Aristizabal, director de Fitch Ratings México. Al cierre de diciembre, 99.49 por ciento de las ventas fueron las directas al público, mientras el 0.51 por ciento restante se exporta. Si bien el sector doméstico agrupa 88.52 por ciento de los clientes, representan sólo 25.41 por ciento de las ventas directas al público. En cambio, en el sector industrial menos de uno por ciento de los clientes representa 58.45 por ciento de las ventas totales. Excesiva privatización furtiva Hasta el 31 de diciembre de 2013 la
Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha otorgado 726 permisos para
los productores de energía independientes, en todas sus modalidades
(autoabasto, cogeneración, exportación, pequeña
producción, importación y usos propios continuos) que les permite
generar hasta 33 mil 933 megavatios (MW), lo que significa ya 53.5 por ciento de
la infraestructura total de generación de la CFE que ascendió a 53
mil 597 MW.
En el sector eléctrico la reforma energética permitirá a las empresas del sector privado no sólo generar, sino también comercializar electricidad y venderla a empresas del sector privado, y no sólo a la CFE, con lo que se originará un mercado paralelo en detrimento de la eléctrica nacional. El autoabasto de grandes empresas como Walmart, Bimbo, Banamex, Grupo Salinas y Cemex ha estancado las ventas al sector industrial. La situación está peor Según la nota de prensa, los PIE’s
poseen permisos para generar hasta 53.5% de la energía que se consume en
el país en sus diversas modalidades. En realidad los PIE’s solo
generan para la CFE, actualmente, mediante 26 proyectos termoeléctricos
del tipo ciclo combinado a base de gas natural y 4 proyectos
eoloeléctricos. Eso contribuye con el 33.42% de la privatización
en operación de la CFE.
La capacidad de generación de la CFE en 2013 fue de 169,550 GWh, siendo la de los PIE’s de 85,090 GWh para hacer un total de 254,640 GWh. A nivel nacional, la generación privada fue de 199,378.76 GWh, siendo el total nacional de 378,679.80 GWh. Considerando la situación nacional, en sus diversas modalidades de generación privada, que incluye a los PIE’s más el Autoabastecimiento, Cogeneración, Importación, Exportación, Pequeña Producción y Usos Propios Continuos, la privatización llega al 55.24% de la capacidad de generación eléctrica total a nivel nacional, mediante los 726 permisos privados otorgados por la CRE al 31 de diciembre de 2013. Y aún será mucho peor Lo que menciona Fitch es previsible. Con la reforma
desnacionalizadora de Peña Nieto, las transnacionales y sus filiales
podrán generar libremente y comercializar la energía producida. La
planeación será inexistente, el margen de reserva hoy excedido se
volverá hipotético, todo quedará al desorden del mercado
para generar sin ton ni son. En este escenario, los industriales saldrán
de la CFE, es la tendencia seguida desde 1992.
Esto, aunado a las diversas modalidades privatizadoras, implica condiciones adversas para la CFE, ahora una empresa eléctrica más que contribuye apenas con el 44.76% de la generación eléctrica nacional. Hasta diciembre de 2013, la CFE representaba a la industria eléctrica nacionalizada, misma que no existe más. En el actual período extraordinario de sesiones legislativas se aprobará una nueva legislación secundaria. La Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) será abrogada y sustituida por una nueva ley eléctrica plenamente privatizadora. La desnacionalización eléctrica es una desgracia para la nación. Lamentablemente, casi nadie defiende a la ahora ex industria eléctrica nacionalizada. Las consecuencias que avizora la propia Fitch serán apenas el principio, la situación pronto evolucionará de manera sistémica y degenerativa. Así ocurrió antes de la nacionalización. Peña Nieto y partidos políticos llevan al país de regreso al pasado ominoso. ¿Y, la izquierda qué hace? Lo mismo de siempre, incapaz de haber comprendido a la nacionalización, su accionar se limita a seguir medrando en el aparato estatal. Objetivamente, el PRD y Morena han sido promotores de acciones en contra de la industria eléctrica nacionalizada. Ante la desnacionalización, simplemente, carecen de política. ¿Y, los trabajadores? Completamente ajenos, sumisos al charrismo sindical. Lucha independiente En secreto, los despachos a cargo del ITAM preparan
el descuartizamiento de la industria eléctrica nacional. Se trata de un
verdadero crimen. Mientras, a Rojitas lo relevaron de la dirección de la
CFE para poner a un itamita desconocedor e inepto, sin relación con el
sector, su único mérito es ser incondicional de
Peña.
Con la política antinacional seguida por el gobierno, la CFE se volverá literalmente una simple “comisión”, cada vez más empequeñecida. En cambio, el sector eléctrico privado se convertirá en el eje de la acumulación privada de capital. Para la nación vendrá más penuria, sometimiento y pobreza extrema. Todavía se puede impedir el crimen, hay que decidirse, mañana será más difícil. Ref: 2014, elektron 14 (60) 1-2, 12 febrero 2014, FTE de México. Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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