Las propuestas son acompañadas por un
discurso mentiroso y demagógico que pretende justificarlas. No se
presenta ningún diagnóstico serio, ni de ningún tipo, sobre
la industria eléctrica nacionalizada. Más aún, se soslayan
los importantes logros obtenidos pues ni se mencionan.
Torciendo la historia
re refieren a la evolución del sector en algunos de los aspectos
jurídicos. La situación actual no la analizan. Con referencia a
los retos repiten el discurso del Fondo Monetario Internacional que considera a
la privatización como la panacea para resolver los problemas sociales.
Eso es totalmente falso porque, en ninguna parte del mundo, el neoliberalismo ha
sido capaz de resolver ninguno de los problemas sociales fundamentales de la
humanidad, al contrario los ha agravado.
Fox propone desnacionalizar a la
industria eléctrica de México, retirarle constitucionalmente el
carácter de actividad estratégica a cargo exclusivo del Estado, y
ceder tan importantes funciones al sector privado el que recibiría
adicionalmente todo tipo de privilegios.
La propuesta de Fox ¡es un
sueño dorado para los capitalistas privados! Harían los negocios
de la vida a cargo del patrimonio de la Nación garantizándoles,
por la propia Constitución, las cuotas más altas de ganancia.
Sería como un superimperialismo gratuito, o imperialismo esclavista, en
toda su expresión.
La nacionalización de la industria
eléctrica de México quedó expresada en la parte final del
artículo 27 constitucional, reforzada en el artículo 28
párrafo cuarto. Ahora, Fox propone nuevos textos radicalmente distintos,
en un arrebato desnacionalizador.
Pero Fox está perdido, el pueblo de
México jamás aceptará semejante
barbaridad.
Consecuencia de la nacionalización eléctrica, la
Constitución mexicana dice actualmente en el párrafo sexto del
artículo 27 constitucional:
y, no obstante
varias regresiones ocurridas recientemente como en el caso de los ferrocarriles
y la comunicación satelital, el párrafo cuarto del artículo
28 constitucional indica:
Así, de acuerdo al artículo 27,
corresponde “exclusivamente” a la Nación llevar cabo todas
las fases del proceso de trabajo eléctrico, mismas que constituyen al
servicio público de energía eléctrica.
Expresamente se
indica que NO se otorgarán concesiones a los particulares.
La
“electricidad” es una área estratégica según lo
establece el artículo 28, por lo mismo solo podrá llevarse a cabo
por el Estado, a través de los organismos correspondientes como lo indica
el artículo 25 constitucional.
Con fecha 16 de agosto, el tirano presentó la siguiente
propuesta de “Decreto por el que reforman los artículos 27 y 28 de
la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos”
La modificación que propone Fox es de fondo y es
contrarrevolucionaria. Es una propuesta privatizadora, desnacionalizadora y
atentatoria del orden constitucional vigente.
Las propuestas de Fox se
indican en dos artículos del decreto de ley que presenta Mediante el
primero, se modificaría al articulo 27 constitucional y, con el segundo,
al artículo 28 constitucional. Por supuesto, a partir de allí,
habría una serie de consecuencias derivadas del 25 constitucional, y en
las disposiciones de la legislación secundaria la que sería
adecuada en términos de las contrareformas
constitucionales.
“ARTICULO
PRIMERO.- Se reforma y adiciona el párrafo sexto del Artículo
27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
para quedar como sigue:
“Artículo 27.-
“Corresponde exclusivamente a la
Nación la prestación del servicio público de energía
eléctrica, en los términos que establezca la ley; en esta materia
no se otorgarán concesiones a los particulares y la Nación
aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dicho
fin. Los particulares podrán generar energía eléctrica para
consumo propio y para el Estado, así como generar electricidad y prestar
servicios a los usuarios cuyo consumo rebase los mínimos previstos en la
ley y cumplan con los requisitos que ésta establezca; el Estado
garantizará el acceso y uso no discriminatorio de la Red Nacional de
Transmisión y de las redes de distribución”.
Esto
significa la desnacionalización eléctrica, ¡nada
menos!
El gobierno foxista propone “torcer” lo dispuesto por la
Constitución política del país suprimiendo a la
Nación el derecho sobre la propiedad de su industria energética,
específicamente en materia eléctrica.
Fox propone desvirtuar
totalmente al artículo 27, deformando completamente el concepto de
servicio público. Este se refiere al conjunto de actividades que
constituyen al proceso de trabajo eléctrico, es decir, la materia de
trabajo propia de la industria eléctrica nacionalizada, que incluyen la
generación, transmisión, distribución y
comercialización. Sin estas fases no seria posible abastecer de
energía eléctrica a nadie.
Pero ahora, con una
redacción engañosa, se dice que “Corresponde a la
Nación la prestación del servicio público de energía
eléctrica, en los términos que establezca la ley”, esto, es,
la ley reglamentaria en la materia. En la propuesta de Fox sobre modificaciones
y adiciones la Ley de Servicio Público de Energía
Eléctrica, el mencionado servicio público se reduce a los
consumidores domésticos y otros pequeños consumidores, trastocando
completamente el concepto de servicio público.
Demagógicamente
indica que, en esta materia “no se otorgarán concesiones a los
particulares”. Esta falsa afirmación es la que permite a Fox
manejar un lenguaje publicitario para indicar que “No hay ninguna
privatización”.
Pero, hay privatización inocultable. Fox
pretende aprovecharse de la incultura política de nuestro pueblo,
desinformado de los detalles y con un análisis político escaso.
Pero, él mismo se pone al descubierto.
Dice en su propuesta que,
“Los particulares podrán generar energía eléctrica
para consumo propio y del Estado, así como generar electricidad y prestar
servicios a los usuarios que rebasen los mínimos previstos en la
ley”, es decir, 2500 Mw como se indica en la otra propuesta de Fox sobre
al ley reglamentaria.
Actualmente, la Constitución dice que en esta
materia no se otorgarán concesiones a los particulares y, eso es,
precisamente, lo que Fox ahora propone sin límites. Eso es
privatización, es desnacionalización eléctrica.
No nada
más, la propuesta de Fox establece que, “ el Estado
garantizará el acceso y uso no discriminatorio de la Red Nacional de
Transmisión y de las redes de distribución”. Es decir,
además de permitir lo que ahora la Constitución prohibe, Fox
plantea que el Estado les garantice a los particulares el uso de las redes
nacionales de transmisión y
distribución.
“ARTICULO
SEGUNDO.- Se reforma y adiciona el párrafo cuarto del Artículo
28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
para quedar como sigue:
“Artículo
28.-...
“No constituirán
monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las
siguientes áreas estratégicas: correos, telégrafos y
radiotelegrafía; petróleo y los demás hidrocarburos;
petroquímica básica; minerales radiactivos y generación de
energía nuclear; servicio público de energía
eléctrica y las actividades que expresamente señalen las leyes que
expida el Congreso de la Unión. La comunicación vía
satélite y los ferrocarriles son áreas prioritarias para el
desarrollo nacional en los términos del artículo 25 de esta
Constitución; el Estado al ejercer en ellas su rectoría,
protegerá la seguridad y la soberanía de la Nación, y al
otorgar concesiones o permisos mantendrá o establecerá el dominio
de las respectivas vías de comunicación de acuerdo con las leyes
de la materia”.
Esto representa la confirmación de la
desnacionalización eléctrica. “La electricidad”
referida a las funciones de la industria eléctrica nacionalizada
dejaría de ser, según Fox, una actividad
estratégica.
En la propuesta foxista, simplemente se suprime
una palabra, “electricidad”. Así de simple les parece a los
foxistas, tal vez creen que desnacionalizar es nadamás tachar de la
Constitución lo que no les gusta y ¡ya!.
Ahora proponen,
en sustitución, que es actividad exclusiva del Estado el “servicio
público de energía eléctrica”. Eso es contradictorio,
porque el servicio público de energía eléctrica es un
concepto de totalidad, que implica necesariamente la realización de todas
las fases del proceso de trabajo eléctrico. Por supuesto, Fox y asesores
entienden el concepto a su manera, deformando deliberadamente a tal concepto,
para referirse únicamente a las actividades de suministro
doméstico de esa energía.
Así, en tan
solo dos artículos se expresa la Traición a México. Con dos
exabruptos Fox propone dar por terminada la Nacionalización de la
Industria Eléctrica y procede a la DESNACIONALIZACION. Eso, por supuesto,
no será posible ¡Los trabajadores y pueblo de México no lo
permitiremos!
Dice Fox al final de su propuesta, en un artículo
transitorio:
“ÚNICO.- El
presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su
publicación en el Diario Oficial de la Federación”
Eso quisiera, pero eso, ¡no ocurrirá jamás!
Es cierto
que, en otras partes del mundo, los neoliberales han hecho lo que han querido
con el patrimonio colectivo de los pueblos, del cual se han apropiado
ilegítimamente. Es el caso, por ejemplo, de los países de Europa
oriental. Pero, en otras partes, el pueblo en lucha ha defendido ese patrimonio;
es el caso de Perú, por ejemplo.
En México, también
defenderemos a la Patria, su patrimonio y sus recursos, con todas nuestras
fuerzas. Estamos en pie de lucha dispuestos a vencer “Mexicanos al grito
de guerra...” como empieza señalando nuestro himno
nacional.