¡Desnacionalización!
Abrir totalmente al sector privado extranjero la generación, distribución y comercialización de energía eléctrica, propone Fox. Eso, es totalmente contrario a lo
dispuesto por la Constitución política del país. Sería la desnacionalización de la industria eléctrica de México. Rechazamos la propuesta y llamamos a la lucha de todos los mexicanos para defender a la Nación. ¡Abajo el gobierno foxista!
El gobierno de Fox dió primero la noticia en
el extranjero antes de informar al Congreso de la Unión. La
correduría norteamericana Merrill Lynch informó al respecto, otro
tanto se publicó en El País de España para el
regocijo de los inversionistas gachupines. Antes de que la propuesta de Fox
llegara al Senado, los medios nacionales informaron de la pretensión.
Publicaron que se trataba de un proyecto de “reforma estructural del
sector energético” y se proponía modificar a los
artículos 27 y 28 constitucionales. (Becerril A, Ballinas V, en La
Jornada 140802). De acuerdo con esas versiones la propuesta corresponde a
los señalamientos previos hechos por el secretario de energía y el
propio director de la Comisión Federal de Electricidad. Además
de pretender modificar a la Constitución, el proyecto foxista incluye
reformas y adiciones a la Ley del Servicio Público de Energía
Eléctrica, a la Ley de la Comisión Reguladora de Energía, a
la Ley Orgánica de la CFE y la del Centro Nacional de Control de
Energía. La propuesta de Fox en materia eléctrica profundiza
las contrareformas llevadas a cabo por Salinas de Gortari y destruye a la Ley
del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE).
¡Salinitas se quedó chico ante la arbitrariedad de
Fox! Además de legalizar constitucionalmente a la
privatización eléctrica furtiva que el foxismo lleva acabo
en la práctica, al margen de la ley, se plantea una nueva figura
jurídica adicional a las establecidas en 1992. Estas figuras no se
consideran parte del servicio público de energía eléctrica,
deformando deliberadamente a tal concepto. La nueva figura es denominada
"autoconsumidor de electricidad” De acuerdo con ésta, los
capitalistas privados podrán sustraerse del servicio público para
adquirir su energía eléctrica vía contratos bilaterales con
generadores públicos y privados o directamente en el despacho de
generación. También se propone que, se eleve a rango
constitucional el derecho de libre acceso de las empresas privadas a las redes
públicas de transmisión y distribución
eléctrica. De esta manera, se daría paso a una nueva industria
eléctrica totalmente privada, misma que ya se construye aceleradamente en
la ilegalidad a través de multitud de permisos otorgados. Al sector
privado pasarán las funciones para generar, distribuir y comercializar
energía eléctrica, con el libre acceso a la red nacional de
transmisión. El sistema eléctrico nacional dejaría de ser
propiedad de la Nación para entregarse a los capitalistas privados
extranjeros. Eso es, ni más ni menos, lo contrario a lo dispuesto
actualmente por la Constitución y que constituye la parte final del
párrafo sexto del artículo 27 constitucional incorporado con
motivo del decreto de nacionalización eléctrica del 27 de
septiembre de 1960. De esta manera, la industria eléctrica
nacionalizada quedaría reducida a prácticamente nada. La CFE y LFC
permanecerían como empresas estatales encargadas de funciones
mínimas, pues les sustraerían las fundamentales. De acuerdo con el
nuevo concepto deformado del servicio público de energía
eléctrica, dichas empresas se dedicarían a atender solamente a los
pequeños consumidores, los grandes consumidores industriales y
comerciales quedarían a cargo de las empresas privadas. Esos grandes
consumidores representan actualmente el 70 por ciento de los ingresos de la
CFE. En las modificaciones planteadas a la Ley del Servicio Público de
Energía Eléctrica se prevé otorgar a empresas privadas
concesiones hasta por 30 años para generar y vender el fluido a los
grandes usuarios, mismas que podrán ser prorrogadas en una o más
ocasiones. "De manera tramposa se asegura que la CFE y Luz y Fuerza del
Centro (LFC) seguirán prestando el servicio público e incluso se
modernizarán, pero en realidad se les condena a desaparecer", porque los
grandes consumidores del fluido eléctrico se asignarían a las
empresas privadas, ha dicho el senador priísta Oscar Cantón
Zetina. Según la argumentación de Fox, la propuesta
“responde a la necesidad de elevar a rango constitucional, para dar mayor
seguridad jurídica, el derecho de los particulares a realizar inversiones
tendientes a generar y aprovechar total o parcialmente el fluido
eléctrico que produzcan, y el de los particulares de llevar a cabo
también inversiones en instalaciones industriales que generen
electricidad requerida por los organismo públicos CFE y Luz y Fuerza del
Centro, a efecto de estar en posibilidad de cumplir con el propósito para
el que fueron creados". Esto significa que la CFE y LFC, ambas
empequeñecidas, quedarían como simples revendoras de la
energía producida por el sector privado, con todas las agravantes del
caso que llevarían a incrementar desmedidamente las tarifas
eléctricas. Eso sí, Fox propone que la CFE y LFC tengan
“autonomía de gestión”, inútil propuesta
orientada a quebrar a tales empresas desde ahora puestas en el camino de la
extinción deliberada. Según comentarios de Merrill Lynch, CFE y
LFC aportarían al fisco como empresas privadas. Un aspecto que
interesa mucho al foxismo es lo referente a la Comisión Regulador de
Energía, la que hace el juego sucio para la privatización furtiva.
En su propuesta, Fox propone reforzar a esa comisión facultándola
para fijar tarifas y metodología de precios. En el colmo agrega que a tal
comisión se le darán “atributos para representar los
intereses de los usuarios”. Por otra parte, se propone una nueva ley
orgánica del Centro Nacional de Control de Energía para
convertirlo en un órgano independiente que garantice el despacho
eléctrico. Así se completa el cuadro desnacionalizador. El 16
de agosto, la propuesta de Fox llegó al Senado de la República. En
el caso de la propuesta eléctrica incluye reformas a los artículos
27 y 28 de la Constitución, así como a cuatro leyes
reglamentarias. Esa propuesta no se dio a conocer de inmediato sino días
después pero, “se trataría de la propuesta en materia de
electricidad incluida en el Proyecto de Modernización Integral del Sector
Energético, en el que se plantean cambios y adiciones al párrafo
sexto del artículo 27 y al párrafo cuarto del 28 constitucionales,
así como a leyes secundarias para crear un mercado paralelo de
energía y dejar en manos de particulares el abasto de los grandes
consumidores de ese recurso” (Becerril A, Cuéllar M, Castellanos A,
Dávalos R, en La Jornada 170802). La modificación al
artículo 27 que propone Fox señala que, “Los particulares
podrán generar energía eléctrica para consumo propio y para
el Estado. Este garantizará el acceso y uso no discriminatorio de la Red
Nacional de Transmisión y de las redes de distribución" Esto
significa, simplemente, destruir en sus términos al actual párrafo
sexto del artículo 27 para terminar con la nacionalización
eléctrica. En la propuesta de modificación al artículo
28 se dice que, “No constituirán monopolios las funciones que el
Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes áreas
estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía;
petróleo y los demás hidrocarburos; minerales radioactivos y
generación de energía nuclear...” esto es, se suprime
“la electricidad”sustituyéndola por el nuevo concepto,
deformado y reducido, de “servicio público de energía
eléctrica”. En declaraciones a la prensa Fox dijo “No hay
privatización ni se pierde soberanía” Su cinismo y soberbia
no tienen límites, pero el pueblo de México lo pondrá en su
sitio. Fox se siente seguro porque piensa que cuenta con el apoyo del
charrismo sindical pero sus cálculos políticos son
erróneos. Esas mafias sindicales no son los únicos actores en la
lucha de clases y no representan a los trabajadores ni son dueños de la
industria eléctrica nacionalizada. Ha dicho que, hasta ahora, hay 17
plantas eléctricas que operan con participación privada y que el
sindicato está de acuerdo. No hizo precisiones pero es evidente que se
refiere a los charros del SUTERM, principalmente. Agregó que los
particulares construirán plantas como las que ya están en marcha.
Esto es, la privatización eléctrica furtiva seguirá,
según Fox. Pero el pueblo de México y los trabajadores no
estamos de acuerdo con Fox. Nuestra posición es de rechazo total a la
privatización eléctrica.
¡Venceremos!
Electricistas, defensores de la industria nacionalizada FOTO: m27_sme
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