¡No Privatización!
El PRD no avalará cambios constitucionales. Sectores de priístas se inconforman. Algunos empresarios no están tan seguros. Los charros sindicales tiemblan. Fox no tiene mayoría en el Congreso, está perdido dedicado a la corrupción. Los trabajadores y pueblo de México no daremos un paso atrás. ¡Abajo la propuesta privatizadora de Fox!
El Partido de la
Revolución Democrática (PRD) se ha manifestado claramente en
contra de la propuesta privatizadora de Fox. Martí Batres,
coordinador de la diputación priísta ha dicho que esa propuesta
será rechazada en el Senado. Rosario Robles, presidenta del PRD ha
reiterado el rechazo del partido a la privatización, independientemente
de insistir en su errónea propuesta de reformas a la legislación
secundaria. López Obrador ha sido más enérgico. En el
PRI importantes sectores se han manifestado en contra de la propuesta
privatizadora. “Fox busca engañar con su plan de reforma
eléctrica” ha dicho el senador Manuel Bartllet, indicando que
aunque afirma lo contrario Fox lo que quiere es privatizar a la industria
eléctrica. "Se trata de un proyecto tramposo, antimexicano, que no
tiene posibilidad de aprobarse en el Congreso, pero en el que Fox insiste,
seguramente para acallar las presiones de Bush y de los dueños de los
consorcios petroleros y eléctricos que financiaron su campaña
electoral" señaló el senador Oscar Canton Zetina A
través de Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo, Fox pretende dividir al
PRI. En éste, algunos sectores importantes se han interesado pero hay
otros rechazan tales pretensiones. Es el caso de los legisladores,
principalmente senadores. Si Roberto insiste en su política de favorecer
la privatización, “sería su suicidio político”
dijo el senador Roque Villanueva. Por lo demás, han dejado claro que
podrá haber las reuniones que se quieran, pero la reforma
eléctrica se decidirá en el Congreso no en la casa presidencial.
Salvo 3-4 proclives a la privatización, la mayoría de los
senadores priístas de ha manifestado en contra cualquier
pretensión de modificación constitucional en materia
energética. Los priístas que se oponen a la
privatización han señalado que "Lo que ahora sigue es una fuerte
campaña publicitaria para continuar con la mentira y la falacia de que su
proyecto no va encaminado a entregar a transnacionales la industria mexicana de
la electricidad" El propio Bartllet ha aclarado que el planteamiento de crear un
mercado paralelo significaría el desmantelamiento de la Comisión
Federal de Electricidad (CFE) ya que le quitarían a los grandes
consumidores. Peor sería el caso de Luz y Fuerza del Centro
(LFC). Varios empresarios han expresado sus dudas, no están seguros
de que la iniciativa foxista sea aprobada. No es que estén en desacuerdo,
ellos serían los principales beneficiarios de la privatización.
Pero saben que Fox no tiene consenso, ni argumentos ni política propia.
Se trata de un gobierno indiscutiblemente empresarial pero la lógica de
los grandes capitalistas es muy pragmática. Los charros sindicales
están temblando aunque aparenten lo contrario tratando de minimizar los
“acuerdos” de Madrazo con Fox. Hasta ahora, los charros del SUTERM
han sido beneficiados con la privatización eléctrica furtiva. El
propio proyecto foxista podría mantenerlos en la cúpula de la
mafia sindical otorgándoles la titularidad de los nuevos contratos
colectivos de trabajo en la industria eléctrica privada, como ocurre
actualmente. Sin embargo, tienen un conflicto de intereses con su propio
partido, y no ignoran que la destrucción de la industria nacionalizada
los incluye. La posición política del PRI y del PRD es
importante porque juntos constituyen mayoría en el Senado. Los
legisladores del PAN son segunda minoría, necesitan aliarse con el PRI
mediante opacas negociaciones, con el PRD (tercera minoría) no
sería suficiente. Fox procede de manera “tramposa”
confundiendo a la opinión pública y a ciertos priístas,
pactando indebidos negocios. Sin embargo, la situación no le es
favorable. Por una parte, los trabajadores y el pueblo de México
estamos en total desacuerdo con cualquier privatización eléctrica.
Por otra parte, para que haya modificaciones constitucionales se requiere de una
mayoría calificada en el Congreso de las dos terceras partes (2/3). Fox
no tiene mayoría, requeriría “comprar” a todos los
senadores del PRI (50). No es imposible, pero sí difícil y, en ese
caso, el PRI asumiría un costo político superlativo e
innecesario. Por supuesto, son posibles acuerdos para un Plan
B. En este caso, no se aprobaría ninguna
modificación constitucional pero sí reformas a la
legislación secundaria que permitan la participación privada en
términos “aceptables” para las transnacionales a las que
sirve Fox. En ese contexto, PAN, PRI y PRD tienen “muchas”
coincidencias. Lo importante, en todo caso, es la posición de los
trabajadores y pueblo de México. Movilizados en las calles del
país una sola es nuestra consigna:
¡Abajo Fox y su gobierno!
¡No privatización eléctrica,...
en ninguna de sus modalidades!
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