Una vez aprobada por la mayoría de los congresos estatales, la comisión permanente del Congreso de la Unión la declaró válida la reforma energética que desnacionaliza a Pemex y a la CFE y la envío al Ejecutivo para su promulgación. Con infamia, Beltrones celebró el fin del “sacrosanto” artículo 27 constitucional. “Hipócritas nacionalistas” les llamó a quienes defendemos el petróleo. El Congreso de sátrapas se descalificó así mismo y para siempre.

Manlio Fabio Beltrones Rivera calificó de “hipócritas nacionalistas” a quienes defendieron a Petróleos Mexicanos (Pemex) y los hidrocarburos como propiedad de la nación, y definió a quienes avalaron la enmienda constitucional como “aquellos que sí estamos pensando que los cambios son obligados” (Méndez E., Garduño R., en La Jornada, p.3, 19 noviembre 2013).

En un fuerte discurso para responder a las críticas de la oposición e incluso al PAN, el diputado Beltrones Rivera aseguró que el mayor riesgo del país “es no hacer nada o seguir a aquellos que no proponen nada y se quedan paralizados por el tiempo y la derrota. Hoy avanzamos aquellos que quisimos construir. Y atrás se quedaron los que no tienen nada que ofrecer más que su amargura”.

Ayer (18 de noviembre), la Comisión Permanente del Congreso de la Unión declaró válida y envió al Ejecutivo para su publicación la reforma que permite a las trasnacionales explorar, explotar y transportar el petróleo, así como incluir los hidrocarburos mexicanos como parte de sus activos.

La estrategia de acelerar la reforma continuó en la primera sesión de la Permanente. Apenas habían transcurrido 10 minutos del inicio de la sesión y de inmediato la mesa directiva hizo la declaratoria.

Beltrones es un vulgar sicario del tirano. Mafioso contumaz, investigado por la DEA norteamericana, se ostenta como el jefe diputadil del PRI y se considera “perdona vidas”. Esta vez se expresó soezmente, como acostumbra, pero lo hizo en un momento y un contexto que agravia más a la nación.

De entrara, celebró haber dado fin al “sacrosanto” artículo 27 constitucional, lo mismo que al 28. A los defensores del petróleo nos llamó “hipócritas nacionalistas”. No, el hipócrita es él, aunque jamás haya sido “nacionalista”. Pero su propio partido sí lo fue, incluso hizo del nacionalismo la ideología oficial. Hoy, el PRI no lo es más, no le queda ni el recuerdo.

Beltrones es un individuo sin escrúpulos. Por ello fue puesto al frente de la borregada lumpen. Es, además, un traidor a México, como Peña Nieto y Videgaray. Al igual que éstos, Beltrones padece de torceduras conceptuales. Una vez dijo que, con la privatización energética, “el gobierno seguirá siendo el dueño absoluto del petróleo”.

El individuo piensa con las patas. El gobierno NO es el “dueño”, ni siquiera el Estado, sino la nación. Con la reciente reforma, el gobierno se apropia del patrimonio colectivo, lo entrega a las transnacionales y terminará recibiendo migajas.

Beltrones, parafraseando a su antecesor sonorense (Alvaro Obregón), no resistió el cañonazo de las transnacionales. Siempre ha sido corrupto, por eso ahora, supura pus y vomita heces.

Mientras senadores y diputados de PRD, PT y Movimiento Ciudadano (MC) cuestionaron el trámite, que se dio con el pronunciamiento del presidente de la mesa directiva, Ricardo Anaya Cortés (PAN), éste señaló que “el reglamentillo” del Congreso permitía que la citada declaratoria no pasara por la ratificación del pleno de la Comisión Permanente.

En tribuna, el coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, celebró que después de décadas de debate el Congreso reformó “el sacrosanto” artículo 27 constitucional en materia de hidrocarburos.

“No es la primera vez que tocamos artículos que parecían invencibles o inmaculados. Para eso está el Congreso, para poder traducir las necesidades del país en reformas que permitan avanzar, salir de la mediocridad en la que nos hemos encontrado muchos años, que no nos ha dejado crecer económicamente y por ello genera pobreza, desigualdad e incluso hambre. Es la hora de tomar decisiones, debatir, acordar, construir, caminar y avanzar”, afirmó.

También cuestionó la postura del senador Javier Lozano (PAN), quien previamente presumió el respaldo al presidente Enrique Peña Nieto para la reforma aunque, dijo, en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón el PRI se negó a impulsar un cambio en ese sentido.

“Lamento se mencione que en otros años no pudimos hacer una reforma como ésta, pero nadie presentó una iniciativa de reforma a la Constitución”, sostuvo Beltrones.

Una vez hecha la declaratoria y tras la participación de legisladores de todas las bancadas, la Comisión Permanente dio paso al mismo tema en la “agenda legislativa”.

En tanto, el senador Manuel Bartlett Díaz (PT) reprochó la actuación vergonzosa de las legislaturas que, refirió, en sesiones de dos o cinco minutos ratificaron un documento de 300 cuartillas sin leerlo.

“Nunca se había torturado de esa manera la aprobación de una declaratoria. ¡Es un escándalo! Es una vergüenza que se imponga una regresión histórica de esa manera”, afirmó.

Si en los congresos locales, la desnacionalización energética se aprobó en 10 minutos (Querétaro), incluso en 2 (Veracruz) y sin quórum (San Luis Potosí), no extraña lo que hicieron los legisladores al declarar la validez de su reforma en unos cuantos minutos. No obstante su declarado cinismo patológico, su inconciente los delata y quieren poner fin a su fechoría cuanto antes. Lo mismo hará Peña Nieto para promulgar la nueva Constitución reformada regresivamente.

Peña, diputados y senadores del PRI, PAN, PVEM y Panal proceden con infamia en el más turbio robo en la historia de México. Son viles sátrapas porque abusan del poder que ostentan y hacen lo que quieren, a cambio de prerrogativas personales, sucias y menores. Son los traidores de siempre a quienes persigue la maldición de Malinche. Ese “Congreso” es indigno y se descalificó para siempre por hipócrita y traidor.


Ref: 2013, elektron 13 (495) 1-2, 20 diciembre 2013, FTE de México.