Volumen 13, Número 273, noviembre 28 de 2013
 


Coldwell pide apoyo a empresarios



Como carece de argumentos el gobierno de Peña Nieto acude a los aparatos, nacionales y extranjeros, para que apoyen su propuesta de DESNACIONALIZACION energética. Los empresarios felices, entre dogmáticos y pragmáticos. No es a la “izquierda” (electorera) a la que teme Coldwell, esa le es funcional al Estado, le teme al pueblo que aún desorganizado se oponemos al atraco contra la nación.



El sueño de Coldwell y empresarios


Privatizadores compulsivos

El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, pidió a las decenas de empresarios reunidos en el vigésimo congreso anual del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior promover la reforma energética porque, dijo, “lo importante es no dejar que prevalezcan únicamente los argumentos de quienes se oponen” (González S., en La Jornada, p.27, 22 noviembre 2013).

Según el secretario, es cuestión de días que la reforma sea aprobada en el Congreso de la Unión. Cuando al término del encuentro empresarial, el secretario fue cuestionado por la prensa si la recolección de firmas de ciudadanos que realiza el PRD para solicitar una consulta pública al respecto impedirá que salga este año, se limitó a insistir que “es urgente y no debe esperar porque está en peligro la seguridad energética del país”, aun cuando dijo que las fuerzas políticas que disienten están en su derecho de solicitar tal consulta.

Aclaró que no está en plan de pelear contra la izquierda sino de dialogar, pero en una discusión a fondo sobre la reforma energética, y remarcó que “las voces que están a favor también se manifiesten”.

No quieren diálogo sino imposición

Ni Coldwell ni Peña ni Videgaray quieren ningún “diálogo”. Están acostumbrados al diálogo de sordos. En materia energética, además, ¿con quién sería ese diálogo? ¿Con Cárdenas, con AMLO, con el PRD? Esa “izquierda” no es tal y ese “diálogo” lo tienen comprado. La prueba: las “coincidencias” en la privatización furtiva que apoya el PRI, el PAN, Cárdenas y Obrador. Además, a la “izquierda” domesticada la tienen dentro del propio Pacto contra México.

La diferencia está en la reforma constitucional. PRI, PAN y PVEM proponen la desnacionalización energética plena; Cárdenas y AMLO se oponen. Claro que, en gran medida, esa oposición es de palabra y DENTRO del marco institucional.

El arma máxima de Cárdenas es la consulta popular para el 2015, la de Obrador es el cerco a las Cámaras el día que voten la reforma. ¿A eso le teme Coldwell?

No lo creemos. Lo que ocurre es que la reforma de Peña está desacreditada antes de aprobarse. Se trata de un descaro como no había ocurrido después de la expropiación petrolera de 1938 y la nacionalización eléctrica de 1960. La pretensión de Peña y secuaces es ilegítima. Digan lo que digan, NO tienen consenso social.

Por supuesto, eso no les importa, dirán. ¿No? Sí está en su interés porque el Estado siempre requiere del consenso, aunque sea simulado, comprado o falsificado. Consenso real y democrático no lo hay ni lo puede haber. ¿Y, qué? En cada elección el PRI simula el consenso y gana, lo mismo puede hacer con la consulta de Cárdenas.

Cifras sin sustento

González refiere que, en su ponencia, el secretario afirmó que con el aumento de la renta petrolera que según se pronostica generará la reforma energética se creará un fondo a largo plazo, como existe en otros países, que servirá para apuntalar el ahorro público, las pensiones del sector público y eventualmente realizar inversiones en educación e infraestructura.

También reveló que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no recibe ingreso alguno por 21.8 por ciento de la energía eléctrica que genera debido a que se pierde en las líneas de transmisión, no se cobra o es robada.

Explicó que en los últimos años las pérdidas en la transmisión de la electricidad crecieron 15.3 por ciento en México, en contraste con la reducción de 9.8 por ciento que al respecto registran en promedio los países de la OCDE.

Expuso que las tarifas eléctricas en México resultan 25 por ciento más caras que las de Estados Unidos y hasta 73 por ciento más elevadas si no se toman en cuenta los subsidios, además de que en América Latina, México es la tercera nación con las tarifas más caras.

Si bien dijo que este es un país libre y democrático, Coldwell sostuvo que “lo importante es no dejar que prevalezcan únicamente los argumentos de quienes se oponen a las reformas, sino que también las voces que ven beneficios en la reforma es importante que salgan a expresarse”.

Maniobreros y corruptos

El fondo de que habla Coldwell sería creado por el gobierno para recibir los ingresos por la venta de petróleo crudo. La recolección de este sería CONTRATADA a “boca de pozo”, la comercialización también sería contratada. En esas funciones esenciales, Pemex no participaría en NADA. ¿Quieres que todo se haga perdedizo? ¡Forma un fideicomiso!

En el caso eléctrico, Coldwell atribuye grandes calamidades a las pérdidas por transmisión eléctrica. Su sustento es la OCDE y, con sus dichos, “argumenta” en favor de la privatización de las redes eléctricas de transmisión y distribución, incluyendo el control de energía. En la propuesta de Peña, le llaman Sistema Eléctrico Nacional (excluyendo indebidamente a la generación eléctrica que sería privatizada en forma abierta) y un nuevo “operador” llamado “independiente” se encargaría de estas funciones. Ese operador NO sería la CFE. Coldwell hace campaña, como si se tratara de su especialidad (alquimia electoral) para impulsar la desnacionalización eléctrica.

Que con la privatización habrá tarifas eléctricas más bajas es una gran mentira. Al contrario, a mayor privatización, mayores serán las tarifas, incluso sin que los privados pagaran NADA por la transmisión, distribución y control. En 1992, salinitas dijo que bajarían las tarifas, ya se privatizó el 52% de la generación eléctrica nacional, ¿han bajado? Con el 100% tampoco bajarán, será a la inversa.


Ref: 2013, elektron 13 (439) 1-2, 25 noviembre 2013, FTE de México.







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