Ante diputados, Lozoya niega acuerdos secretos con el PAN. Más aún, niega que la propuesta de Peña Nieto sea privatizadora. “Cuando se habla de privatización petrolera, decimos contundentemente no”. Pero, en los hechos, Peña y Lozoya contundentemente privatizan, peor aún, desnacionalizan. Ante la falta de argumentos, su cinismo es patológico.

El PeMEX de Lozoya y Peña

El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, rechazó que existan “negociaciones en lo oscurito” con el Partido Acción Nacional (PAN) para permitir tres tipos de contratos a empresas, y no sólo los de rentabilidad compartida, y sostuvo que en el gobierno de Enrique Peña Nieto “nadie está pensando en privatizar” los hidrocarburos (Garduño R., Méndez E., en La Jornada, p.17, 21 noviembre 2013).

Sin embargo, advirtió a la Cámara de Diputados que se necesita capital privado para incrementar la producción de hidrocarburos. “Se requiere invertir más y para ello hay dos formas: o complementamos con otros jugadores o endeudamos a Pemex y, por tanto, al patrimonio”, afirmó.

Lozoya compareció ante la Comisión de Energía, en el Salón Verde, y ante la advertencia de legisladores de que perder soberanía en materia petrolera será denunciado como traición a la patria, afirmó que Brasil y Colombia emprendieron sendos proyectos para permitir la intervención de compañías privadas “y ahí no se habla de privatización ni de traición a la patria, sino de modernización”.

Lozoyita solo sabe repetir a sus asesores del ITAM-WWC, de ahí es egresado y, como nunca ha trabajado en la industria petrolera, no la conoce ni sabe nada. Los ejemplos de Brasil y Colombia los copió del “estudio” que hizo el ITAM-WWC y que sirve de inspiración a Peña Nieto y Videgaray. Y, allá, también se les llama “privatización y traición”.

No es cierto que solamente haya dos opciones, a saber, privatizar o endeudarse. Ninguna de estas es opción. La alternativa es la que propone el FTE y consiste en adoptar una Política Energética Independiente, basada en el procesamiento industrial de los hidrocarburos. La política antinacional, basada en la simple extracción de crudo y su exportación, es una política que va al fracaso.

Por lo que hace a los legisladores no hay manera de confiarse. Para la foto dicen cualquier cosa, ya los veremos en los hechos. Allí, siempre traicionan a la nación.

Escribió Méndez que, el funcionario afirmó que México “no tiene dinero para invertir en todo” y que si bien la paraestatal ha destinado 24 mil millones de dólares para perforar 20 mil 300 pozos, elevar la producción requiere de 62 millones de dólares y perforar 50 mil 675 pozos. “¿Cómo se puede imaginar que una sola empresa puede realizar todo esto?”, insistió.

Lozoya fue citado a comparecer para explicar por qué la nueva refinería en Hidalgo ya no está incluida en el plan negocios de la paraestatal, pero la reunión derivó en las críticas de diputados del PRD, PT y Movimiento Ciudadano por el “carácter privatizador” de la iniciativa de Peña Nieto que pretende reformar los artículos 27 y 28 de la Constitución.

¿Perforar 50 mil pozos? Eso es ridículo. ¿Para qué? Para producir más petróleo, contestan Lozoya, Videgaray y Peña. ¿Si? ¿Dónde está ese petróleo? No existe, de lo que hablan es de recursos prospectivos, mismos que NO están descubiertos. Entonces, ¿qué van a sacar? ¿Quién asegura que los 50 mil pozos por perforar serán productores y de crudo de alta calidad? A priori, nadie, la mayor parte pueden ser “hoyos secos”, como hasta ahora.

Pero, lo más importante, suponiendo que hubiera más petróleo, adicional a las reservas probadas (1P), ¿para que quieren sacarlo? Para exportarlo a Estados Unidos. Esa política es un fiasco, en términos económicos y políticos. Con esa política se pretende garantizar suministros seguros de crudo a una economía insaciable, entregando la explotación de los hidrocarburos a depredadoras transnacionales.

¿Por qué perforar 50 mil pozos? La demanda nacional NO requiere ni siquiera la actual plataforma de producción, con la mitad sería suficiente. Lo que se necesita, urgentemente, es procesar el crudo y el gas internamente, precisamente, para elaborar productos petrolíferos y petroquímicos.

En respuesta a los cuestionamientos, Lozoya dijo que “cuando se habla de actitudes privatizadoras de este gobierno, de entregar la renta petrolera, decimos contundentemente no”.

Argumentó que las iniciativas de PAN y PRD, así como la de Peña Nieto “coinciden en que se debe fortalecer a Pemex, dotar de mejores mecanismos de flexibilidad”, pero no en la privatización.

En cambio, Miguel Alonso Raya, vicecoordinador del PRD, afirmó que la intención de la reforma sí es privatizadora. “Cuando se quiere modificar los artículos 27 y 28 de la Constitución, aunque lo nieguen, se busca abrir para que vengan empresas, sobre todo trasnacionales, a compartir con México la renta petrolera.

“Quieren quitar el carácter estratégico de los hidrocarburos y dar legalidad a los contratos de renta compartida”, advirtió.

Obviamente, la palabra “privatización” les disgusta a Peña, Videgaray y Lozoya. Con cinismo patológico rechazan, contundentemente, que sean privatizadores. Entonces, ¿qué son? ¿Desnacionalizadores, traidores, rateros? Contundentemente, son todo eso y más.

En cuanto a los diputados del PRD, siguen la misma política de Cárdenas chico, mucho rollo y mucha inconsecuencia, para mantenerse dentro del mismo aparato. Haber: ¡Hechos, antes de la traición! Después, no se “acordarán” de nada. Finalmente, a posteriori, es más difícil todo.


Ref: 2013, elektron 13 (437) 1-2, 24 noviembre 2013, FTE de México.