Volumen 13, Número 272, noviembre 18 de 2013
 


Marcos reivindica a los “anarquistas”



Censura ataques a anarquistas y los reivindica como adherentes a la Sexta declaración de la selva lacandona. Dice que se acusa a jóvenes y viejos anarquistas de desafiar al sistema. Hay evidente confusión. Una cosa es el anarquismo y otra el desmadre para reventar marchas, enfrentando a la policía sin ninguna política, y provocando detenciones ajenas. El despojo a la nación no es culpa de esos anarquistas. Sin embargo, Marcos y seguidores callan ante tan grave situación.


Adherentes a la Sexta

En un comunicado del 5 de noviembre, Marcos dedica un mensaje a los anarquistas adherentes a la Sexta declaración de la selva Lacandona, vista la campaña antianarquismo que levantan las buenas conciencias y la izquierda bien portada, unidas en santa cruzada con la derecha ancestral para acusar a jóvenes y viejos anarquistas de desafiar al sistema (como si el anarquismo tuviera otra opción). Esto, porque además de descomponer sus escenografías (¿lo de apagar la luz es para no ver a los anarquistas?), y que dicha campaña “es llevada al delirio con calificativos como ‘anarco-halcones’, ‘anarco-provocadores’, ‘anarco-porros’, ‘anarco-etcétera’ (por ahí leí el calificativo de ‘anarco-anarquista’, ¿no es sublime?) (Bellinghausen H., en La Jornada, p.14, 5 noviembre 2013).

“Las zapatistas, los zapatistas, no podemos ignorar el clima de histeria que, con tanta firmeza, demanda y exige que se respeten los cristales (que no muestran, sino ocultan, lo que pasa justo detrás del mostrador: condiciones laborales esclavistas, nula higiene, mala calidad, bajo nivel nutricional, lavado de dinero, defraudación fiscal, fuga de capitales). Ahora resulta que esas raterías mal disimuladas llamadas ‘reformas estructurales’, que el despojo laboral al magisterio, que la venta ‘outlet’ del patrimonio de la Nación, que el robo que el gobierno perpetra contra los gobernados con los impuestos, que la asfixia fiscal –que favorece sólo a los grandes monopolios–, que todo es por culpa de los anarquistas.”

Refiere que también se culpa a los anarquistas de que la gente bien ya no sale a las calles a protestar (Oiga, pero si ahí están las marchas, los plantones, los bloqueos, las pintas, los volantes. Sí, pero son de maestros-transportistas-ambulantes-estudiantes-o-sea-nacos-y-nacas-y-de-provincia), así como del asesinato de migrantes, de mujeres, de jóvenes, de trabajadores, de niños.

Ante ello, Marcos invita a “quienes se reivindican como de la ‘A’, bandera sin nación ni fronteras, y que son parte de la Sexta”, a que entreguen un texto breve donde respondan a las críticas y acusaciones que se les han hecho en los medios de paga. Estos textos serán publicados en una sección especial de nuestra página electrónica y en una revista-fanzine-como-se-diga próxima a aparecer en el mundo mundialmente mundial, dirigida y escrita por indígenas zapatistas. Les expresa: Compas anarquistas, nosotros no les vamos a achacar nuestras deficiencias (incluida la falta de imaginación) ni los vamos a hacer responsables de nuestros errores, ni mucho menos los vamos a perseguir por ser quienes son.

¿Anarquismo?

El anarquismo es una política que rebasa el simple enfrentamiento con la policía. Reventar marchas que no organizan y provocar detenciones de personas ajenas no es el objetivo de ninguna izquierda. Eso corresponde, más bien, a la derecha a la que se hace un favor gratuito, así fuere inconciente. Además, no son todos los que están ni viceversa. Eso favorece, en la confusión, a otros individuos con oros objetivos e intereses.

Sí, ya sabemos que todo se vale contra el Estado y que este mismo debe extinguirse. Pero eso no ocurre, ni automática ni mecanicistamente con simple voluntarismo, comprometiendo los difíciles esfuerzos organizativos realizados por otros. Lo más importante, el actual estado de cosas requiere no solamente la oposición sino una alternativa superior que reemplace a lo que se critica.

Hasta ahora, no hemos visto ninguna política coherente ni siquiera razones. Que Marcos reivindique a los “anarquistas” es una novedad, antes no lo había dicho ni sabíamos. Finalmente, Marcos puede hacer lo que quiera pero no por ello tiene la razón.

Los “anarquistas” han venido utilizando las marchas que no organizan para reventarlas. Eso no construye nada. Al contrario, invita a la represión sin sentido. Haber, que venga Marcos al D.F. a enfrentarse con la policía, nada más “por qué si”. Eso sería, por decir menos, irresponsable.

Evidentemente, las marchas existen, p.e., los maestros pero, en esas acciones no se permite la infiltración ni la provocación. En cambio, en otras acciones, esos grupos sin ser invitados, tampoco excluidos, acostumbran apropiarse de las marchas con el único objetivo de enfrentarse a la policía con petardos y provocar detenciones indiscriminadas.

El anterior 1º de septiembre fue ilustrativo. Esos grupos se apoderaron de la marcha, la que creyeron que era suya, sin respetar absolutamente a nadie y menos algún acuerdo previo. ¿Cuál fue el resultado? Tronar el objetivo de la marcha que era protestar contra la reforma energética de Peña Nieto.

¿Así es como se va combatir la venta ‘outlet’ del patrimonio de la Nación? Por cierto, hasta ahora es la única y muy pobre declaración de Marcos al respecto.

Que bien que aclaren sus razones y las asuman. Sería bueno que organizaran sus propias marchas, a ver si es tan fácil. Lo más importante es que se expresen políticamente, ser anarquista es mucho más que solo ser desmadroso.


Ref: 2013, elektron 13 (416) 1-2, 14 noviembre 2013, FTE de México.



Enfrentamientos con la policía el 1º de septiembre de 2013 FOTO: A. Domínguez





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