Diputados y senadores analizan los contratos petroleros de producción compartida, dicen funcionarios de Pemex. No es análisis sino cabildeo de las transnacionales. En el Congreso NO existe NINGUNA propuesta formal del PRI sobre reformas a la legislación secundaria; existe una iniciativa de reformas constitucionales. El PAN y el PRD proponen un paquete de reformas. De todas harán una sola y será privatizadora. ¿Qué analizarán, entonces? Lo que las transnacionales digan.

Mario Alberto Beauregard Álvarez, director de finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex), aceptó que entre las alternativas que se analizan en el seno del Congreso para ser incluidas en la reforma energética del gobierno federal están los contratos de utilidad compartida, las concesiones y además contratos de producción compartida (Rodríguez I., Cardoso V., en La Jornada, p.25, 8 noviembre 2013).

Durante su exposición en el foro México-Summit 2013, el Próximo Capítulo, organizado por la publicación especializada The Economist, el funcionario dijo que este es el abanico de modelos que se estudian, pero aseguró que en cualquiera de esas alternativas se puede replicar el efecto económico.

En su edición del miércoles pasado (6 de noviembre) el diario The Wall Street Journal reveló que el gobierno federal y el PAN negocian que petroleras privadas y el Estado mexicano compartan la producción de hidrocarburos y se apruebe la reforma energética antes de que concluya el año.

Al acudir en representación del director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, Beauregard insistió en la necesidad fundamental de otorgar certidumbre jurídica a cualquiera de los modelos por el que opten los legisladores.

El PRI, fuera de su iniciativa, propone los Contratos de utilidad compartida (CUC), el PAN propone Concesiones y Contratos de Producción Compartida (CPC). Son varias opciones dice Beauregard, funcionario de Pemex encargado no de las finanzas sino del cabildeo para desnacionalizar a Pemex.

Después de la publicación del WSJ respecto a acuerdos secretos entre el gobierno (PRI) y el PAN, ambos se tratan de justificar. No niegan los hechos porque no pueden, entre ambos partidos hay connivencia y coincidencia. Se trata de DESNACIONALIZAR a Pemex /y a la CFE) “como sea”.

La propuesta de Peña es muy agresiva, sería el FIN de la Nacionalización eléctrica (y petrolera). De un manotazo, culminaría la ruptura de la legalidad constitucional en materia energética. El PAN coincide. Diputados y Senadores se encargarán de la ejecución del crimen.

Pero el gobierno, tratándose de aparecer al margen, dice que el Congreso analiza el “abanico” de modelos mediante los cuales se entregará el petróleo a las transnacionales.

¿Quién decidirá? ¡El Congreso!, dice el gobierno. ¡Falso! Decidirán las transnacionales. El PRI y el PAN están confabulados. Si el PAN propone los CPC y las concesiones y el PRI solo los CUC, es para aparentar que existe discusión. Pero, en lo fundamental, ambos partidos están de acuerdo. Una vez desnacionalizada la industria petrolera (y la eléctrica), lo demás serán solo modalidades, todas antinacionales. Con la reforma constitucional regresiva, las transnacionales se apoderarán de las funciones constitucionales y recursos naturales energéticos, cualesquiera sean los modelos elegidos, mismos que, además, redactarán las propias corporaciones. Los legisladores se limitarán a votar por consigna, previo cabildeo y “cañonazo” de a 50 mil dólares.

Beauregard Álvarez recordó que la propuesta del gobierno es basada en contratos de utilidad compartida, sin embargo el PAN está a favor también de una reforma más profunda con cambios a la Constitución, pero con la figura de concesiones, y éstas son las opciones que los partidos políticos discutirán para determinar cuál es la mejor.

Ante analistas y directivos de bancos, consideró que el alivio fiscal de Pemex, propuesto en la reforma energética, por sí mismo no será la condición para que la paraestatal logre una mayor competitividad.

Sobre las recientes discusiones en torno a la reforma energética, el funcionario dijo: “Nos gustaría pensar en una independencia energética de Norteamérica con Estados Unidos, Canadá y México. Esa seguridad energética como región es una buena oportunidad”.

Anunció que Pemex se retirará de las actividades menos rentables y dejará al sector privado participar en los negocios más riesgosos y que requieren más tecnología.

La reforma fiscal no propone ningún “alivio fiscal”. Por el contrario, propone el mayor desbarajuste imaginable para consumar el ROBO a la nación. Además, un nuevo y racional régimen fiscal procede ahora, cuando Pemex representa a la industria petrolera nacionalizada. Después, siendo una empresita en vías de extinción, el régimen fiscal sería intrascendente. Además, tal régimen no se propone para Pemex sino para las transnacionales, las encargadas de realizar las funciones actualmente a cargo de Pemex.

Cada vez salen a flote las intenciones perversas de los funcionarios peñistas. Ahora Beauregard se justifica “pensando” en la independencia energética de Norteamérica. Finge que no sabe que tanto Canadá como Estados Unidos son imperialistas y que la geopolítica energética la dictan los segundos. Lo que está en discusión es la seguridad energética de los Estados Unidos. El objetivo central de la privatización que propone Peña es producir más petróleo crudo. Pero esa producción NO se necesita porque la demanda nacional es apenas la mitad de la actual plataforma de producción. Se propone aumentar ésta para exportar un mayor volumen hacia los Estados Unidos.

No solo eso, todas las fases del proceso de trabajo energético (petrolero y eléctrico) se pondrían en manos de las transnacionales, principalmente estadounidenses. Beauregard dice que es funcionario de PeMEX pero piensa y trabaja para PeUSA.

Tan es así que Beauregard se caracteriza por mentiroso. Dice que Pemex “se retirará” de las actividades menos rentables y dejará al sector privado los negocios más riesgosos. ¡Falso!

Con la reforma de Peña, Pemex “se retirará” de la producción de hidrocarburos. Es la actividad MAS rentable, lo contrario que dice Beauregard. El costo de extracción del barril de petróleo a cargo de Pemex es el más bajo del mundo. Pero, eso, ya no lo hará Pemex sino las transnacionales.

Además, la refinación del petróleo que es muy rentable tampoco estará a cargo de Pemex. Y, la petroquímica, que es más rentable, tampoco la hará Pemex sino las corporaciones.

El representante de la paraestatal destacó que Pemex es una empresa muy rentable porque sus costos de producción son muy competitivos, que oscilan entre 6 y 9 dólares por barril y se vende a alrededor de 100 dólares, entonces la empresa tiene márgenes inmensos, pero con un presupuesto escaso no puede realizar todas las actividades, por lo que es mejor que se concentre en las más rentables y dejar que el sector privado participe en otras menos rentables. “En la medida que el sector (energético) se abra vamos a compartir riesgos, tecnología y el resultado será ganar, ganar”.

Por ejemplo, señaló, hay un gran déficit en ductos, pero con la construcción de Los Ramones se permitiría traer gas de Estados Unidos a un precio de alrededor de 3.0 a 3.5 dólares por millar de BTU (Medida calorífica internacional).

Hoy, dijo, arrancó la primera fase de la construcción del ducto Los Ramones y luego con la segunda etapa se espera resolver los cuellos de botella.

Mencionó que la escasez del gas ha propiciado alertas críticas, situación que ha impedido que las industrias trabajen a todo su potencial por la falta de gas.

El director de finanzas de Pemex consideró que ante la eventual apertura del sector se debe reforzar el andamiaje jurídico con el fortalecimiento de los órganos reguladores.

Si el costo de extracción es tan bajo que hace a Pemex altamente rentable, ¿porqué, entonces, ceder esa función? Porque Pemex “no puede realizar todas las actividades”, contestó Beuaregard. Es una respuesta estúpida y carente de argumentos. Agregó ese individuo que “es mejor” que Pemex se concentre en actividades “más rentables” ¿Cómo cuáles, que actividades hay más rentables que la extracción de crudo? El señor no mencionó ninguna. Podría decir que la petroquímica es muy rentable. Cierto pero Peña propone privatizar TODA la petroquímica, actualmente parcialmente privatizada.

Con la privatización (desnacionalización) energética será ganar-ganar para las transnacionales, para la nación será perder-perder. Eso es obvio, la industria energética nacionalizada dejará de serlo, las ganancias ya no serán de la nación sino de los capitalistas extranjeros, los nuevos dueños. Ni siquiera se compartirá nada, simplemente, se entregará todo a cambio de la fortuna personal de Peña, Videgaray, Coldwell, Beltrones y Lozoya.

Por lo demás, para construir el ducto Los Ramones no se necesita desnacionalizar ni descuartizar a Pemex. Eso es ridículo. Fortalecer a los órganos reguladores significa una simple justificación demagógica para privatizar.

Por su parte, Héctor Manosalva Rojas, vicepresidente ejecutivo de exploración y producción de la colombiana Ecopetrol, destacó que con las reformas realizadas en aquel país lograron duplicar la producción al pasar de 500 mil barriles diarios en 2007 a poco más de un millón en 2012 y se espera llegar a la meta de un millón 300 mil barriles al día en 2020.

Con las reformas, dijo, Ecopetrol tuvo que competir sin privilegios. El siguiente paso de la apertura, agregó, fue la democratización del capital de la empresa, con 20 por ciento de su capital en manos de privados y 80 por ciento de propiedad estatal. Con ello, añadió, se dio flexibilidad a la estructura y ahora Ecopetrol es un grupo empresarial con 22 empresas.

En su oportunidad Duncan Wood, director del Instituto Mexicano Woodrow Wilson International Center, señaló que bajo un nuevo esquema, por primera vez en la historia Pemex tendrá que competir. Pemex es una agencia que genera muchos ingresos, mucha utilidad para el país y con una reforma hacendaria México tiene toda la capacidad de reformarse desde dentro con el incentivo de cuando lleguen las otras petroleras al país aumente su eficiencia.

Aseguró que con los nuevos descubrimientos del gas shale Estados Unidos se está volviendo más autosuficiente y ahora lo que están viendo son las oportunidades de negocios. “Hay mucha voluntad de platicar con el gobierno mexicano y aportar ideas”.

Duncan Wood aseveró que Estados Unidos seguirá importando petróleo de México por los próximos 10 años. Advirtió que Canadá incrementa su producción petrolera con un producto que sí puede competir con el de México hasta por 20 dólares menos.

Dijo que con el oleoducto Kingston Excel llegará petróleo canadiense a Houston, con lo que México verá una competencia fuerte, por lo que éste es el momento de tratar el tema para que México pueda hacerle frente.

Duncan Wood tergiversa los hechos. Incapaz de argumentar coherentemente, dice que Pemex genera muchos ingresos y mucha utilidad para el país. Entonces, ¿para qué propone que se privatice? Obvio, para que de esos ingresos, de esas utilidades se apropien las transnacionales. Pemex representa un enorme pastel que las corporaciones imperialistas quieren para sí.

Respecto al gas shale miente. Ni Estados Unidos es más autosuficiente ni se están viviendo oportunidades de negocios. La especulación está haciendo crisis y la burbuja se ha desinflado. La “voluntad” de platicar con el gobierno mexicano no es tal, el norteamericano no platica, impone; el mexicano no es par sino su empleado.

Qué Estados Unidos seguirá importando petróleo de México no es ninguna novedad. Lo “nuevo” es que ahora el ROBO que auspicia Peña Nieto será legalizado constitucionalmente.


Ref: 2013, 13 (407) 1-4, 9 noviembre 2013, FTE de México.

Plataformas petroleras marinas de Pemex. Apoderarse del petróleo mexicano (y de todos los energéticos) es el sueño dorado del imperialismo, largamente acariciado. Ahora Peña Nieto se los ofrece regalados con la Expropiación Energética Extranjera