Ya descontó los efectos de los impuestos y no retira sus inversiones como había amenazado. En el tercer trimestre de 2013 obtuvo ingresos “más sólidos de lo esperado”. Las venta aumentaron y sus utilidades netas siguen creciendo. Eso ocurre con el Grupo Minero México y con otras mineras, especialmente, transnacionales. El impuesto aún no se aprueba por el Senado. Por lo pronto, los chantajes del Grupo México quedaron atrás.
Grupo México, consorcio minero que
amagó al gobierno federal con retirar sus inversiones si se aprueba la
reforma fiscal con gravámenes a ese sector, ya descontó los
efectos de un incremento en los impuestos sobre las utilidades operativas y la
compañía mantiene vigente su agresivo plan de inversiones para
este 2013, lo que le permitirá seguir fortaleciendo sus operaciones en
los próximos años, consideraron analistas financieros
(Rodríguez I., en La Jornada, p.2, 27 octubre 2013).
La propuesta aprobada inicialmente por la Cámara de Diputados establece un impuesto de 7.5 por ciento sobre las utilidades operativas de empresas mineras y se considera también incrementar un 0.5 por ciento en el caso de las compañías que explotan metales preciosos como oro, plata y platino. Especialistas del banco Ve por Más estimaron que, de aplicarse este impuesto como lo propone el Ejecutivo federal, los principales grupos mineros afectados serían los que concentran sus operaciones en territorio nacional. “Las emisoras más afectadas son Peñoles, Minera Frisco, Autlán y, en menor medida, Grupo México”. En el primer grupo, el total de sus operaciones están en nuestro país, mientras que en el caso de Grupo México aproximadamente 40 por ciento de su producción se encuentra en naciones como Perú y Estados Unidos. Sobre la propuesta del Ejecutivo, que actualmente está en análisis en el Senado de la República, explicaron: “Es un impuesto muy común en el resto del mundo; consideramos que la tasa es alta y no vemos razonable que se aplique una mayor a la producción de metales preciosos, dado que todos ellos se caracterizan por depender de los ciclos económicos que los afectan”, puntualizaron. Chantajistas por definición Que el Grupo México incumpliría
sus amenazas de retirar inversiones era previsible. En México, las
compañías mineras se enriquecen a placer. Lo que pasa es que
quieren absolutamente todo, más de lo que ya tienen. Por ejemplo, una
concesión minera les otorga el derecho a apropiarse de las tierras y de
los recursos minerales del subsuelo, cualesquiera sea el mineral. También
pueden, y lo hacen, arrasar con los recursos naturales, el medio ambiente y
poblaciones enteras afectadas en su salud y en vida.
¿Qué pagan a cambio? Prácticamente nada. El empleo que generan es poco y precario, desarrollo social no impulsan, crecimiento económico muy poco. Los trámites para obtener las concesiones son prácticamente regalados, la renta de los terrenos es casi simbólica, ¿regalías, dividendos? De eso, nada. Si llegan a pagar impuestos ordinarios es mucho decir. Toda la riqueza que extraen la venden en el exterior y las ganancias se trasladan a sus matrices. Para garantizar el saqueo, no solamente cuentan con lo dispuesto por la Constitución política del país y la ley minera, que autorizan las concesiones; también, con el respaldo político de los gobiernos en turno en los tres niveles y el de la fuerza pública. Sus analistas reconocen que el impuesto que ahora se les quiere aplicar por el gobierno es común en otras partes del mundo. Pero se siguen quejando, sobre todo, en el caso de la producción de oro, plata y platino. Siempre repiten que dependen de los ciclos económicos y de los precios. Jamás explican que, tratándose de los metales preciosos, la tendencia de los precios SIEMPRE es al alza. Las ganancias son tales que, aún con el nuevo impuesto, siguen boyantes. Menores costos operativos Grupo México reportó sus resultados
financieros al tercer trimestre de 2013, los cuales fueron considerados
“más sólidos de lo esperado”, con una
generación de efectivo de 992 millones de dólares. El principal
aspecto positivo fue el buen desempeño de la división minera, con
menores costos operativos, señalaron los analistas.
El Grupo México es presidido por Germán Larrea Mota Velasco y entre sus consejeros patrimoniales o accionistas que integran el consejo de administración destacan Valentín Diez Morodo, Claudio X. González; Antonio Madero Bracho, Genaro Larrea Mota Velasco y Juan I. Gallardo Thurlow, entre otros prominentes hombres de negocios. A su vez, expertos del grupo financiero Invex consideraron que en el Grupo México “la caída en el precio de los metales y los efectos de la reforma fiscal han sido descontados”, mientras que para especialistas del Grupo Financiero Citi-Banamex, es la emisora preferida entre las compañías mineras latinoamericanas, debido a su rentabilidad de largo plazo y su considerable crecimiento del volumen de cobre extraído. Por su parte, el Grupo Financiero Banorte informó que la compañía mantiene vigente su agresivo plan de inversiones para este 2013, por 3 mil 500 millones de dólares, lo que le permitirá seguir fortaleciendo sus operaciones en los próximos años. En el tercer trimestre de 2013 se invirtieron 697 millones de dólares, con lo que en total lleva acumulado en el año una inversión de mil 910 millones de dólares. Materias primas gratuitas Los llamados costos de “producción”
generalmente incluyen la maquinaria, las materias primas y la fuerza de trabajo,
más otros gastos adicionales. En el presente caso, esos costos son muy
bajos, mientras que las ganancias son muy altas.
¿Cómo no van a ser bajos, si a las corporaciones mineras las materias primas NO les cuestan nada?, se las apropian directa y unilateralmente, no solamente las básicas sino las auxiliares, p.e., el agua. Además, la fuerza de trabajo es precaria. Entonces hay suficientes “ahorros”. Por el contrario, los precios de los metales, que siempre oscilan en el mercado internacional, mantienen una tendencia alcista dependiendo del metal de que se trate. En el caso del oro, plata y platino, los precios siempre suben. Lo mismo otros materiales de importancia como el molibdeno, berilio, titanio, incluso el aluminio, cobre y hierro. Los precios de venta SIEMPRE son superiores a los costos de producción, porque la ganancia está incorporada en los primeros. Esa ganancia representa la plusvalía, que en el sector minero es muy alta. La diferencia entre los costos de producción y la ganancia SIEMPRE es positiva porque, reiteramos, las materias primas no les cuestan nada y el precio de la fuerza de trabajo es ínfimo, ya que, la mayor parte es trabajo NO pagado. Millonarias utilidades Los estados financieros de Grupo México al tercer
trimestre del año revelan que las ventas consolidadas aumentaron, a pesar
de los eventos meteorológicos adversos que se registraron en septiembre y
que afectaron la división de transporte. El decremento en el precio de
los metales impactó el resultado de la empresa; sin embargo, dicho efecto
se había anticipado desde principios del año, precisaron analistas
de Invex.
Por su parte, las ventas de la división minera se ubicaron en mil 783 millones de dólares, equivalente a un decremento de 8 por ciento, “lo que contrasta con nuestro pronóstico de ventas por mil 900 millones de dólares. La discrepancia se explica por un volumen de venta de cobre, plata y oro compensado por mejores volúmenes de venta de zinc y molibdeno”. Las ventas de la división de transporte se ubicaron en 474 millones de dólares, “superando nuestro pronóstico de 451 millones. El ingreso por millón de toneladas métricas por kilómetro registró un crecimiento de 10 por ciento. El volumen transportado creció 3.8 por ciento, a pesar de los eventos climatológicos adversos ocasionados por Ingrid y Manuel. En tanto, la división de infraestructura presentó un crecimiento de 21 por ciento a 85 millones de dólares”. La utilidad neta se ubicó en 532 millones de dólares, superando ampliamente el pronóstico del consenso de los especialistas. Negociazo A pesar de los lamentos de los quejosos, ellos mismos comprueban que el tal
impuesto-migaja de Peña Nieto, es incomparablemente ínfimo con
relación a las ganancias obtenidas. No solamente lo pueden absorber sino
que seguirán obteniendo ganancias ilícitas. Finalmente, las
concesiones son casi un regalo, el pago de ese impuesto es algo menor. En tales
condiciones, sus chantajes no llegan lejos, sus amenazas para retirar
inversiones son simples declaraciones, saben que tienen en sus manos una gallina
de los huevos de oro. Obviamente, las corporaciones no se irán,
habrá que expulsarlas con la fuerza organizada del pueblo, capaz de
nacionalizar la minería, la metalurgia e industrias
metal-mecánicas.
Ref: 2013, elektron 13 (388) 1-3, 29 octubre 2013, FTE de México. Minera Peñasquito, en Zacatecas, operada por GoldCorp FOTO: A: Valadez Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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