Volumen 13, Número 269, octubre 24 de 2013
 


La refinería Bicentenario sujeta a la privatización



Se anunció en 2009 y todavía no empieza. Mientras, casi la mitad de la demanda nacional de petrolíferos se importa. En este momento hacen falta 3 refinerías equivalentes. Ahora, el gobierno de Peña Nieto sujeta el proyecto a la aprobación de la reforma energética, esto es, se proyecta como refinería privada.


Privatizadores compulsivos

De acuerdo con una nota (Rodríguez I., en La Jornada p.32, 18 octubre 2013), casi todo en Pemex está sujeto a la iniciativa de reforma energética de Peña Nieto que privatizaría y desnacionalizaría a la industria energética (petrolera y eléctrica) nacionalizada.

Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, aseguró que la construcción de la refinería Bicentenario, anunciada en 2009 por el entonces presidente Felipe Calderón, estará supeditada a la aprobación de la reforma energética. Entrevistado al participar, con la representación presidencial, en el 45 Foro Nacional de la Industria Química, el funcionario informó que la refinería (que ya arrastra un retraso de al menos 18 meses) está en etapa de planeación, elaboración de proyectos “y nosotros creemos que su viabilidad estará en función de la reforma energética”, porque puede permitir más inversión en México. Por otro lado, el titular de la Secretaría de Energía, reveló que la discusión sobre el nuevo régimen fiscal para Petróleos Mexicanos, se pospuso y se diferirá su discusión hasta que eventualmente se apruebe la reforma energética. Sin embargo, aclaró que el régimen propuesto para Pemex le dejaría más recursos, como 8 mil o 9 mil millones de dólares adicionales a los que tiene. La propuesta del Ejecutivo es que se empiece a aplicar a partir de 2015, pero la última palabra la tiene el Congreso, refirió, y confió en que el Congreso aprobará la reforma energética.

Privatizarán la refinación de petróleo

El proyecto de la refinería Bicentenario en Tula lleva 4 años de haber sido anunciado. Según Coldweell, son 18 meses de retraso. Pero este es mayor. A la fecha apenas se ha terminado de construir una barda en el terreno que alojará las instalaciones. Está en la etapa de planeación y elaboración de proyectos, dice el titular de la Sener. No hay tal. El mismo Coldwell declaró que se está en espera de la aprobación de la reforma energética de Peña Nieto y, precisó, que con esa reforma habría más inversión (privada) en México.

Esto es, el proyecto está deliberadamente detenido porque se pretende privatizarlo. De hecho, Peña Nieto ha anunciado que la refinación de petróleo crudo será privatizada, lo mismo que el transporte, distribución y almacenamiento de productos petrolíferos, incluyendo las estaciones de servicio.

Mientras tanto, se siguen importando cuantiosos volúmenes de gasolinas, casi la mitad de la demanda interna, siempre con una tendencia creciente. Esa es la política antinacional del gobierno en turno. Por una parte, exporta petróleo crudo y, por otra, importa refinados a precios mayores que los primeros.

En estos momentos, se necesitan al menos 3 refinerías energéticas con una capacidad de procesamiento de 150 mil barriles diarios de petróleo crudo. La refinería Bicentenario es convencional con una capacidad similar. Suponiendo que funcionara de inmediato, sería totalmente insuficiente. Pero el proyecto seguirá retrasándose, cuando entre en operación seguirán necesitándose 3 refinerías más.

Evidentemente, al gobierno de Peña Nieto no le interesa construir ninguna refinería, que sustituya a las actuales 6 que están en obsolescencia, lo que le importa es entregar esa función a las transnacionales. Para ello es que pretende eliminar la palabra hidrocarburos de las actividades estratégicas consideradas en el artículo 28 constitucional.

Voracidad privatizadora

Aplazar la discusión sobre el régimen fiscal de Pemex fue apenas un asunto de higiene política. Es un pequeño revés para el gobierno. Desde antes de abordar la reforma energética privatizadora, Peña Nieto y Videgaray pretendían aprobar el ROBO del petróleo.

La intensión, sin embargo, persiste y se trata de un verdadero ROBO, pues las propuestas fiscales implican desbaratar a la industria petrolera nacionalizada, generalizar el desbarajuste y legalizar el atropello a la nación, como lo ha explicado el FTE.
Sería una privatización REGALADA al capital extranjero, tanto de las funciones estratégicas como de los recursos naturales y la llamada enta petrolera. La pérdida de control del Estado sería total y absoluta.


Ref: 2013, elektron 13 (370) 1-2, 20 octubre 2013, FTE de México.



Refinería de Cadereyta, la más reciente, inició operaciones en 1979





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