Las cúpulas empresariales acudieron a los foros del Senado sobre la reforma energética de Peña Nieto. Ratificaron su papel de socios menores del capital extranjero. Por supuesto, apoyan la privatización de Pemex y CFE. Hablan de grandes inversiones y de crecimiento económico. Sería 1% de aumento al PIB. Esa privatización sería muy barata. SIN privatización Pemex contribuye 8 veces más.
Ya sin la “molestia”
del PRD, se reanudaron los foros en el Senado sobre la reforma
energética. Acudieron las cúpulas empresariales y de los bancos.
Por supuesto, todos encantados con la participación privada,
principalmente extranjera, en las industrias eléctrica y
petrolera.
Las cúpulas del sector empresarial manifestaron en el Senado su abierto respaldo a la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto, pero exigieron ‘‘ir más a fondo y que se les otorguen concesiones –para explorar y explotar hidrocarburos–, se dé certeza jurídica a los inversionistas nacionales y extranjeros y se instituya un fondo soberano intergeneracional con la renta petrolera’’ (Urrutia A., Ballinas V., en La Jornada, p.5, 9 octubre 2013). Al continuar los foros sobre la reforma energética, convocados por PRI y PAN en la Comisión de Energía del Senado, las principales cúpulas empresariales definieron como ‘‘urgente, vital, estratégica y crucial para el futuro económico del país’’ la apertura al capital privado de los sectores eléctrico y petrolero. La Asociación de Bancos de México (ABM), la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), su similar de Nuevo León (Caintra) y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) resaltaron la importancia de una reforma que abra el sector energético para generar empleos y dar estabilidad macroeconómica al país. No hay argumentos solo costumbre ideologizada Los empresarios y banqueros hablan
pero no de muestran nada, sus declaraciones son expresiones ideológicas y
ya. ¿Están de acuerdo con la privatización energética?
Sííí. ¿Por qué? Porque sí. De
allí no pasan.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, resaltó la necesidad de que en la reforma se incluya la apertura de la generación de energía eléctrica a la iniciativa privada para que el país logre mayor competitividad. ‘‘Se están yendo inversiones que pudieran instalarse en México, y no se van a naciones lejanas, sino a Estados Unidos, donde encuentran insumos más competitivos’’, señaló. Manifestó que ‘‘es crucial que la reforma sea constitucional; los empresarios estamos convencidos de que se requiere dejar abierto el margen para que el Estado adopte el mejor convenio y no se restrinja a los contratos de utilidad compartida. Destacó que es una reforma que debió aprobarse hace 30 años, pues ahora es reactiva más que proactiva frente a los avances a nivel internacional en el sector energético, señaló. Por su parte, el dirigente de Concamin, Francisco Funtanet, demandó ‘‘no dejar pasar el momento de una reforma histórica para alentar el crecimiento insertando a la iniciativa privada, porque de ello depende tener instrumentos clave para el crecimiento sostenido y acelerado de la economía’’. Esto, agregó, sería detonador de inversiones nacionales y extranjeras, pues el régimen actual es inhibidor para atraer capitales. Funtanet pidió que en la reforma se redefina la participación de la inversión privada y pública, ‘‘eliminando la clasificación de petroquímica básica para liberarla totalmente a la inversión privada en condiciones de certeza jurídica y operativa, sin que el Estado pierda la rectoría de los hidrocarburos’’. Esto implicaría abrir a la participación privada la refinación y la distribución, así como la posibilidad de invertir en infraestructura marítima. Burguesía “cuentachiles” Las cúpulas de la
burguesía mexicana se limitan a repetir el discurso del gobierno. Dicen
que la privatización energética alentará el crecimiento
económico. No explican cómo porque saben que no es
cierto.
La reforma detonará inversiones, dicen. ¿Cuáles, de quiénes? Del capital extranjero, esto es, de las transnacionales, las que participarían de la exploración, producción, refinación de petróleo y petroquímica, así como generación eléctrica. O, ¿de dónde serían los capitales por atraer? ¡Extranjeros! La burguesía mexicana se vuelve a mostrar como siempre: entreguista al servicio del capital extranjero, es una burguesía poquitera, cuentachiles, siempre a la cola de las transnacionales, conforme con ser socio menor del capital foráneo. Eso sí, le hace el favor a sus congéneres. ¿La patria? Eso no dice nada a banqueros y empresarios. ¿La nación? Menos. ¿La soberanía? Tampoco. Si se les consultara respecto a traer un gobernante extranjero, dirían que sí, que venga un nuevo Maximiliano o, por lo menos, que regrese Porfirio Díaz o Victoriano Huerta. Privatización muy barata Por su parte, Javier Arrigunaga, presidente de la
Asociación de Bancos de México, destacó que entre los
mercados internacionales y nacionales ‘‘no hay una reforma
más importante que la energética, pues en la medida en que haya
una modificación constitucional, con contenido claro, profundo y con
certeza jurídica, se generará una reacción muy favorable en
los mercados internacionales que se reflejará no sólo en el
mediano o largo plazos, sino incluso en el
corto’’.
Apuntó que una reforma podría alentar mayores inversiones en tres de los cuatro sectores que a escala global captan más capitales. Consideró que se permitiría un crecimiento económico, refiriendo que tan sólo un punto porcentual que se incrementara implicaría 18 mil millones de pesos en recaudación fiscal. Abundó que la reforma es relevante para el desarrollo del sistema financiero, ya que ayudará a consolidar un marco macroeconómico donde pueda haber más crédito con tasas más baratas. ¿Un punto al PIB? ¡Ridículo! Arrigunaga desmintió a sus colegas y a él mismo. ¿Qué crecimiento es ése? ¿Dónde está la bondad de la privatización? Un punto al crecimiento del PIB es mínimo y significa una privatización MUY barata. En 2012, SIN privatización Pemex contribuyó al 7.6% del PIB y, en años anteriores fue superior al 8%. Actualmente, los ingresos (e inversiones) de Pemex superan a las 10 grandes empresas que cotizan en la Bolsa. La banca extranjera ni siquiera reinvierte, solo extrae ganancias. Con la privatización energética solo ganarían las transnacionales, la burguesía cuentachiles tendría el papel de proveedores, prestanombres y/o empleados subordinados. Ese es su (ridículo) papel histórico. Ref: 2013, elektron 13 (355) 1-2, 12 octubre 2013, FTE de México. Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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