En el 25 Foro de Energía, se hizo una pregunta relacionada con las acciones a realizar contra la reforma energética. Las siguientes son algunas propuestas del FTE de México para ser realizadas diariamente, una a una, de manera independiente, en todas partes del territorio nacional y allende las fronteras.

El FTE en lucha

El FTE de México propone las siguientes acciones a realizar no solo por nuestros integrantes sino por todos los trabajadores y mexicanos concientes. Algunas son relativamente sencillas pero necesarias. Se trata de un proceso de acumulación de fuerzas, con acciones debidamente preparadas y concertadas a nivel nacional. No hace falta proclamarlas, en cada lugar se debe asumir dinámica propia. Tampoco se excluyen otras iniciativas, lo importante es realizarlas. El “Frente objetivo” que proponemos es real, por eso la denominación de objetivo, y se distingue de otros limitados a las declaraciones y las fotos de aparato.

En todos los casos, se necesita un centro político por ahora inexistente. Lo mejor sería un sindicato nacional de industria. Entre tanto, el centro es necesario y debe ser asumido por la organización cuya autoridad política sea reconocida. También se necesitan direcciones políticas regionales, estatales y locales. ¿Quiénes las deben asumir? Quiénes estén decididos y sean reconocidos por los demás.

Las propuestas no son exhaustivas pero son las que han funcionado en momentos culminantes previos. ¿Qué más conviene hacer? Lo que se pueda pero hay que hacerlo. ¿Cuándo? ¡Ya! ¿Dónde? En todas partes.

1. Prensa.

La lucha social empieza por la batalla de ideas. La prensa obrera es un arma de lucha fundamental. El FTE propone: activar las actividades de la prensa propia, escrita, electrónica y visual. En nuestra prensa debemos publicar informaciones, análisis y posicionamientos sobre la reformar energética con los objetivos de desbaratar el discurso manipulador y falso del gobierno, desarrollar análisis propios y propuestas alternativas.

La prensa incluye: elaboración de volantes, carteles, mantas, pancartas, pegotes, boletines, periódicos, revistas, discos, videos, poesía, música, plástica. Los tirajes de cada uno de los materiales debe ser la mayor posible.

Para la elaboración, todas las organizaciones deben utilizar sus propios medios de prensa. Si no los tienen deben crearlos, incluyendo salas de prensa, equipos de impresión, blogs y/o páginas electrónicas.

2. Campaña de difusión.

Esta campaña tiene como objetivos: difundir la situación entre la población en general, aclararla y promover las acciones. Esta campaña incluye brigadas para distribuir la propaganda. Las brigadas deben ser miles y hacerse en todas partes donde haya congregación de población, en las calles, plazas públicas, centros de trabajo, centros de estudios, puntos de transporte público y lugares de esparcimiento.

Las brigadas debemos realizarlas todos los días distribuyendo volantes, carteles, calcomanías, etc. Las brigadas pueden acompañarse con la realización de mítines relámpago, utilizando equipos portátiles de sonido. En cada ocasión es conveniente registrar los hechos mediante foto fija y video.

Dentro de la campaña de difusión se puede incluir una de tipo económico para obtener recursos, sea mediante el boteo, cooperaciones voluntarias directas o en cuentas bancarias, fiestas y eventos para recaudar fondos.

3. Presencia popular.

El pueblo debe manifestarse en las grandes metrópolis y en los pueblos más alejados. En sus propias casas, paredes, árboles o azoteas, puertas y ventanas hay que poner un aviso, pancarta, manta o bandera nacional, de cualquier tamaño, anunciando el rechazo a la privatización energética. Lo mismo puede hacerse con calcomanías y/o distintivos en los vehículos, mochilas, computadoras, mandiles y overoles. También se pueden hacer pintas en paredes y espacios públicos.

Se puede utilizar el logo de Pemex y el de la CFE. En las mantas se puede escribir: en esta casa (o en este pueblo) rechazamos la privatización energética; en esta casa (o en este pueblo) defendemos a la industria energética nacionalizada.

4. Pronunciamientos.

Es importante que todos los que quieran decir algo lo hagan en forma verbal y escrita. Para ello conviene que se reproduzcan los pronunciamientos y se difundan. El objetivo consiste en fijar una posición y darla a conocer.

Lo mejor es hacer pronunciamientos organizados, es decir, a nombre de organizaciones. Si no las hay, deben construirse. En una línea de pronunciamientos conviene que sean de sindicatos, luego las demás organizaciones sociales y culturales.

Los pronunciamientos se pueden publicar (pagados) en la prensa comercial, o enviarlos a las redacciones para su publicación gratuita, tanto en el país como en el extranjero.

También conviene que las personalidades se manifiesten públicamente: investigadores, artistas (músicos, poetas, pintores), profesores universitarios y politécnicos.

Conviene realizar conferencias de pernas e integrar a los periodistas locales y medios independientes.

5. Foros.

El objetivo de los foros debe ser el análisis de la información referida a una temática específica a la que se invite a conocedores del asunto. Si no hay disposición es pertinente integrar un grupo de ponentes para atender los foros.

Se necesitan miles de foros, en los lugares importantes y los pequeños, a nivel universitario, sindical y popular. Esto es, en las universidades y centros de estudio, sindicatos, colonias populares, plazas, parques, mercados, escuelas primarias.

Los foros se pueden realizar en lugares cerrados, en forma audiovisual, o en lugares abiertos. Siempre conviene disponer de equipos de sonidos, al menos, altoparlantes. Si no los hay, deben realizarse a capela. En los foros es importante incluir aspectos culturales: música, canto, poesía, plástica.

6. Estudios

Entre los investigadores, profesores y estudiantes conviene promover la investigación y realización de estudios sobre la Energía y sus implicaciones: históricas, políticas, geopolíticas, jurídicas, económicas, técnicas, sociales y culturales.

El objetivo consiste en elaborar materiales propios y difundirlos. Los estudios pueden incluir análisis, cálculos y opiniones en forma de texto, numérica y gráficamente o con imágenes.

7. Asambleas.

El objetivo de las asambleas es realizar el análisis político colectivo para la toma de decisiones. En todos los lugares es pertinente declararse en asamblea permanente para estar en capacidad de sesionar en cualquier momento. Por supuesto, debe haber siempre convocatorias formales y establecimiento legal de las asambleas, esto es, con quórum. Esto último es importante para tomar decisiones democráticas.

Las asambleas no se deben realizar todos los días sino que deben programarse evitando caer en el asambleísmo. Se pueden hacer asambleas por sindicato, facultad universitaria, colonia popular, pueblo. También se pueden hacer asambleas conjuntas por cercanía geográfica.

De cada asamblea debe obtenerse un acta de la misma que contenga los acuerdos y darlos a conocer públicamente. Las asambleas estudiantiles incluyen a estudiantes de primaria y secundaria, las populares a amas de casa, comerciantes y jóvenes en general.

8. Consejos locales y regionales.

Para la realización de asambleas o acciones conjuntas es pertinente asumir un funcionamiento basado en Consejos locales y regionales, constituidos por dos o más organizaciones o asambleas, en cada localidad o región.

Esto significaría que el país habría que establecerse al menos los siguientes Consejos: Norte, Noreste, Noroeste, Centro, Valle de México, Metropolitano, Oriente, Occidente, Sur, Sureste y Peninsular.

Los Consejos locales funcionarían a nivel municipal, sean de pueblo, colonia, escuela o sección sindical.

En todos los casos se trata de funcionar en términos de un “Frente objetivo” orientado, en primera instancia, a realizar acciones conjuntas. Paralelamente se deben discutir los aspectos programáticos y políticos con quienes estén dispuestos a hacerlo.

El “Frente objetivo” no requiere, por el momento, ni de nombre, lo que importan son los objetivos y las acciones políticamente unificadas. La infiltración y provocación deben impedirse enérgicamente.

9. Movilizaciones.

A partir de hacer los preparativos del caso, es necesario realizar todo tipo de movilizaciones al alcance. La lucha se gana en los preparativos, sin éstos no debe convocarse a nada.

La movilización debe ser amplia, no limitada a marchas, mítines y plantones. Estos hay que realizarlos en todo los lugares posibles. No conviene concentrarse en un solo lugar, debe haber despliegue de fuerzas territorial. Esto quiere decir que las marchas deben ser locales, regionales y nacionales.

Las marchas locales deben ser, al menos, 2 mil en otros tantos lugares del país y, lo mejor, es que sean simultáneas. Asimismo, hay que impulsar marchas estatales y regionales.

También se incluye a los mítines, plantones, caravanas, bloqueos de calles y carreteras. Hay que tomar todas las plazas públicas para organizar tribunas libres, festivales, concursos, conciertos, exposiciones, teatro, talleres.

Todas las marchas y mítines deben reportarse para su difusión. En todos los casos son pertinentes las comisiones de: sonido, seguridad y organización. Si las movilizaciones son estatales, regionales o nacionales, debe incluirse a las comisiones de transporte.

Las movilizaciones deben programarse para los fines de semana o por las tardes.

Si se hacen mítines deben organizarse debidamente, con sonido y buenos discursos.

10. Solidaridad internacional.

El frente internacional es fundamental y hay que organizarlo, a partir de los contactos previos y los nuevos, comunicándonos por internet. En cada lugar, debe promoverse un pronunciamiento que se haga público, en el país de origen y en México.

En cada lugar, la solidaridad debe propiciarse entre sindicalistas, ambientalistas, estudiantes, artistas y población en general. Entre las acciones propuestas están las mismas a realizar en el nivel nacional, de acuerdo a las posibilidades del caso, incluyendo colectas económicas.

Los ejes centrales que se proponen, para las diversas acciones, se expresan en las siguientes:

1. Rechazo a la reforma energética. ¡No a la privatización de Pemex ni de la CFE!

Esto significa que nos oponemos a la iniciativa de reforma constitucional que propone Peña Nieto, mediante la cual privatizaría a las industrias petrolera y eléctrica nacionalizadas, desnacionalizándolas.

2. Sí a la Política Energética Independiente.

Esta es la propuesta que presenta el FTE de México, misma que contiene 60 acciones de política energética en materia de hidrocarburos, energía eléctrica y agua.

3. Lucha independiente, al margen de los partidos y políticos electoreros.

Nuestra lucha debe caracterizarse por su independencia de clase, sin ésta no hay salida correcta para México. Los partidos políticos tradicionales son partícipes del asalto a la nación y deben ser liquidados.

4. Que Peña Nieto retire la iniciativa o lo retiramos. ¡Abajo el mal gobierno! ¡Disolución del Congreso!

La privatización de Pemex y CFE no son necesarias. Lo más sereno es que Peña retire su iniciativa antinacional. Si no lo hace, habrá que retirarlo a él. ¿Cómo será? Mediante la lucha social, empezando por desconocerlo. En cuanto al Congreso, habrá que disolverlo. ¿Qué habrá en su lugar? De entrada, a dualidad de poderes, sobre la base de la organización social que construyamos. Los Consejos estatales sustituirán a las gubernaturas, los locales a los Ayuntamientos. A nivel nacional se convocará a un Congreso Constituyente, a partir de los Consejos regionales y locales.

5. Huelga general contra la desnacionalización y por la re-nacionalización energética.

Una de las acciones que harán posible la caída y cambio de gobierno y, en su caso, la re-nacionalización energética es la Huelga General del Pueblo de México, en todos los rincones de la patria. Para hacerla posible debemos prepararla concientemente, organizándola desde ahora con todos los procedimientos del caso, especialmente, en los sectores de la producción: industria, comercio, transporte (terrestre, aéreo, marítimo), así como en los servicios, educación, salud, banca y finanzas.

Estas propuestas forman parte de la insurgencia obrera y popular. No son todas ni se excluye a otras. Hay que atrevernos a la acción organizada. Recuperemos a las organizaciones existentes y construyamos nuevas. Enarbolemos un programa propio y con nuestras propias banderas. Nuestro accionar es unitario pero con independencia de clase. Hay que avanzar en paralelo, tan rápido como se pueda, de aquí hasta la re-nacionalización y más allá. ¡Proletarios, uníos! ¡Venceremos!


Ref: 2013, elektron 13 (332) 1-4, 30 septiembre 2013, FTE de México.