1.1 ¡Tierra y libertad! En nuestro país, los mexicanos
enfrentamos la agresión gubernamental más severa de los
últimos cien años. Esta agresión atenta contra el punto
más sensible en la historia de los pueblos: la tierra y sus recursos
naturales. Como en otros tiempos, los mexicanos concientes somos
partícipes de un movimiento que surge nuevamente.
El cielo está en la tierra. Esta es parte del cielo. Y, la tierra es de todos. ¡Tierra!, grita la Revolución Mexicana, escribió en su momento Ricardo Flores Magón y explicó la importancia económica. La tierra es el elemento principal del cual se extraen o se hace producir todo lo necesario para la vida. Cultivándola se obtienen frutos y alimentos. De ella se extraen los metales útiles: carbón, piedra, arena, cal, sales; también el petróleo y el gas. Por la superficie y el subsuelo corre el agua, sobre la tierra sopla el viento, la geotermia surge de la tierra, las olas y mareas ocurren en los mares, que también forman parte de la tierra, iluminada la tierra permite utilizar a la radiación solar. Por ¡Tierra y libertad! millones de mexicanos hicieron una Revolución. Siguiendo a Villa y a Zapata, quebraron a la burguesía terrateniente rural, y abrieron una brecha que no se ha cerrado. ¡La Revolución no ha terminado! Pero el actual gobierno neoliberal pretende congelar a esta Revolución, borrarla y, si es posible, olvidarla. ¡No estamos de acuerdo! Por esa Revolución murieron más de 1 millón de hombres, mujeres y niños, cuando la nación era de 15 millones. No nada más, el movimiento armado hizo posible al México de hoy.
Extraer el petróleo dónde
esté y apropiárselo. Esa es la consigna de la geopolítica
petrolera del imperialismo. Para ello, se propone obtener el petróleo del
Medio Oriente, del Polo Artico o de las Aguas Profundas de los mares, como el
Golfo de México.
En materia eléctrica la geopolítica consiste en la apropiación privada de todas las fuentes disponibles de energía, renovables y no renovables. Para lograrlo, se trata de eliminar el derecho social a la energía y el concepto de servicio público. Desintegrar a la industria eléctrica nacionalizada está en el centro de su estrategia. La política eléctrica se propone basarla en el gas natural y en la utilización privada de las fuentes renovables: viento, agua, biogas, geotermia, energía de los océanos y radiación solar. En el caso de la geopolítica hídrica, se trata de apropiarse de todas las fuentes de agua, eliminando también el derecho social al agua y el concepto de servicio público. La explotación y desarrollo hidráulico se plantea a través de redes transnacionales. Para el imperialismo, la energía es el kernel de la acumulación de capital. Para las naciones y los pueblos, la energía es el kernel del desarrollo humano. Sin embargo, en la actualidad existe una cruel ofensiva del Estado contra la Nación. En México, la nacionalización energética, en materia petrolera y eléctrica, fue inconclusa por la represión oficial y la política energética antinacional, seguida por los gobiernos en turno en ambos casos. No obstante, hay alternativas vigentes.
El proyecto
energético del FTE de México se basa en las siguientes banderas,
necesarias para la nacionalización y/o renacionalización
energética:
La Política
Energética Independiente se refiere al conjunto de propuestas sobre
acciones energéticas en materia de hidrocarburos, energía
eléctrica y agua.
Los objetivos de la política Energética Independiente están orientados a lograr:
Los criterios de la Política
Energética Independiente consideran:
Exploración y producción en las aguas profundas del Golfo de México Pemex Cayo Arcas Manifestación en la ciudad de México, 18 de marzo de 1938 Cooperación popular para pagar la deuda con las compañías extranjeras Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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