Llamado de la Mesa
La Mesa Ciudadana de Observación de la Energía
convoca “a los Legisladores, al Poder Ejecutivo Federal y a los directivos
de los partidos políticos a resolver positivamente, en el próximo
periodo extraordinario del Congreso, la autonomía de las empresas y las
nuevas bases para su desarrollo” Loable petición que, sin embargo,
omite cuestiones esenciales para la industria eléctrica nacionalizada de
México.
A través de su página
electrónica, la Mesa Ciudadana de Observación de la Energía
(MCOE), convocó “a los Legisladores, al Poder Ejecutivo Federal y a
los directivos de los partidos políticos a resolver positivamente, en el
próximo periodo extraordinario del Congreso, la autonomía de las
empresas y las nuevas bases para su desarrollo” La MESA parte
correctamente del dictamen aprobado en abril pasado, mediante el cual, el Senado
de la República desechó las iniciativas del PRI y del PAN para la
modificación constitucional y, consecuentemente, la privatización
eléctrica. Reivindica al servicio público de energía
eléctrica como “fundamental para toda la actividad económica
y para el bienestar de la población” Luego se refiere a las
iniciativas, (una) del PRI y (dos) del PRD “que hoy existen en el
Congreso” señalando que “coinciden en lo fundamental y tienen
el respaldo mayoritario de los legisladores para: “Consolidar el
dominio de la nación sobre el uso y aprovechamiento de los recursos
naturales para la generación, transmisión, distribución y
abasto de energía eléctrica. “Modernizar la
prestación del servicio público de energía eléctrica
y garantizar que los usuarios puedan tener acceso de manera suficiente a
él, con la más alta calidad y a las menores tarifas posibles.
“Fortalecer la capacidad de autofinanciamiento de las empresas Luz y
Fuerza del Centro y Comisión Federal de Electricidad, y dotarlas de
autonomía de gestión, presupuestal y
financiera. “Profundizar la capacidad técnica y normativa de la
Comisión Reguladora de Energía a la que debe dotársele de
los recursos necesarios para ello. “Crear un sistema integral de
planeación energética para hacer un uso racional de los recursos
naturales y financieros, que promueva un desarrollo sustentable y
dinámico de este sector y coordinar todas las políticas del
área” Dice la MESA que “Estas coincidencias son resultado
de un amplio movimiento social en defensa del mandato constitucional, conformado
por trabajadores, técnicos, profesionistas, académicos,
investigadores y muchos otros ciudadanos” Nos congratulamos de las
preocupaciones de la MESA por hacer prevalecer, en general, el interés de
la Nación en materia eléctrica. Reconocemos la importante labor
que realizan cercanos a importantes niveles de decisión. Su
asesoría al Senado es valiosa e implica alta responsabilidad. En el
pasado reciente, la participación del licenciado en economía,
Sergio Benito Osorio, fue destacada siendo presidente de la comisión de
energéticos de la Cámara de Diputados. Sin embargo, expresamos
nuestro desacuerdo con sus propuestas actuales. Creemos que debe considerarse,
de entrada, la situación que se ha creado en los hechos al auspiciar el
gobierno federal, tanto con Zedillo como con Fox, la privatización
eléctrica furtiva. En el debate no es posible hacer
abstracción de la multitud de permisos “fraudulentos” que el
gobierno federal, a través de la Comisión Reguladora de
Energía, ha otorgado a empresas transnacionales. Al respecto, la Suprema
Corte de Justicia de la Nación resolvió una controversia
interpuesta por los legisladores contra el titular del Poder Ejecutivo. La
Suprema Corte declaró anticonstitucional al decreto foxista y fue
más allá al encontrar serias irregularidades en los permisos
otorgados. Pero nada se ha hecho para restablecer la legalidad. Nos parece
que hacer caso omiso de estos graves hechos dan lugar a permitirlos, como ocurre
con las ilegítimas reformas de 1992 a la Ley de Servicio Público
de Energía Eléctrica, que deformó a éste para
permitir la entrada de la inversión (y propiedad) privada en la industria
eléctrica nacionalizada. Hoy, la participación privada en
generación eléctrica es ya escandalosa y sus promotores,
soberbios, hablan de la Industria Eléctrica Mejicana para
referirse a la nueva industria privada que se construye impunemente en el
país a la luz del día. Consideramos que es desafortunada la
propuesta para “Profundizar la capacidad técnica y operativa de la
Comisión Reguladora de Energía”, misma que ha incurrido en
evidentes fraudes a la Nación. Eso significaría legitimar a la
privatización eléctrica furtiva. Las
“coincidencias” a que se refiere la Mesa no son,
precisamente, las coincidencias del “amplio movimiento social en defensa
del mandato constitucional, conformado por trabajadores, profesionistas,
académicos, investigadores y muchos otros
ciudadanos” Trabajadores, profesionistas, académicos e
investigadores de la energía, organizados en el FTE de México,
consideramos que las actuales iniciativas deben revisarse, antes de dictaminar
sobre las mismas, en sus términos actuales son inadecuadas para
salvaguardar el interés general de la Nación. No hay coincidencia
ni siquiera entre los partidos promoventes, el PRD sostiene 2 (dos) iniciativas
sobre lo mismo. Estamos de acuerdo en una reforma energética
integral”, sí, a partir de una Política Energética
Independiente que, en materia eléctrica, incluya la
integración de la industria eléctrica nacionalizada como
una de las acciones fundamentales. Sobre esas bases, podrá establecerse
la planeación energética en el sector, así como los
programas estratégicos de desarrollo en el marco de un Programa
Nacional de Energía y un Plan Eléctrico Nacional,
formulados, supervisados y concretados por los propios trabajadores de la
energía en todo el país. En la legislación
correspondiente, el servicio público de energía eléctrica
corresponde a la Nación. Tal servicio implica el conjunto de actividades
del proceso de trabajo eléctrico que constituyen a la industria
eléctrica nacionalizada. En esta materia no debe haber
concesiones a los particulares y, el derecho de propiedad de la Nación,
sobre su patrimonio y recursos debe ser inalienable e imprescripitible. Es
necesario, por tanto, restablecer la legalidad constitucional transgredida por
el gobierno en 1992 y años subsiguientes. La verdadera Ley
Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia de Energía
Eléctrica debe afirmar, sin ambigüedades, limitaciones,
deformaciones ni flexibilidades, el derecho de la Nación establecido en
el artículo 27 de la Constitución mexicana. De ningún
modo se deben regular (maquillar), en la industria energética de
México, inversiones privadas, tramposas y alevosas, determinadas
unilateralmente en las altas esferas del imperialismo
norteamericano.
¡Electricistas, Ni un Paso
Atrás! FOTO: tigerpress
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¡Sí, a la
Política Eléctrica Independiente!
¡Sí, a la
Integración de la Industria Eléctrica
Nacionalizada!
Frente de Trabajadores
de la Energía
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