El objetivo: tomar datos parciales como pretexto para acelerar la reforma energética privatizadora de Pemex. Peña y Videgaray dirán que no hay recursos, que urge la “modernización” y que solo las reformas a la Constitución podrán “salvar” a la paraestatal. Todo es falso y manipulador. Pemex y CFE generan cuantioso recursos pero la política oficial es deliberadamente destructora de ambas paraestatales.

¡PeMEX Sí, PeUSA No!

El plan del gobierno es simplista: desprestigiar a Pemex y a la CFE mostrándolas como inútiles y en quiebra, esto es, enfatizar los males ocultando las virtudes. El chiste es crear entre la población la percepción de que la industria energética nacionalizada es deficiente y, la única salvación, está en privatizarlas. Tanto en Pemex como en la CFE hay problemas pero no porque sean nacionalizadas sino por la política antinacional seguida con ambas por los gobiernos en turno.

En varios medios se publicó que Pemex tuvo pérdidas importantes en el trimestre. La noticia la dio el propio director de finanzas de Pemex, descontextualizada y con mala fe.

Pemex registró en el segundo trimestre del año una pérdida de 48 mil 996 millones de pesos con lo que en los primeros seis meses de 2013 acumula un menoscabo de 53 mil 384 millones 961 mil pesos (4.1 mil millones de dólares) (Rodríguez I., en La Jornada, p.19; Carriles L., en El Universal; González N., en Milenio, 27 julio 2013).

En una conferencia telefónica con inversionistas y analistas financieros Beauregard Álvarez atribuyó estas pérdidas a la caída del volumen de petróleo exportado, a menores ventas totales, menor producción y menores precios de la mezcla mexicana de exportación.

La noticia del funcionario de Pemex es alarmista. Qué Pemex hay tenido pérdidas contables en el trimestre no quiere decir que eso sea definitivo. La explicación de Beauregard es malintencionada. A la Bolsa los funcionarios de Pemex informan cuestiones desfavorables mientras a los inversionistas extranjeros ofertan los atractivos de la paraestatal, con ingresos cuantiosos y rentabilidad superior a cualquier otra petrolera del mundo.

En 2012, Pemex obtuvo ingresos por ventas totales equivalentes a 1 billón 646 mil 900 millones de pesos (126 mil 600 millones de dólares). Los 53 mil 400 millones de pesos representan el 3.4% de los ingresos obtenidos en 2012, mismos que en 2013 serán mayores que el año anterior. Las pérdidas no debieran ocurrir pero tampoco es para exagerarlas fuera de contexto, el monto está lejos de lo que Pemex obtiene cada año.

Atribuir el déficit a la baja en los precios del petróleo de exportación es relativo porque, tales precios, oscilan siempre y si bajaron un poco eso será coyuntural, ya que, la tendencia es siempre al alza. Por lo demás, lo indebido es basar los ingresos en el petróleo de exportación, mismo que debía procesarse internamente para obtener mayor valor agregado. En 2012, los ingresos por exportación de crudo fueron de 618 mil 100 millones de pesos, es decir, el 37.5% de los ingresos totales de Pemex.

Un elemento importante en las “pérdidas” es el costo de importación de petrolíferos y gas, que el funcionario no menciona, no obstante que se importan a precios más elevados que el crudo de exportación. En 2012 se importó el 47.8% de la demanda nacional de gasolinas, misma que sigue aumentando. Mientras el valor de las exportaciones de crudo fue de 48 mil 788 millones de dólares, las importaciones de petrolíferos ascendieron a 29 mil 556 millones de dólares. Pero el volumen de exportación de crudo fue de 1 millón 256 mil barriles diarios y las importaciones de gasolinas fueron de 395 mil barriles diarios, lo que significa que las importaciones son más caras.

Las “pérdidas” reportadas son DESPUES del pago de impuesto y derechos, mismo que siguen siendo muy elevados. En 2012, ascendieron a 902 mil 900 millones de pesos (69 mil 400 millones de dólares). En el momento van 432 mil 476 millones 624 mil de pesos (33.4 mil millones de dólares), casi la mitad anual. Aunque no hubiesen ocurrido las causas que Beauregard menciona, la estructura fiscal siempre asfixia a la paraestatal. Con otra política más racional la situación sería muy diferente. Aún con esas “perdidas”, Pemex sigue entregando cuantiosas cantidades al erario público.

El EBITDA (ingresos antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) de Pemex se ubicó en 533 mil 700 millones de pesos, cifra nada despreciable. En 2012, este indicador financiero fue de 1 billón 145 mil 300 millones de pesos.

En suma, los resultados parciales de Pemex deben ubicarse en su contexto, al final del año serán mayores que en 2012. Si ese año, la contribución de Pemex al PIB fue 7.6%, en 2013 será igual o más, algo muy superior a las estimaciones de los banqueros y empresarios que tasan la privatización en apenas 0.5% del PIB.

El gobierno federal está utilizando la información para tergiversarla. Por una parte, oferta a Pemex y CFE a las transnacionales a las que informa de importantes resultados financieros, especialmente con la primera. Por otra, maneja la información para mostrar un panorama de crisis en ambas instituciones para crear una percepción desfavorable entre la población. Por si faltare, insiste en mentiras como la baja en las tarifas eléctricas y precios de las gasolinas, a condición de ser aprobada la reforma constitucional en materia petrolera y eléctrica que significará la entrega de Pemex y CFE a las transnacionales con resultados lesivos para la nación viviente.


Ref: 2013, elektron 13 (258) 1-2, 19 agosto 2013, FTE de México.