Volumen 13, Número 254, junio 30 de 2013
 


Peña insiste en privatizar a Pemex



En el 75 aniversario de la creación de Pemex, Peña Nieto volvió a insistir en sus propuestas privatizadoras. En el discurso niega que vaya a haber privatización pero todas sus propuestas van en ese sentido, con una argumentación falaz y mentirosa. Sus propuestas no las requiere el país sino los organismos financieros internacionales y transnacionales. Las cúpulas políticas NO son ni representan a la nación.


Peña, destructor de Pemex y CFE

Con tal de deslizar sus propuestas (privatizadoras) de Pemex y CFE, Enrique Peña Nieto dice barbaridades. Por supuesto, no conoce ni a Pemex ni a la CFE, ni ha trabajado allí ni las ha estudiado, solo repite lo que sus asesores le dicen sin ser tampoco expertos.

Ahora declaró que "Pemex no puede seguir operando con esquemas y procedimientos del siglo pasado" (Vargas R.E., en La Jornada, p.5, 8 junio 2013). Seguramente cree que hizo algún descubrimiento importante pero no precisa ningún esquema ni procedimiento de operación. Solo habla.

Obviamente, lo que disgusta a Peña y a sus jefes de los organismos financieros del imperialismo es el régimen de propiedad nacional de Pemex y CFE. Eso fue logrado por el pueblo de México en el siglo pasado, mediante una Expropiación petrolera (1938) y una Nacionalización eléctrica (1960). Entonces, Peña lo que quiere es que ese régimen cambie y se vuelva de propiedad privada.

Según Peña, el país requiere de una empresa (sic) transformada para responder con celeridad y flexibilidad a los nuevos equilibrios (sic) energéticos globales y a los avances tecnológicos en el uso y eficiencia de diversos combustibles.

Peña se equivoca, el país NO requiere que Pemex sea empresa. Actualmente, Pemex NO es una empresa sino una industria y nacionalizada, es decir, propiedad de la nación. ¿Sabrá que quiere decir con "equilibrios energéticos globales"? De acuerdo a su reiterado discurso, el Pacto por México y la Estrategia Nacional de Energía, el objetivo de Peña y su gobierno, en consonancia con el imperialismo, es aumentar la extracción de petróleo para enviarlo a los Estados Unidos y encargar de tal actividad a las transnacionales, misma que jamás se caracterizan por ningún equilibrio en nada, ni siquiera en sus ganancias.

Lo que Peña propone es lo contrario de lo que dice, es decir, aumentar el desequilibrio energético global para extraer más petróleo crudo y destinarlo a la seguridad energética de Norteamérica. Eso conduce a mantener los desequilibrios económico, comercial y ambiental, entre otros.

Pemex (y CFE) NO son del Estado

Peña insiste en la existencia de un “acuerdo esencial” para mantener a la paraestatal como pública de carácter productivo, que se conserve como propiedad del Estado, pero que tenga capacidad de competir como empresa de clase mundial”, y pidió que haya un trabajo corresponsable de las principales fuerzas políticas, de los legisladores y del gobierno de la República para cambiar la petrolera.

Peña y sus asesores repiten una y otra vez barbaridades y se niegan a corregir. No pueden porque irían contra sus objetivos centrales. Se papel consiste en falsear el discurso para llevar a cabo sus propósitos aviesos. Desde luego, mienten.

Dijo Peña que "hay un acuerdo esencial" pero dice con quién, son las cúpulas políticas. Habla de " mantener a la paraestatal como pública de carácter productivo, que se conserve como propiedad del Estado". La paraestatal ya es de carácter productivo desde 1938 dedicada, precisamente, a producir petróleo y sus derivados.

Lo grave es que Peña insiste en que Pemex " se conserve como propiedad del Estado". Pero Pemex NO es del Estado, nunca lo ha sido. Reiteramos una vez más: Pemex no es del Estado, mucho menos del gobierno, es de la nación.

Desde luego, Peña incurre en falsedades conceptuales pero, además, lo hace deliberadamente. Si Pemex fuera del Estado, entonces, éste podría hacer lo que quiera, incluso con la renta petrolera y nadie podríamos reclamarle nada. Peña no sabe lo qué es el Estado ni cómo se integra, consecuentemente no distingue entre Estado y Nación. Durante mucho tiempo, los teóricos del PRI acuñaron la frase de Estado-Nación. Pero Estado y Nación no son lo mismo.

Bajo las consideraciones de Peña, el Estado representa a la nación y el Estado decide, Bajo ese "concepto" torcido, el gobierno representa al Estado y, entonces, el gobierno decide. En consecuencia, el gobierno está representado por mi y hago lo que quiero, es el concepto peñista.

Desde luego, no es así. Pemex y la CFE son de propiedad nacional y corresponde a la nación, organizada socialmente, decidir sobre su operación, funcionamiento y evaluación. Peña cree que los representantes son los partidos políticos, a su vez representados por sus cúpulas y le basta acordar con estos aparatos para decidir. Esa es una perversión a conveniencia de la política.

Reforma de los aparatos internacionales

Las declaraciones de Peña las hizo con motivo del 75 aniversario de la creación de Pemex, luego de abanderar cuatro nuevos buques-tanque de la "empresa". En el acto insistió en su decisión de "no privatizar" a Pemex. Negarlo, cuando es lo que propone, es parte deliberada de su "estrategia" de medios. Una vez aprobada la privatización, seguirá insistiendo en que se trata de lo contrario.

Como tradicionalmente ocurre, un grupo de petroleros fueron "acarreados" por los charros sindicales, dedicados a gritar "porras" a Peña y a Carlos Romero Deschamps, charros del STPRM.

El PAN se ha declarado partidario de la reforma energética de Peña. Así PRI y PAN van por reformas constitucionales regresivas. Pero eso, contrariamente a lo que dicen, NO es una reforma que el país requiera, es la reforma que quieren el Banco Mundial, la OCDE, el FMI y las Transnacionales. Es la propuesta de las cúpulas políticas corruptas, NO de la nación.


Fuente: 2013, elektron 13 (169) 1-2, 18 junio 2013, FTE de México.



Romero Deschamps y Peña Nieto. Peña propone la privatización de Pemex y CFE,
para ello cuenta con el apoyo del charrismo sindical.





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