Volumen 13, Número 254, junio 30 de 2013
 


Privatización “Constitucional” de Pemex, anuncia EPN en Londres



En una entrevista en Londres para el Financial Times, Peña Nieto dijo que, “la necesidad de modernizar a Pemex se acordó en el marco del Pacto de México”, y que la reforma incluiría "los cambios constitucionales necesarios para darle certeza a los inversionistas privados". Sería el Gran Atraco contra México, ni Pemex ni la CFE son de Peña, son de la nación.


Cambios constitucionales

En un despacho de la agencia Notimex se informó:

En dos o tres meses se presentará la reforma a Petróleos Mexicanos (Pemex), dijo el presidente Enrique Peña Nieto (en La Jornada en internet 18 junio 2013).

En entrevista con el Financial Times, el titular del Ejecutivo federal aseguró que la necesidad de modernizar a Pemex se acordó en el marco del Pacto de México y expuso que la reforma incluiría "los cambios constitucionales necesarios para darle certeza a los inversionistas privados".

Se comprometió a seguir adelante con una transformación fundamental de Pemex, aunque consideró que hay diferentes opciones respecto a cómo deberá ser la reforma, "pero estoy seguro que será trascendental".

Peña matiza la privatización

Al día siguiente Peña hizo declaraciones a los periodistas que lo acompañan en su gira por Europa solo una parte de lo dicho al Financial Times, matizando (no desmintiendo) las declaraciones previas.

Al ratificar que en el segundo semestre del año se enviará al Congreso el proyecto de reforma energética, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que aún se evalúa si la misma consistirá en una modificación constitucional o sólo a la legislación secundaria. ‘‘Son temas que se están valorando en el acuerdo del Pacto por México antes de enviar la iniciativa’’, aseguró (Vargas R.E., en La Jornada, p.10, 19 junio 2013).

La víspera, sin embargo, en declaraciones al diario Financial Times el Presidente había establecido de manera textual que se realizarán ‘‘los cambios constitucionales necesarios para darle certeza a los inversionistas privados’’, y de ese modo lo publicó el rotativo británico.

Al regresar de Lough Erne, Irlanda del Norte, donde participó en un almuerzo con los líderes del G-8, Peña Nieto fue interrogado sobre las declaraciones a ese diario inglés en torno a los cambios previstos para la política energética de México, y donde señaló también: ‘‘Hay diferentes opciones con respecto a cómo deberá ser la reforma, pero estoy seguro que ésta será trascendental’’.

Aclaración a medias

La agencia Bloomberg también entrevistó a Peña y ésta publicó lo que han venido diciendo los priístas. A Peña no le gusto y en este caso sí hizo una aclaración. Sin embargo, lo dicho por la agencia es cierto. El propio Peña Nieto ha dicho en México que hay que terminar con los mitos y tabúes.

En sus respuestas, el mandatario insistió en la intención de modernizar Pemex y toda la industria energética nacional. ‘‘Yo nunca he dicho que es momento de romper mitos o monopolios’’, como lo consignó en un despacho la agencia Bloomberg, la cual lo había entrevistado. ‘‘He dicho en México que es momento de modernizarnos. Lo he venido sosteniendo: no venimos a administrar, queremos transformar, incidir en un cambio estructural’’.

Peña esconde la privatización

Se le insistió si ese tipo de declaraciones podrían generar suspicacias o expectativas respecto de una eventual privatización de Pemex, y respondió: ‘‘¿Alguien me ha escuchado decir eso, que se va a privatizar? Lo que he dicho aquí y allá tiene la misma consistencia’’, de que no existe tal intención.

–¿Entonces, hasta dónde se permitirá la entrada de la iniciativa privada en el sector? –se le preguntó.

–Lo van a conocer en la propuesta que estaremos presentando. Tengan paciencia, la conocerán ya en los próximos días –respondió Peña Nieto.

Videgaray reafirma las intenciones

A su vez, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, desestimó la información publicada por el Financial Times. Remitió a una entrevista ‘‘más importante’’ con el mismo medio de información, efectuada en septiembre de 2011.

Ahí, él ‘‘dijo por primera vez que en caso de ser candidato a la Presidencia propondría una política mucho más pragmática sin privatizar Pemex, mucho menos las reservas de petróleo, pero sí en un régimen más flexible que permita mayor participación de la iniciativa privada en colaboración con Petróleos Mexicanos. Esto no es nuevo’’, aseguró.

Esa nueva política, subrayó el responsable de Hacienda, se haría en todos los energéticos.

Alusiones a las cúpulas

A su vez, Peña Nieto, al ubicar esa iniciativa en el Pacto por México, dijo: ‘‘Todos los partidos y el gobierno de la República coincidimos en temas fundamentales’’, como mantener la propiedad de los hidrocarburos, la rectoría estatal de Pemex y ‘‘explorar mecanismos que hagan posible ampliar su capacidad productiva’’ mediante la participación del sector privado.

‘‘Este es un tema que de manera reiterada he señalado ante los distintos medios’’, añadió el Presidente.

Peña y Videgaray falsean las declaraciones

Como acostumbra Peña, sale al extranjero y en las metrópolis informa lo que allá quieren oír. Esta vez se pasó en precisiones. El Financial Times ha sido escogido como el vocero oficioso en Europa. Esta no es la primera entrevista que concede pero ahora Peña fue muy claro, si bien mezcló mentiras flagrantes.

Primero dijo que “la necesidad de modernizar a Pemex se acordó en el marco del Pacto de México”. Eso querría decir que la propuesta se hizo por o entre los tres partidos signantes del Pacto (PRI, PAN y PRD). Sin embargo, no es así. La idea privatizadora de Peña fue anunciada desde su campaña electoral presidencial, en multitud de discursos y entrevistas. Lo repitió siendo `residente electo y lo mismo hizo ya siendo presidente en funciones. El Pacto se firmó después.

Claro que en el Pacto se plantea la privatización de Pemex y para eso fue firmado. Pero la propuesta privatizadora es de antes y ni siquiera es de Peña sino de los organismos financieros del imperialismo. Los Partidos firmante del Pacto están literalmente “partidos”, especialmente el PAN y el PRD, el primero en amplias disputas internas basadas en la corrupción interna y, el segundo, vegetando del presupuesto federal que se reparte entre los socios.

Lo cierto es que tales partidos fueron invitados a firmar el Pacto, literalmente, para “amarrar” los votos en las Cámaras. De hecho, no se necesita mucho para convencer al PAN, proclive a la privatización de Pemex (y de CFE) y firme opositor a la nacionalización desde el principio. El PRD maneja cupularmente la cuestión habilidosamente pero es altamente probable que la mayoría apruebe las propuestas de Peña “sin ver”. Lo ha hecho muchas veces y ésta no será la excepción. Si la situación fuera diferente lo menos que debía hacer el PRD es salirse del Pacto ya. ¿Lo hará? No, evidentemente.

Peña y Videgaray sí proponen la privatización

Lo más significativo fue lo dicho por Peña respecto a la reforma, al declarar al Financial que la reforma incluiría "los cambios constitucionales necesarios para darle certeza a los inversionistas privados".

Lo dicho por Peña es aberrante y constituye una seria ofensa a la nación. Lo peor: es el anuncio público y explícito de su política energética, misma que quiere llevar al nivel de modificaciones constitucionales.

Si para “modernizar” o como quiera llamarle, a Pemex y a la CFE Peña plantea reformas constitucionales, el resultado no puede ser sino solo uno: la privatización `petrolera.

Peña lo niega, sigue insistiendo en que esa palabra (privatización) no existe en su vocabulario. Podría no mencionar esa palabra pero a eso conduce su política, a privatizar. Hay muchos ejemplos al respecto, no es la primera vez que se privatiza con mentiras. Pero el ejemplo más reciente es ilustrativo: la “modernización” de las telecomunicaciones. En este caso, Peña no mencionó la palabra que le disgusta pero ¿qué pasó? Las telecomunicaciones fueron privatizadas. No solamente, también el espectro radioeléctrico. Y, en ambos casos, mediante reformas constitucionales.

Actualmente, la Constitución establece el dominio de la nación sobre sus recursos de hidrocarburos y sobre la energía eléctrica. Los párrafos cuarto y sexto del artículo 27 constitucional, así como el párrafo 4º del artículo 28, reservan al Estado la exclusividad en la materia. Estas disposiciones fueron el resultado, tanto de la Expropiación petrolera como de la Nacionalización eléctrica mismas que cambiaron el régimen de propiedad que dejó de ser `privado para ser nacional.

Lo dicho al Financial Times fue matizado, pero no desmentido.

Si Peña quiere modificaciones constitucionales, es para que se aprueben reformas regresivas. El mismo lo dice: para permitir la participación privada. Eso se llama privatización, le guste o no.

Lo que seguramente se está discutiendo es la redacción de los nuevos párrafos constitucionales. Pero desde ahora Peña y Videgaray lo ratifican. Siempre hablan de que los hidrocarburos seguirá siendo “propiedad del Estado”, Beltrones es todavía más burdo cuando afirma que “el Restado seguirá siendo el dueño absoluto”. Esa es una falsedad total. Los hidrocarburos NO son del Estado, NUNCA lo han sido. Antes de la Expropiación eran privados, después pasaron a ser de la nación. Estado y nación NO son lo mismo.

“Argumenta” Peña que esas modificaciones constitucionales serían “para darla certeza a los inversionistas privados”. ¿Certeza de qué? El capital privado tiene PROHIBIDO constitucionalmente participar en Pemex y en la CFE. ¿Porqué certeza y para qué, como sería eso? Necesariamente, con reformas constitucionales. Por eso Peña no desmiente al Financial Times y Videgaray desestima lo que publicó ese diario. La “certeza” sería la legalización de la ilegalidad. Todo en favor de las transnacionales, nada en favor de la nación.

Peña y Videgaray, en consecuencia, insisten en que habría “rectoría del Estado”. Esa frase es hueca y manipuladora, además de innecesaria y fuera de lugar. Hoy lo que existe en DOMINIO DE LA NACION no rectoría del Estado. La situación es diametralmente opuesta. Claro, la rectoría existiría si las industrias petrolera y eléctrica se privatizan. Aún así, la “rectoría” es una ficción porque en la práctica NO existe, lo que prevalece SON las decisiones de las transnacionales.

Así nieguen haber mencionado la palabra “privatización”, los hechos de Peña y Videgaray son privatizadores y sus dichos conduce inevitablemente a privatizar. No es necesario esperar a que se de a conocer públicamente la iniciativa de reformas. Del ITAM no se puede esperar nada bueno para la nación sino a la inversa. El ITAM propone lo que Peña repite y viceversa, y ambos repiten a los organismos financieros del imperialismo, lo demás es manejo mediático manipulero.

Ante tal panorama tan adverso a la nación, la propuesta necesaria consiste en IMPEDIR la contra-reforma energética de Peña, Videgaray y Beltrones. ¿Cómo hacerlo si ninguno entiende de razones y los legisladores menos? Por la fuerza, no hay otro camino. ¿Qué fuerza? La del pueblo organizado en todo el territorio nacional. ¿Sin organización y sin política? Bueno, nos falta organización pero política la tenemos. Con los recursos que haya debemos desplegar la acción.

Es la hora del pueblo. Si no lo hacemos, otros lo harán, y a su manera, para terminar rajándose a la mera hora (como acostumbran) y/o terminar arrullados “por el sistema”. ¡NO!, se necesita de la lucha con independencia de clase por una Política Energética Independiente. Si no lo hacemos ahora, al país le quedarían solo unos meses de dignidad para ser sometido como colonia de las transnacionales. Otra vez, la nación serviría para la acumulación capitalista amplia, como lo fue en la invasión española de hace cinco siglos.



Fuente: FTE, 2013, elektron 13 (171) 1-4, 21 junio 2013, FTE de México.



Plataforma “Bicentenario” (privada) en el Golfo de México FOTO: J.C. González







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