El gobierno de Corea del Norte anunció que reactivará su programa nuclear incluyendo propósitos militares. Al mismo tiempo declaró el estado de guerra contra Corea del Sur. Esta anuncia maniobras militares conjuntas con Estados Unidos. Con ligereza se habla de un ataque nuclear. Sería la destrucción mutuamente asegurada.
Corea del Norte adoptará una nueva
estrategia para impulsar su debilitada economía y una industria nuclear
independiente para enfrentar la escasez de electricidad, declaró el
presidente Kim Jong-un durante una reunión plenaria del comité
central del Partido de los Trabajadores (XINHUA, DPA, AFP, NOTIMEX Y REUTERS, en
La Jornada, p.24, 1 abr 2013).
Norcorea desarrollará “una industria de energía atómica independiente y un reactor de agua ligera” con el fin de aliviar la escasez de suministro eléctrico, indicó Kim, según la agencia oficial de noticias KCNA. “Las fuerzas armadas nucleares representan la vida de la nación, las cuales no podrán ser abandonadas mientras los imperialistas y las amenazas atómicas existan en la Tierra,” subrayó. “La posesión de armas nucleares será fijada por la ley y las fuerzas armadas atómicas deben ser expandidas y reforzadas cualitativa y cuantitativamente hasta que la desnuclearización del mundo sea realidad”, agregó. El líder dijo que, como Estado responsable en posesión de armas atómicas, Corea del Norte hará esfuerzos para prevenir la proliferación nuclear y garantizar la paz y la seguridad en Asia y el mundo entero. Así, Kim dejó claro que no abandonará su programa atómico, con lo cual, según algunos analistas, continuará la confrontación con Corea del Sur, Estados Unidos y otras potencias internacionales. Política borrosa e inaceptable Anunciar la producción de
electricidad a partir de la energía nuclear no es algo que motive
demasiado impacto, si bien, esa política es inadecuada habida cuenta que
la energía nuclear de potencia atraviesa una larga y persistente crisis,
agravada con los accidentes severos en Fukushima, ocurridos en
2011.
Según las declaraciones del líder norcoreano, desarrollará una industria nuclear independiente. ¿Qué quiere decir, en qué consiste? Si se quiere decir que lo hará Corea del Norte por sí misma, eso significaría que tiene o podría tener capacidad para desarrollar tecnología nuclear. Cuando se habla de un reactor de agua ligera, eso implica que el combustible sería de uranio enriquecido. ¿Puede Corea del Norte enriquecer uranio, tiene capacidad técnico-económica? y, ¿para qué quiere enriquecer uranio, en ausencia de un programa nucleoeléctrico importante? Sería para favorecer las aplicaciones militares. ¿Cuál industria nuclear "independiente"? Eso tiene múltiples consecuencias en el contexto de la proliferación nuclear. Kim-Jong-un habló de la posesión, expansión y reforzamiento de las armas nucleares "cuantitativamente hasta que la desnuclearización del mundo sea realidad”. Vaya contradicción. ¿Cuándo sería eso? No en lo inmediato pues el imperialismo no tiene la mínima intención siquiera de reducir sus arsenales nucleares, ni los obsoletos ni los nuevos. También dijo que " Corea del Norte hará esfuerzos para prevenir la proliferación nuclear y garantizar la paz y la seguridad en Asia y el mundo entero". Qué manera de realizar "esfuerzos" anunciando una política para incrementar la proliferación nuclear, amenazando la paz en Asia y el mundo entero. De esta manera, la retórica norcoreana no solamente es borrosa sino inaceptable y muy propicia para que los Estados Unidos sigan provocando en la región. Kim Jong-un también provoca. Estado de guerra contra Corea del Sur Las agencias internacionales de prensa
señalaron que las afirmaciones de Kim se producen días
después de que su gobierno se declaró en “estado de
guerra” contra Corea del Sur. Las tensiones en la península coreana
aumentaron desde el lanzamiento de un misil, en diciembre de 2012, y la prueba
nuclear realizada por Pyongyang en febrero, la tercera de ese tipo por el
país, a lo que el Consejo de Seguridad de la Organización de
Naciones Unidas (ONU) respondió con sanciones.
En respuesta a esa medida y a los ejercicios militares conjuntos sudcoreanos-estadunidenses, Pyongyang lanzó amenazas casi a diario contra ambas naciones. El sábado 30 de marzo su retórica llegó a un punto álgido, al declararse en “estado de guerra” y anunciar que todas las cuestiones bilaterales se tratarían de inmediato “conforme a los protocolos de guerra”. Además, el martes pasado Pyongyang cortó el teléfono rojo, de uso militar, utilizado para controlar el tránsito de personas en la frontera común. El viernes anterior el líder norcoreano dio la orden de posicionar misiles estratégicos para posibles ataques, en reacción a la participación de dos aviones estadunidenses con capacidad nuclear en los ejercicios militares con Corea del Sur. El pasado 8 de marzo Norcorea dio por terminado el armisticio de 1953, el cual puso fin a la guerra con Corea del Sur después de que la ONU decidió imponer nuevas sanciones contra la nación asiática. En tanto, el complejo industrial de Corea del Sur y Corea del Norte situado en territorio norcoreano, en la localidad de Kaesong, permanecía abierto este domingo, pese a las amenazas de Pyongyang de cerrarlo, indicó el gobierno sudcoreano. El complejo, situado en territorio norcoreano a unos 10 kilómetros de la frontera, fue creado en 2004 como símbolo de la cooperación entre los dos países. Desde entonces constituye una importante fuente de ingresos para Corea del Norte. En este contexto, Corea del Sur anunció que realizará maniobras militares conjuntas con Estados Unidos en abril para comprobar su capacidad ante potenciales provocaciones del régimen norcoreano. Al cierre de la edición, la Casa Blanca dio a conocer que envió aviones de combate F-22 a Sudcorea. No jueguen con las armas nucleares Corea del Norte tiene derecho a seguir una
política antimperialista y promover su propio desarrollo
tecnológico. El régimen norcoreano sobrevive en el aislamiento
internacional desde hace más de 60 años. Ahora trata de volver al
escenario de confrontación armada alejando toda posibilidad de
unificación.
La declaración de "estado de guerra" parece desproporcionada, en todo caso no se han explicado las razones de fondo, más allá de la retórica. Pero amenazar con el uso de armas nucleares está completamente fuera de lugar. La reciente detonación nuclear norcoreana agravó la tensión en la región. Sensatamente, esa prueba no debió ocurrir. Pero pretender utilizar esas armas en una conflagración contra el vecino (y su aliado norteamericano) puede hacerse declarativamente. Si se trata de aproximarse al límite se crearía un conflicto innecesario y si se llegaran a cumplir las amenazas y los gringos respondieran, se habría llegado a un escenario para la destrucción mutuamente asegurada. Con las armas nucleares no se puede jugar ni siquiera verbalmente. Lo que debe haber es la completa, total y definitiva destrucción de ese tipo de armamento. Reactivarán reactor de baja potencia Días después, Corea del
Norte anunció que planea poner en operación un reactor nuclear
inactivo desde 2007 capaz de producir bombas nucleares, aunque enfatizó
que está en busca de aumentar su capacidad disuasiva y no repitió
las recientes amenazas de ataque contra Corea del Sur y Estados Unidos (Reuters,
AFP, DPA, The Independent, en La Jornada, p.31, 3 abr 2013).
Por lo pronto, dos portaviones fueron desplegados por Washington en el océano Pacífico en coordenadas no especificadas, y el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, declaró que su país defenderá a Corea del Sur. La crisis desatada en febrero pasado se ha agravado luego que Pyongyang amenazó a Washington con un ataque nuclear y con lanzar misiles contra sus bases en el Pacífico y Seúl. La agencia estatal de noticias KCNA dijo que Pyongyang reabriría todas sus instalaciones nucleares, tanto para usos militares como de producción eléctrica. La vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, calificó de “extremadamente alarmante” el anuncio de Corea del Norte de que pondrá en marcha nuevamente, “sin demora”, su reactor de cinco megavatios (sic) en el centro nuclear de Yongbyon. “Estados Unidos no aceptará que Corea del Norte sea potencia nuclear y, repito, hará lo necesario para defenderse y defender a Corea del Sur y Japón”, dijo Kerry en rueda de prensa conjunta con su par de Seúl, Yun Byung-se. “Estamos listos y somos capaces de hacerlo. Y creo que Corea del Norte lo sabe”, insistió el secretario de Estado en los últimos días”. Corea del Norte comunicó al Sur que estaba prohibido el acceso al complejo industrial de Kaesong, pero los sudcoreanos podían abandonar la zona, indicó un portavoz ministerial. “El Norte nos notificó que solo estaban autorizados los viajes de regreso desde Kaesong y quedaba prohibida la entrada al complejo”, indicó el portavoz del ministerio sudcoreano de la Unificación, Kim Hyung-suk. Pretextos para la agresión Reactivar un reactor, destruido parcialmente en
2007, no justifica la tensión militarista. Pero decir que se trata de
aumentar la capacidad "disuasiva" mediante la manufactura de artefactos
nucleares no solo es un lenguaje fuera de moda e inútil sino
infantilista. Promover la nuclearizar con propósitos disuasivos es simple
demagogia. Lo mismo dicen Israel y los propios Estados Unidos. Así, lo
único que ha ocurrido es el incremento, bajo pretextos, de la carrera
armamentista nuclear.
Tanto Corea del Norte como los Estados Unidos se exceden y proceden como si fueran aliados contra el mundo. Ambos exageran su retórica. El mencionado reactor nuclear de 5 megawatts (MW) es apenas un reactor de baja potencia, que puede servir para propósitos de investigación y entrenamiento, pero ni siquiera para generar electricidad y menos para fabricar armas nucleares. Cuando se habla de este reactor los norcoreanos hacen énfasis en su utilización con fines militares y los gringos dicen que eso conduciría a Norcorea a volverse potencia nuclear. Vaya cinismo. Esos son pretextos para la agresión y engaños deliberados a la comunidad internacional. Con un pequeño reactor Corea del Norte no adquiere ninguna capacidad nuclear ni tampoco se vuelve potencia. Eso lo saben los norteamericanos pero contestan a los norcoreanos para alimentar la provocación. Eso sí es cierto, ambos favorecen un ambiente contaminado que amenaza la frágil paz en el mundo. Esa política es propia del imperialismo, no tiene nada de proletaria, es de derecha. Fuente: 2013, elektron 13 (94) 1-4, 4 abril 2013. Complejo
nuclear en Yongbyon al momento de quedar inactivo hace años y cuya
reapertura anunció Corea del Norte. La imagen fue captada por la agencia
de noticias Xinhua FOTO: Ap
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