En el 75 aniversario de la expropiación petrolera, la principal preocupación de Peña Nieto fue aclarar que Pemex no se privatizará. Pero eso no es creíble habida cuenta que sus propuestas implican, precisamente, la intervención privada en las actividades estratégicas a cargo exclusivo de Pemex y de la CFE. Todas sus explicaciones muestran a Peña como privatizador furtivo.
Para asistir a la misa de
consagración del nuevo Papa Francisco, Enrique peña Nieto
adelantó la "celebración" de la expropiación petrolera. Un
día antes, en la refinería de Salamanca, se reunió con las
cúpulas políticas y sindicales. El emblemático día
es muy riesgoso para hablar de privatización pero utilizó el
sinónimo favorito, habló de "modernización". Ese día
es propicio para repetir demagógicamente el rollo cartonero. Esta vez,
sin embargo, Peña queriendo desmentirse asimismo volvió a incurrir
en falsedades y errores. Por más que quieren no pueden ocular sus
propósitos antinacionales en materia
energética.
Según una nota del mismo día, Enrique Peña Nieto, planteó la necesidad de impulsar una reforma energética para permitir a Petróleos Mexicanos (Pemex) ser más competitivo. “Hoy el sector energético enfrenta nuevos retos que deben atenderse con la misma audacia y determinación que hace 75 años porque de continuar las actuales tendencias de producción y consumo, para 2020 México podría convertirse en un país estructuralmente deficitario en energía”, advirtió (Vargas R.E., Rodríguez I., en La Jornada, 17 mar 2013). Al encabezar la ceremonia del 75 aniversario de la expropiación de la industria petrolera, decretada en 1938 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, el primer mandatario dijo que para enfrentar los retos del futuro se requieren tres condiciones necesarias: uno, eficiencia energética; dos, seguridad energética y tres, informó que las reservas probadas de Pemex ascienden a 13 mil 168 millones de barriles de petróleo crudo con lo que se asegura la producción de hidrocarburos en México para los próximos diez años y nos colocan en los 20 países con mayores reservas a nivel mundial. Al enfatizar la necesaria e inaplazable modernización de la paraestatal, el presidente Peña delineó seis acciones: nueva estructura organizacional, alentar la ética corporativa y la responsabilidad social, promover el crecimiento verde, potenciar a la industria nacional, orientar las inversiones a la actividades más rentables y fortalecer su capacidad de desarrollo tecnológico. Reiteró que Pemex es una empresa pública que se conservará como propiedad del Estado y seguirá siendo de todos los mexicanos, pero deberá competir en el ámbito internacional como un empresa de clase mundial. Finalmente dijo que con la modernización de Pemex planteada en el contexto del Pacto por México las familias mexicanas podrán acceder a energía más barata y las pequeñas y medianas empresas también tendrán insumos y electricidad a precios más competitivos. Gobierno y charros son privatizadores No podían faltar las porras a
Peña y a Romero Deschamps, charro del sindicato petrolero; tampoco los
elogios mutuos. Unos y otros son parte de la misma mafia que gobierna
corporativizada contra México. Los petroleros fueron simplemente
"acarreados", como siempre, para aplaudir cuanta barbaridad se dijese. Si no lo
hacen son despedidos porque ni siquiera plaza tienen, son
temporales.
Ante ese dócil público, Peña habló para las cámaras y los medios, sabedor que nadie le objeta lo que repite. Sin embargo, deben hacerse pertinentes precisiones. Peña considera que la reforma energética es necesaria e inevitable para hacer a Pemex "más competitivo". ¿Qué quiere decir semejante argumento? ¿De qué competitividad habla cuando Pemex es la petrolera más rentable del mundo? ¿Con quién debe competir? No es competitividad lo que pretende Peña, quiere cambiar el actual régimen de propiedad de Pemex para entregarlo al capital extranjero y que las transnacionales compitan, es decir, obtengan ganancias, a partir de realizar las funciones estratégicas que hoy realiza Pemex y con los recursos naturales energéticos de la nación. Según Peña se necesita la misma "audacia" que en 1938, lo que representa un cinismo a ultranza porque lo que hoy pretende es, precisamente, lo opuesto a 1938. En aquella ocasión, se expropió a las compañías extranjeras y se rescató para la nación el dominio sobre los hidrocarburos e industria petrolera, hoy se pretende entregar este patrimonio nacional a las transnacionales, en un viaje regresivo. Esa es la "audacia" de Peña. Peña quiere ofrecerle seguridad energética al gobierno norteamericano. Entregar a Pemex es el costo por haber sido candidato presidencial. En México no se requiere siquiera ninguna plataforma de producción de crudo como la actual, el aumento en la producción sería para aumentar las exportaciones. La situación es necia cuando en el país, los gobiernos en turno han despilfarrado los hidrocarburos y agotado las reservas probadas que son muy bajas. Si a Peña Nieto se le hacen muchas y coloca a México entre los 20 países con mayores reservas a nivel mundial, solo puede explicarse de dos maneras: o no conoce al mundo o miente explícitamente, porque la gran mayoría de los países del mundo carecen de hidrocarburos. De manera que, estar entre los primeros 20 NO dice nada. Reiteró Peña que Pemex "se conservará como propiedad del Estado". Una vez más reiteramos: Pemex NO es del Estado, es de la nación. Esto no es lo mismo. Contradictoriamente, dice peña que "seguirá siendo de todos los mexicanos". Sin embargo, el Estado no lo formamos todos los mexicanos, a la nación sí. Ah, dice, pero Pemex "deberá competir en el ámbito internacional". ¿Qué quiere decir, que Pemex debe volverse transnacional de rapiña, como lo es Petrobras? Esto es, ¿se trata de legalizar la participación de capitales transnacionales en Pemex? ¿Eso no es privatización? Finalmente, repitió Peña que con la "modernización" (privatización) de Pemex, planteada en el contexto del Pacto por México, " las familias mexicanas podrán acceder a energía más barata". Se trata de la mayor mentira. Primero el Pacto plantea, explícitamente, la privatización generalizada de Pemex. tan es así que para Peña es la condición para que bajen los precios y tarifas de la energía. Se trata de una cínica mentira. Con la privatización ocurrirá lo contrario, es decir, mayores aumentos de precios y tarifas. Desde 1992, cuando empezó la privatización eléctrica furtiva, Salinas dijo que mismo que ahora Peña. Ya se privatizó el 52% y las tarifas eléctricas no bajan, al contrario. Ah, pero el gobierno sigue diciendo que no hay privatización eléctrica y que hace falta más "modernización". Peña Nieto y Videgaray trabajan contra México, considerado como una nación aún estando dividida en clases sociales. La nación viviente la formamos la gran mayoría de mexicanos, el Estado no. Por ello, para Videgaray y Peña, solamente existe el Estado no la nación. Esto es, ambos sirven a unos cuantos, los dueños del capital. Por lo mismo, ni Videgaray ni Peña tienen un discurso coherente, no quieren ni pueden. Su interés es servir a su sociedad, la de los empresarios extranjeros y sus socios menores nacionales. Peña es el mejor exponente del momento para la acumulación privada de capital. El problema para la nación es que esa acumulación se propone con cargo a los recursos naturales y renta económica del patrimonio colectivo, mismo que no es del Estado y menos de Videgaray-Peña. Esta vez fue, probablemente, la última vez que se conmemore el gran hecho político de 1938, de imponerse la política de Peña-Videgaray el próximo año será el I aniversario de la expropiación petrolera extranjera. A Peña le preocupa mucho que digamos (y demostremos) que su política energética es privatizadora. Los nuestros NO son dichos sino hechos. Peña y Videgaray lo han repetido y escrito. Cierto es que la palabrita "´privatización" no les gusta pero eso no quiere decir que signifique lo que no quieren. Otra cosa es que lo nieguen pero eso forma parte del discurso borroso y manipulador, seguido por todos los politiqueros, especialmente, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y ahora Peña-Videgaray. Estudiantes por la Soberanía Energética Busca Pacto por México “desnacionalizar al país”: #YoSoy132 Alerta riesgo en los sectores de energía, telecomunicaciones, agua,
minería y ferrocarriles.
Arianae Díaz Publicado: 15/03/2013 13:37 México, DF. La mesa de Soberanía Energética del movimiento #YoSoy132 manifestó su total desacuerdo con el Pacto por México al que calificó como “un cheque en blanco entregado por los partidos políticos a los organismos financieros de gran capital” cuya pretensión es “desnacionalizar” al país en materia de energía, agua, minería, ferrocarriles y telecomunicaciones. En conferencia de prensa, anunció una campaña de información en todo el país sobre los riesgos que entraña la privatización de facto que pretende impulsar el gobierno federal en materia de recursos energéticos. Llamó a un debate público al gobierno federal para que argumente “frente a expertos y conocedores” su propuesta de reforma energética. ¡No a la privatización de Pemex! Todo está listo para la realización del 23 Foro de Energía. Lunes 18 de marzo, 17 hs., Hotel Sevilla, de la ciudad de México. Organizan: FTE de México y Mesa de Soberanía Energética del movimiento #YoSoy132. Fuente: 2013, elektron 13 (77) 1-3, 17 mar 2013. Carlos Romero Deschamps, charro del sindicato petrolero, y Peña Nieto Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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