Las alertas por escasez de gas natural cuestan mucho a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que impacta a las tarifas eléctricas que, Peña Nieto dijo bajarían. No hay tal. La política eléctrica privatizadora es nefasta. Aún cuando el precio del gas en Estados Unidos es de 3.5 dólares el millón de BTU, Pemex lo importa en 21 dólares. El gas natural representa el 47.5% de las necesidades de combustibles para generar electricidad, principalmente, por las centrales privadas a las cuales la CFE les suministra gas barato que importa caro a través de transnacionales.

Se había dicho, en el informe enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, que las “pérdidas” de la CFE en 2009 fueron de 19 mil millones de pesos. Ya salió el peine. Ahora resulta que eso se debió al gas natural.

El desabasto de gas natural en 2012 tuvo un costo de 18 mil 900 millones de pesos para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y “esto es evidentemente algo q1ue impacta los costos, hay un compromiso del señor presidente de bajar las tarifas eléctricas”, destacó Lourdes Melgar, subsecretaria de electricidad de la Secretaría de Energía (Sener) (Torreas A., en Excelsior; López A., en Reforma; García K., en El Economista; Albarrán E., en Crónica; González N., en Milenio, 7 mar 2013).

Según la nota de Excelsior, en el marco del Mexico Energy Summit, organizado por BNamericas, Melgar se mostró preocupada por la dependencia que tiene el país por el gas natural, que representa más del 40 por ciento de la generación de electricidad.

“Las recientes alertas críticas han evidenciado los límites que tiene la creciente dependencia y las fallas de planeación que hemos tenido, dijo.

La señora Melgar es una hipócrita. No le preocupa la dependencia del gas. Asumiéndose como “experta” en los estudios del ITAM propone que se siga utilizando gas para generar electricidad, precisamente, a base de centrales de ciclo combinado a base de gas natural. También es de las que aconsejan explotar el gas de lutitas y basar la transición energética en el gas natural, a sabiendas que México no produce siquiera para satisfacerla actual demanda interna.

¿Cómo van a bajar las tarifas que ofreció Peña? No hay manera, es un slogan propagandístico. Mientras siga habiendo privatización eléctrica furtiva las tarifas no bajarán NUNCA.

Melgar explicó que la CFE ha tenido que incrementar el consumo de combustóleo, pues aún cuando genera gases de efecto invernadero y tiene un costo seis veces superior al gas natural, eso impacta los costo.

La situación que dice la funcionaria es contradictoria. Por una aparte, el gobierno habla de las oportunidades que ofrece el gas cuyos costos han bajado mucho en los Estados Unidos y, por otra, prefiere que la CFE utilice combustóleo que es contaminante y muy caro.

La política eléctrica del gobierno en turno es sumamente errática y es la consecuencia de la privatización furtiva. 22 de las centrales privadas en operación que generan para la CFE son de ciclo combinado a base de gas natural, la CFE importa ese gas (muy caro) y se los suministra (muy barato). Peor aún, para sus propias centrales se ahorra el gas y lo sustituye por combustóleo.

Esa administración es sumamente deficiente. La CFE termina pagando los elevados costos. En tales condiciones, no es que pierda financieramente, lo que hace es transferir recursos públicos a las transnacionales para que éstas aumenten sus ganancias.

Dice la funcionaria que trabaja para el ITAM e imperialismo que se han olvidado las fuentes renovables.

“Ahí tenemos grandes oportunidades de las grandes inversiones en tecnología que permiten aprovechar el `potencial en renovables”, pues dijo en el país hay un potencial de 18 mil megawatts de generación.

La supuesta experta habla por hablar. Esas “oportunidades” el gobierno las ha puesto en manos de las transnacionales, prácticamente, las únicas que disfrutan del potencial de energías renovables. La señora finge que no conoce las fechorías de la Comisión Reguladora de Energía (CRE); la misma que obsequia permisos privados a los particulares que generan electricidad, obligando a la CFE a construirles con recursos públicos la infraestructura de interconexión que necesitan y, luego, hacen uso de las redes eléctricas nacionales.

Así que su “preocupación” es falsa, ella misma es la responsable en turno de una política eléctrica lesiva para la nación.

En Estados Unidos el precio del millón de BTU de gas natural licuado (GNL) cuesta 3.5 dólares pero Pemex lo importa de Europa y Japón a un precio de entre 19 y 21 dólares, el cual llegará a las terminales de Altamira y Manzanillo, donde será sometido a un proceso de regasificación para ser distribuido posteriormente, ya que será transportado por mar en estado líquido.

Burócratas de Pemex, como el director de Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB) dijo que el precio de importación del gas se mantendrá alto debido a la creciente demanda de Brasil, Argentina y Japón.

He allí las consecuencias de la nociva política oficial de hidrocarburos. El gas asociado al petróleo crudo lo han quemado por décadas, no se ha procesado debidamente, todo ha sido dilapidación. Ahora hay escasez. ¿Por qué, entonces, se insiste en seguir con la generación eléctrica, a cargo de transnacionales, a partir del gas que se carece? ¿Por qué las fuentes renovables se han entregado en exclusiva a las corporaciones imperialistas?

De acuerdo a la especialista (en privatización furtiva), y lo indicado por la Estrategia Nacional de Energía (ENE), actualmente 47.5 por ciento de la generación eléctrica nacional está basada en tecnologías que utilizan gas natural.

En tales condiciones resulta absurdo lo que “planea” la ENE para el 2027: que el gas contribuya con el 72% del total a la generación eléctrica. ¡Eso es lo que votaron ya los senadores! Obviamente, esos individuos ni siquiera leen, menos entienden ni les interesa.

Melgar es la misma “experta” que trabaja en el grupo ITAM-Wilson Mexico Institute y asesora a los gobiernos de México (y Estados Unidos) para privatizar, mediante reformas constitucionales, a Pemex y a la CFE. ¿Qué es eso, traición, cinismo?

Fuente: 2013, elektron 13 (73) 1-2, 13 marzo 2013.