Francisco Rojas, director de la CFE designado por Peña Nieto presentó el documento “Inicio de gestión 2012-12018”. Lo que informa es alarmante. Adeudos, sequía, insuficiencia de combustible y problemas de personal ponen a la CFE en riesgo de quiebra técnica en el centro y norte del país.
La noticia es
muy atractiva para seguir la campaña de desprestigio de la industria
eléctrica nacionalizada pero la información es sesgada.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE), que se presume como una empresa de clase mundial (sic), enfrenta una posible “quiebra técnica”, y debido a la falta de combustibles y los problemas derivados por la sequía, prevé un suministro insuficiente en el norte del país, a partir del próximo verano (López L., en Milenio, 24 feb 2013). El comentario se hizo a propósito de la información proporcionada por el propio director en turno de la CFE. De acuerdo con Francisco Rojas, director de la CFE, 22 por ciento de la capacidad de generación de electricidad está en manos de empresas privadas, mientras hay un “crecimiento excesivo” del margen de reserva. Es decir, la capacidad instalada para generar energía eléctrica supera al consumo. La comisión compra electricidad a empresas privadas, cuando concentra 78 por ciento del total de la capacidad instalada en el país y presenta un “descenso del indicador operativo” de la empresa. En el documento “Inicio de la gestión 2012-2018, diagnóstico del director general”, presentado por Rojas a la Junta de Gobierno de la CFE, el pasado jueves, se incluye, en el apartado Situación Actual, el tema de la “acumulación de adeudos” y consiguiente “reducción de ingresos” para la comisión, que se atribuye al alto nivel de deuda, subsidios y discontinuidades en la estructura. También, advierte una “pérdida de patrimonio” para la empresa desde 2008, que implica la disminución de capacidades de financiamiento y posibilidad de quiebra técnica”. Asimismo, señala que los recursos de su presupuesto son “insuficientes”. En ese sentido, el director plantea “reforzar la modernización de la zona centro”, que abarca el Distrito Federal, el Estado de México, Hidalgo, Puebla y Morelos y señala los “problemas de personal”. Asimismo, propone una modernización tecnológica frente a los “sistemas obsoletos e inoperantes”. Informa que la CFE cuenta con 98 mil 367 trabajadores en activo, de los cuales 86 por ciento se concentra en los procesos sustantivos. Es decir, 84 mil 280 están en las áreas de generación, transmisión y distribución eléctrica. Mientras los 14 mil 87 restantes se ubica en oficinas, 8 mil 836 de ellos en las direcciones de Proyectos de Inversión Financiada, Administración y Finanzas, así como el Centro Nacional de Control. Además, la CFE tiene 37 mil 687 jubilados. Información chueca Pese al “crecimiento excesivo” del margen de
reserva que refiere el diagnóstico, las empresas que venden electricidad
a la CFE representan 22 por ciento del total de la capacidad instalada en el
país, el mismo tamaño de la industria termoeléctrica
convencional que opera en todo el país por la comisión y casi
igual al 23 por ciento de toda la industria hidroeléctrica,
también en manos de la empresa.
Incluso las compañías privadas, llamadas Productores Independientes de Energía, tienen casi el doble de centrales de ciclo combinado que la propia CFE, con 22 por ciento, mientras la empresa pública ostenta 12 por ciento del total de capacidad instalada, por lo que la capacidad de generación eléctrica supera a la energía que efectivamente se produce. De acuerdo con las cifras presentadas por el director de la CFE, las centrales eléctricas (¿cuáles, de quién?) tienen una capacidad de 54 mil megawatts y se generan 260 mil gigawatts-hora. Según los estándares (sic), un megawatt equivale a unos 7 gigawatts-hora (unidad que calcula cuánta energía puede ser usada a través de un año). De esta manera, al multiplicar 54 mil megawatts por siete, la capacidad de generación eléctrica asciende a 378 mil 371 gigawatts-hora, mientras el diagnóstico reporta una generación de 260 mil gigawatts-hora, una diferencia de 32 por ciento. Del total de las centrales de generación eléctrica, 189 pertenecen a la CFE y 27 a las empresas privadas con una capacidad de 54 mil megawatts (sic). Las demás fuentes y tecnologías para generar electricidad representan apenas la quinta parte del total de la infraestructura que existe en el país, como la carboeléctrica, con 10 por ciento; el turbogás, con 5; la nucleoeléctrica, con 3; la geotérmica, con 2; la eólica, con uno; la combustión interna, con 0.5, y la solar, con 0.01. El director de CFE reporta 97.8 por ciento de cobertura eléctrica para 112 millones de personas, entre usuarios domésticos, comerciales, industriales, agrícolas y de servicios. Privatización desnacionalizadora El FTE de México ha venido siguiendo el
“desarrollo” de la industria eléctrica nacionalizada y el
proceso de privatización eléctrica furtiva. Nuestros datos,
basados en información oficial, son otros.
El nivel de privatización en operación, correspondiente a la privatización interna de la CFE NO es del 22% sino del 32%. En 2012, la generación propia de la CFE fue de 175.80 Tera-Watts-hora (TWh) y la de las transnacionales que generan para la CFE en la modalidad de Productor Independiente de Energía (PIE) fue de 81.73 TWh, haciendo un total de 257.53 TWh según los datos públicos de la propia CFE. Si solamente se atendiera a la capacidad (instalada), la infraestructura privada es del 24%. Que hay un “crecimiento excesivo” del margen de reserva es muy cierto, las administraciones en turno de la CFE “decidieron” ese exceso, lo han rediseñado y sigue siendo excesivo. La acción fue deliberada inventando márgenes amplios para justificar la entrada en operación de 22 centrales privadas, actualmente en operación, más seis en construcción y una en licitación. Eso significa que pronto, el nivel de privatización en operación será mucho mayor al actual. La capacidad instalada de la CFE NO es del 78% sino 57.66%. Al 31 de diciembre de 2012, la capacidad instalada propia de la CFE fue de 39,362 MW y la de los privados de 12,418 MW, haciendo un total de 51,780 MW. Eso, simplemente, representa el 76% público y el 24% privado. Pero si se considera la situación nacional, como corresponde a la industria eléctrica nacionalizada (representada por la CFE), la capacidad instalada privada en 2012 fue de 28,893 MW autorizados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE). El total nacional de capacidad instalada sería de 68,255 MW, siendo pública el 57.66% y el resto (42.33%) privada. La situación, sin embargo, es peor tratándose de la capacidad de generación pues la CFE genera solamente el 47% y el resto (53%) ya está privatizado. Este es el verdadero nivel de privatización, que toma base la energía generada, la que representa al trabajo vivo, la que se comercializa, la que produce valor. La CFE, formalmente sigue representando a la industria eléctrica nacionalizada pero cada vez menos, de industria se ha venido convirtiendo en empresa, la mayoritaria todavía pero una empresa más entre las más de seis cientos, debiendo ser solamente una. Política antinacional nociva Los datos proporcionados por Rojas
están maquillados. No obstante, aún así, son muy
graves.
Precisamente, por ese elevado nivel de privatización es que la industria eléctrica ya está desnacionalizada. La CFE ha perdido a mucho clientes, quienes se han sustraído a la industria nacionalizada y ahora consumen la energía generada por los privados, en varios casos, asociados con las transnacionales. Eso significa pérdidas financieras para la CFE sumadas al pago excesivo a las transnacionales que generan para la misma mediante los contratos de compra-venta de energía a 25 años.. La CFE NO está en la “posibilidad de quiebra técnica”. Está siendo destruida deliberadamente por la privatización furtiva que el propio Peña Nieto y Rojas siguen promoviendo. La información chueca de Rojas no tiene la intención de mejorar la situación, la presenta para justificar una mayor privatización. Sí, porque habla hasta de posible “quiebra” próxima pero no propone ninguna corrección, hasta ahora el gobierno peñista y sus voceros solamente hablan de más privatización, no obstante que ellos mismos presentan pruebas que demuestran el alarmante nivel nocivo de su política energética antinacional. Fuente: 2013, elektron 13 (55) 1-3, 25 febrero 2013, FTE de México. A la CFE la está quebrando deliberadamente el gobierno federal neoliberal Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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