Volumen 13, Número 242, febrero 15 de 2013 |
Mareña pide diálogo para “explicar”
La transnacional quiere explicar las razones del despojo pero pide que termine la
violencia que la propia corporación propició. Según
Mareña los opositores están mal informados, ignoran los
“beneficios” que obtendrán. El cinismo de los invasores los
ciega, literalmente, de engreimiento y
soberbia.
Están mal informados
Mareña Renovables está dispuesta a
dialogar con los zapotecos y huaves opuestos a la construcción del parque
eólico San Dionisio en la Barra Santa Teresa, siempre que termine la
violencia, afirmó el director ejecutivo de la multinacional, Andrew
Chapman, ante los recientes enfrentamientos entre pobladores de Álvaro
Obregón y agentes de la policía estatal.
El funcionario de
la trasnacional sostuvo que ésta desea dialogar con las comunidades,
porque “una minoría está malinformando”, así
como a escuchar dudas y responderlas.
Expuso que el parque eólico
beneficiará durante 20 años a San Dionisio del Mar, lo mismo que a
Álvaro Obregón y Santa María del Mar, en Juchitán de
Zaragoza, porque recibirán ingresos adicionales a los asignados por el
gobierno federal. Previó que San Dionisio del Mar obtendría cada
año 15 millones de pesos para construir escuelas, centros de salud,
caminos u otras obras.
Chapman dijo que acudió el jueves pasado a
Álvaro Obregón y pidió dialogar con los zapotecos
inconformes, pero nadie se acercó.
Mareña Renovables
manifestó en un comunicado su respeto a los pueblos zapoteco y huave, y
condenó “firmemente todo acto de violencia e intimidación
contra la población”.
El portavoz de la Asamblea de Pueblos
del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio, Mariano López
Gómez, dijo que las comunidades están en alerta máxima
“para seguir defendiendo la Barra Santa Teresa de los invasores”.
Igualmente, dijo confiar en que Mareña Renovables desista de “este
comportamiento criminal para no ver su imagen asociada a un cruel e innecesario
derramamiento de sangre
indígena”.
El gobierno se deslinda de los enfrentamientos
El secretario general
de Gobierno, Jesús Martínez Álvarez, escribió en
Twitter que esa dependencia no sabía de la operación policiaca en
Álvaro Obregón, y lamentó la “falta de
comunicación” entre las diferentes áreas de la
administración estatal.
En tanto, la sección 22 del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación ofreció su
respaldo a los indígenas y exigió el retiro inmediato de la
policía de San Dionisio del Mar y Álvaro Obregón,
así como del personal de la empresa Mareña
Renovables.
Indignación es poco
La transnacional eólica produce la violencia y
ahora exige que ésta cese, incluso, pone esa condición para
“dialogar” con zapotecos y huaves. La corporación esta cegada
de engreimiento y soberbia. La violencia entre comuneros es responsabilidad de
Mareña, primero al dividirlos y luego al enfrentarlos.
La
violencia es de Mareña, misma que no se detiene en nada para apoderarse
de la tierra, el agua y el viento en el golfo de Tehuantepec. ¿Quiere que
termine la violencia? Eso es muy sencillo: que salga la transnacional de esas
tierras.
Según Mareña “una minoría está
malinformando”. Esto lo dice para minimizar a la oposición local.
Sin embargo, la mayoría de mexicanos sabemos que la transnacional miente
y sus socios son la minoría que manipula las cosas para malinformar a los
demás. Por ello fue que dividió a las comunidades.
Mintiéndoles sobre las supuestas “bondades” del
proyecto.
Fue con mentiras que “compró” a unos cuantos
corrompiéndolos, empezando por las autoridades locales. ¿Qué
dudas quiere escuchar? Las reiteradas denuncias por despojo, corrupción y
agravios. ¿Puede responderlas? No, lo que único que harían
sería negar todo, como si nada hubieran
hecho.
Mentiras flagrantes
La transnacional asegura que “el parque
eólico beneficiará durante 20 años a San Dionisio del Mar,
lo mismo que a Álvaro Obregón y Santa María del Mar, en
Juchitán de Zaragoza, porque recibirán ingresos adicionales a los
asignados por el gobierno federal”.
¿De veras?
¿Quién proporcionará esos “ingresos”? ¿Acaso
Mareña?
San Dionisio del Mar obtendría cada año 15
millones de pesos para construir escuelas, centros de salud, caminos u otras
obras, dijo el ejecutivo de la corporación. ¿De veras?
¿Quién pondrá los recursos? ¿Mareña?
Nada
es cierto. Mareña no es ninguna transnacional de la caridad y no pretende
instalarse en el Istmo para favorecer ningún desarrollo social, sino para
despojar a los demás, apropiarse de los recursos naturales y terminar
expulsando a los pobladores. Así lo hacen todas las
transnacionales.
El interés de Mareña es hacer negocios con
la Coca-Cola y las cerveceras de Heineken (antes Cuauhtémoc y Moctezuma).
Estos clientes no quieren ni ver a las comunidades por eso generan electricidad
en Tehuantepec para consumirla en otros lugares remotos.
“Nadie se
acercó” al improvisado burócrata quien se siente
conquistador entre la indiada. Cree que por su linda cara todos iban a que les
resolviera sus dudas. Ese individuo está sobrado de soberbia e
ignorancia. Si de respeto se trata, Mareña debe salir inmediatamente del
Istmo de Tehuantepec y no volver jamás a ninguna parte de
México.
Por lo que hace al gobierno del estado de Oaxaca, su
hipocresía es mayúscula. Salir con que “no sabía de
la operación policiaca en Álvaro Obregón” es
infantil.
Mareña y el gobierno estatal están llevando la
violencia a niveles peligrosos. Solo falta que la privatización furtiva
de la eoloelectricidad sea sangrienta.
Protesta en el Istmo de Tehuantepec
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