Volumen 13, Número 241, enero 30 de 2013 |
Videgaray insiste en privatizar a Pemex
El discurso es el mismo,
dogmático, mentiroso y falso, y lo repitió ante banqueros del
grupo español Santander. La prioridad de Peña Nieto es la
contra-reforma energética. Ah!, pero ahora la privatización no es
privatización, le llaman "pluralismo
económico".
Pluralismo económico privatizador
El primer paso del gobierno federal
en la serie de reformas económicas que pretende impulsar será dado
en el terreno energético. Se trata de tener un sistema regulatorio que
permita a las empresas unir fuerzas con Petroleos Mexicanos (Pemex) en un marco
orientado al mercado, explicó Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda
y Crédito Público, en un foro con miembros de la comunidad de
inversionistas y empresas privadas de Latinoamérica (González R.,
en La Jornada, p.27, 18 ene 2013).
La secuencia de reformas que
planteará el gobierno federal, anticipada por Videgaray Caso,
comenzará a andar tan pronto comience el siguiente periodo ordinario de
sesiones del Congreso el primero de febrero. Consiste en un paquete de cambios
que, adelantó, incluye propuestas para promover la asignación de
préstamos al sector productivo por parte de la banca comercial, una mayor
competencia en el sector de las telecomunicaciones desde la telefonía
celular hasta los medios de comunicación y en la industria
energética, hoy dominada por Pemex y la Comisión Federal de
Electricidad.
El crecimiento económico necesita reformas y para
ello es necesario adoptar un pluralismo económico, declaró
Videgaray, en la última jornada de la 17 conferencia anual de directores
de empresas de América Latina, organizada por el Grupo Santander. El foro
reunió a los responsables de 280 fondos de inversión y de 160
grandes compañías privadas que cotizan en los mercados de valores
de la región. México es una democracia vigorosa y el presidente
Enrique Peña entiende que es nada más a través de acuerdos
con la oposición como el país podrá aplicar las reformas
que necesita para lograr un incremento de la productividad y mayores tasas de
crecimiento, abundó.
Una vez que la propuesta de reforma
constitucional en materia educativa ha recibido el respaldo de la mayoría
de los congresos locales –requisito para validar los cambios
constitucionales realizados por el Congreso de la Unión–,
explicó Videgaray, el siguiente paso en la agenda de reformas que
impulsará el gobierno federal está directamente relacionado con la
economía e involucrará a los sectores de telecomunicaciones,
energía y
bancario.
Arrasar con telecomunicaciones y energía
Videgaray destacó el
trabajo de Peña Nieto con la “oposición”, previo ala
presentación de las iniciativas, en el marco de la firma del Pacto por
México. Co esa sucia política, Peña y Videgaray creen que
ya tienen el aval legislativo necesario para atracar a la
nación.
Consecuentemente, anunció arrasar con el sector de
las telecomunicaciones, actualmente privatizadas, supuestamente para
“introducir mayor competencia”, lo que incluye a la telefonía
celular y medios electrónicos.
Pero, lo más importante para
Videgaray es la reforma energética.
El operador de Peña
dijo que México tiene un potencial enorme para ofrecer a empresas del
país, sobre todo a las pequeñas y medianas, energéticos de
calidad a bajo costo. No ocurre así porque, dijo, tenemos uno de los
marcos regulatorios más rígidos.
Recordó en la
entrevista que, en noviembre de 2011 concedió Enrique Peña Nieto
–quien entonces todavía no era el candidato de su partido a la
Presidencia– al diario Financial Times, en la que el hoy presidente
llamó a superar atavismos ideológicos respecto del régimen
legal de Pemex, que limita la participación de capital privado en las
áreas de exploración y extracción de crudo.
Ahora,
siguió Videgaray, la reforma energética es una de las cosas
más importantes que se tienen que hacer y será para beneficio de
la mayoría de los mexicanos. Los cambios que buscará el gobierno
federal en el sector no son privatizar Pemex ni mucho menos privatizar las
reservas de petróleo, sino tener un sistema regulatorio que puedan las
empresas unir fuerzas con Pemex en un marco orientado al mercado, que permita
atraer capital para explotar los inmensos recursos naturales del
país.
Demagogia como argumento
Videgaray habla de falsedades. Ofrece privatizar a Pemex
para ofrecer “energéticos de calidad a bajo costo”. ¿De
veras, cuáles? No lo dice, ¿sabrá que son los
energéticos? ¿Actualmente Pemex ofrece energéticos de baja
calidad y el sector privado es mejor? No lo explica pero lo afirma e incurre en
falsedades.
Con la privatización NO habrá ningún
bajo costo por la simple razón de que el capital cobra los precios, de
cualquier producto, a un nivel mayor a sus costos de producción al
asociarles la correspondiente ganancia, cuestión que no ocurre en el caso
del sector estatal de la economía. O, ¿apoco los privados van a
extraer el petróleo crudo a un menor costo, van a producir las gasolinas
y demás productos petrolíferos a un menor costo y las
venderán a un menor precio? Nunca lo harán. Videgaray miente para
imponer la contra-reforma, después dirán otra cosa, qué los
mercados se pusieron nerviosos, que tienen dudas sobre el clima o cualquier otra
tontería.
¿Superar atavismos ideológicos?, como
declaró Peña al Financial Times? Eso es precisamente lo que NO
hacen Videgaray y Peña, pues están mortalmente atados a los
atavismos del neoliberalismo, son ellos los que privilegian la ideología
primitiva y voraz del capital salvaje.
¿Beneficios para la
mayoría de los mexicanos? Se trata de una burla, la mayoría de
mexicanos que constituimos a la nación viviente ni siquiera hemos sido
consultados y no estamos de acuerdo en el atraco de Peña para entregar a
Pemex al capital transnacional.
Tan miente Videgaray que su inconciente
los traiciona. Dice que esa reforma, orientada al mercado, es para “que
permita atraer al capital para explotar los inmensos recursos naturales del
país”. Eso significa, explícitamente, entregar tales
recursos a las transnacionales, incluido el petróleo y el
gas.
Actualmente, ese capital ya explota los minerales de todo tipo, el
agua, el viento, el espectro radioeléctrico, entre otros. ¿Ha habido
algún beneficio para los mexicanos? Ninguno. ¿Esas transnacionales
han promovido el crecimiento económico del país? Ninguno o que
Videgaray lo demuestre si es que puede. Ese “pluralismo
económico” no es tal, además de ser una expresión
borrosa y demagógica, no implica ningún pluralismo, ni siquiera en
el concepto torcido de “democracia” que acostumbra el capital. Se
trata de un simple eufemismo para referirse a la privatización, fea
palabra que disgusta a Peña y a Videgaray.
Fuente: 2013,
elektron 13 (18) 1-2, 18 de enero de 2013, FTE de México.
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