Volumen 13, Número 240, enero 15 de 2013
 


INAH se deslinda de Wal-Mart Teotihuacan



El INAH confirma: los estudios para la instalación de Wal-Mart en Teotihuacán se hicieron después de los permisos de construcción otorgados. El director del instituto niega cualquier indicio de corrupción, como lo afirman congresistas norteamericanos.


No hay corrupción, dice Arroyo

El escándalo de Wal-Mart en los Estados Unidos alcanza a funcionarios y políticos mexicanos. Todos niegan estar involucrados.

Sergio Raúl Arroyo, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), confirmó a La Jornada lo publicado por este diario: "los estudios para garantizar que no se afectaría el patrimonio arqueológico durante la construcción de una tienda de autoservicio en Teotihuacán se hicieron después del otorgamiento del permiso a la empresa Wal-Mart" (Mateos-Vega M., en La Jornada, p.3, 11 ene 2013).

El funcionario insistió: en el INAH no hay ningún indicio de corrupción, en respuesta al revuelo suscitado ayer (10 de enero), cuando dos congresistas estadunidenses divulgaron documentos que podrían demostrar la corrupción de autoridades mexicanas en la construcción en el país de varias tiendas de la trasnacional, polémica que revivió en diciembre un reportaje del diario The New York Times.

En la carta dirigida a Michael T. Duke, presidente ejecutivo de Wal-Mart Stores, los congresistas detallaron que “documentos obtenidos por nuestros colaboradores de una fuente confidencial indican que usted y otros altos ejecutivos de Wal-Mart fueron informados personalmente en múltiples ocasiones de esas acusaciones de sobornos. Por ejemplo, el primero de noviembre de 2005, Maritza Munich, entonces abogada general de Wal-Mart International, les envió un mensaje de correo electrónico a usted y a otros importantes ejecutivos de Wal-Mart acerca de acusaciones específicas hechas por Sergio Cicero Zapata, el ex abogado interno de Wal-Mart de México que estaba a cargo de obtener permisos de construcción en todo México, relativas a los sobornos pagados para obtener los permisos para la tienda en Teotihuacán.

Su mensaje presentaba un resumen de una entrevista con el señor Zapata, el cual señalaba: ‘Los pagos en el sitio de Teotihuacán se hicieron sólo a la mayoría del cabildo municipal por la dificultad de dirigirse a todos los partidos políticos. A la larga, el acuerdo sólo se alcanzó con los representantes de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) (suficientes para asegurar la mayoría) por un pago neto total de 1.2 millones de pesos’.

“El documento también afirmaba: ‘De la misma forma, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) requirió una donación oficial de 500 mil pesos y también un regalo personal irregular de 400 mil pesos para el director del INAH’.”

Alcalde del PRD otorgó los permisos

De acuerdo con información recabada por el corresponsal de La Jornada, Javier Salinas Cesáreo, en 2004, el entonces alcalde perredista de Teotihuacán, Guillermo Rodríguez Céspedes, aseguró que Wal-Mart intentó hacer el donativo de 600 mil pesos a los representantes de la delegación y del consejo de participación ciudadana del barrio La Purificación, comunidad donde se edificó la tienda Aurrerá, para acallar las voces de protesta.

Dicha cantidad intentó darse a través de la tesorería municipal, pero como esto fue rechazado, la entrega se dio directamente a los representantes vecinales, según dijo el funcionario en su comparecencia ante el Comité Ejecutivo Nacional del PRD el 27 de septiembre de 2004.

En ese entonces, el alcalde perredista de Teotihuacán había sido criticado y señalado por haber otorgado los permisos. El edil fue llamado a comparecer por la dirigencia nacional de su partido. En esa reunión, el alcalde reconoció la oferta de un donativo al ayuntamiento por parte de Wal-Mart; sin embargo, dijo que fue rechazado y recomendó a los directivos de la empresa que si querían hacer un donativo hablaran con los habitantes de La Purificación.

A raíz de ello, el barrio de La Purificación recibió 600 mil pesos para realizar mejoras en su cementerio.

El INAH involucrado

Entre los documentos que presentaron los congresistas Cummings y Waxman en su página de Internet (democrats.energycommerce.house.gov) aparece un e-mail enviado por el abogado mexicano Juan Francisco Torres Landa, contratado en 2005 por Maritza Munich, para que indagara los señalamientos de corrupción en México hechos por Sergio Cicero Zapata.

Respecto a Teotihuacán, el mail señala: El Instituto Nacional de Antropología e Historia pidió una donación oficial de 400 mil pesos, pero el presidente (sic) del INAH recibió un pago irregular de 150 mil pesos para dar aprobación al sitio de construcción correspondiente, dada su proximidad al sitio arqueológico. La construcción estaba en marcha cuando, en agosto de 2004, el presidente municipal alertó a la compañía sobre los problemas con ciertos representantes del mercado público y callejero. El problema estalló porque se subestimó a esos grupos. Aunque el ruido generado por esos grupos se apagó con el tiempo, el potencial de que el problema cobre fuerza de nuevo sigue allí.

Sin embargo, Arroyo insistió en su inocencia, señalando que los docuementos de los congresistas norteamericanos son de 2004 y que fueron aclarados en su momento. “Se trata de un asunto ligado a un conflicto interno de esa empresa”, dijo.

Permiso sin estudios previos

Según la nota de Mateos-Vega, el director del INAH confirmó que se otorgó a la trasnacional el permiso de construcción con base en el supuesto de que en el terreno no había presencia de estructuras arquitectónicas prehispánicas, de acuerdo con estudios realizados en la década de los años 70 del siglo pasado y en unos trabajos de salvamento realizados en 1984.

Esa autorización tenía que sujetarse a varios lineamientos, entre ellos que cuando se realizaran las excavaciones para la cimentación e infraestructura se debería contar con la presencia de un arqueólogo para realizar el rescate de los materiales arqueológicos que se pudieran encontrar.

El FTE pregunta: ¿Quién miente, se puede confiar en Wal-Mart, cuya corrupción es motivo de escándalo público? ¿En México nadie supo, nadie fue? ¿Es suficiente con deslindarse, como lo hace el director del INAH?


Fuente: 2013, elektron 13 (14) 1-2, 14 ene 2013, FTE de México.





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