Volumen 13, Número 240, enero 15 de 2013 |
Enfrentamiento en San Dionisio del Mar
En el golfo de Tehuantepec, Oaxaca,
continúa el conflicto auspiciado por la transnacional Mareña
Renovables y apoyado por los gobiernos federal, estatal y municipal. Luego de la
división interna provocada por el capital, se ha desatado la
violencia.
Rechazo al parque eólico transnacional
El 2012 fue un año de
lucha, en defensa del territorio y recursos naturales en varias partes de
Oaxaca, entre otras, San Dionisio del Mar en el Istmo de Tehuantepec. El
año finalizó con un nuevo rechazo al parque e{olico que pretende
la transnacional Mareña Renovables. Luego, se produjo un enfrentamiento
entre opositores y apoyadores al proyecto.
La asamblea comunitaria de la
colonia Álvaro Obregón, perteneciente al municipio de
Juchitán de Zaragoza, determinó por unanimidad rechazar el parque
eólico San Dionisio en la Barra Santa Teresa, proyectado por la
trasnacional Mareña Renovables. El vocero de la Asamblea de los Pueblos
Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio, Rodrigo
Peñaloza, expuso que los zapotecos de la comunidad se manifestaron contra
la edificación del parque eólico, con el argumento de que
afectará su cultura, forma de vida y recursos naturales. La
decisión no es negociable, puntualizó. (Vélez O., en La
Jornada, p.26, 28 dic
12).
Enfrentamiento entre comuneros
Indígenas de San Dionisio del Mar aglutinados en
la asamblea comunitaria, opositora a la instalación del parque
eólico San Dionisio, programado por la compañía
multinacional Mareña Renovables, se enfrentaron a pedradas durante
más de 40 minutos con seguidores del Frente Cívico (FC) y del
presidente municipal, el priísta Jorge López Castellanos, quienes
están en favor del proyecto (Vélez O., en La Jornada, p.24, 30 dic
12).
En el incidente, que ocurrió cuando se iba a instalar la
asamblea comunal, resultaron lesionadas 12 personas, entre ellas Ramón
Castellanos Cabrera, del FC, y los opositores Juan Díaz Casa, Omar
Martínez Hernández, Agapito Sosa, Gregorio Zurita, Felipe
Castellanos y Aída Orozco, así como Elías García
Miguel, suboficial de la Policía Estatal (PE).
Genaro
García López, presidente del comisariado de bienes comunales,
informó que en asamblea, unos 400 comuneros respaldaron la
construcción del parque eólico y ratificaron el convenio firmado
en 2004 con Mareña Renovables, ante el notario público Jorge
Winckler Yessin y personal de la Procuraduría
Agraria.
Además, dijo, los comuneros acordaron solicitar al
juzgado séptimo de distrito desistirse de la suspensión otorgada
el 7 de diciembre pasado en un juicio de amparo a la asamblea comunitaria, la
cual requirió la cancelación de las autorizaciones otorgadas por
los gobiernos federal, estatal y municipal a la compañía
multinacional.
Sin embargo, Rodrigo Peñaloza Flores, portavoz de
la Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y del
Territorio, aseguró que la asamblea comunal no se instaló por los
sucesos de violencia y subrayó que esos acuerdos son espurios. No hubo
ninguna asamblea ni acuerdo, recalcó.
Destacó que los
opositores presentarán ante el juzgado séptimo de distrito
fotografías y videos como evidencias de la inexistencia de la asamblea
comunal.
“En un momento, el notario público preguntó:
‘¿verdad que ustedes están en favor del parque
eólico?’ y sólo algunas personas, identificadas con el PRI,
contestaron, ‘si’. Eso es lo que se hizo, fue una
simulación”.
San Dionisio, sitiado 3 días
Subrayó que San Dionisio del Mar fue sitiado tres
días por agentes de la PE, que impidieron el libre tránsito y
violaron las garantías individuales consagradas en la
Constitución.
Destacó que la PE permitió el ingreso
de un grupo de choque integrado por unos 50 sujetos procedente de
Juchitán de Zaragoza y encabezado por el ex regidor priísta de ese
municipio, Jesús Gómez Cristóbal, y el ex diputado local
priísta, Carlos Gómez Orozco, así como por Pedro Santiago,
asesor del actual diputado federal Samuel Gurrión Matías,
también priiísta.
Los matones resguardaron la casa comunal,
incluso había hombres armados en la azotea, que provocaron un clima de
violencia e inestabilidad comunitaria, indicó.
En un comunicado,
el gobierno estatal informó que agentes de la PE establecieron puntos de
seguridad en ese pueblo indígena ikojts (huave) a solicitud del
comisariado de bienes comunales, con la finalidad de brindar las condiciones
para el desarrollo de la asamblea comunitaria.
Llamó a pobladores
y autoridades de San Dionisio del Mar a que se conduzcan a través del
diálogo y la búsqueda de acuerdos, y evitando el uso de la
violencia y la
confrontación.
Necesaria lucha nacional
La privatización eléctrica, a cargo
de las transnacionales, tiene varias dimensiones. Se trata del despojo del
patrimonio energético de la nación, expresado en la
apropiación furtiva de las funciones constitucionalmente
estratégicas en materia energética y de los correspondientes
recursos naturales.
A nivel local, es el despojo de la tierra a sus
poseedores, en este caso, comuneros. Ambas relaciones son parte de una misma
política antinacional promovida por el capital y gobiernos en
turno.
En San Dionisio del Mar están en marcha los mismos
mecanismos seguidos en otras partes del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca. Esto
es, las transnacionales obtienen en secreto de la Comisión Reguladora de
Energía (CRE) un permiso particular para generar energía
eléctrica a cargo de una filial, asociada con empresas privadas. Acto
seguido, proceden a "comprar" a los presidentes municipales, comisariados
(ejidales y/o comunales) y a algunos ejidatarios y/o comuneros.
Mediante
el engaño y la corrupción empieza la división interna,
así unos se oponen y otros apoyan a las transnacionales. Si la
oposición avanza, los gobiernos estatal y municipal apoyados por la
fuerza pública, agreden violentamente a los opositores. Así
está sucediendo en San Dionisio del Mar, donde proyecto de Mareña
Renovables afectaría a varias comunidades del golfo de
Tehuantepec.
Este es el típico proceder del capital transnacional
y gobiernos a su servicio. Desde luego, no existe solución local, el
nivel del conflicto es mayor. Es pertinente articular las luchas en un proyecto
nacional para enfrentar unificados a las transnacionales en todo el territorio
nacional.
La población istmeña se opone al proyecto eólico transnacional
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