Huelga General en España
Sindicatos y pueblo de España paralizan al país.
Huelga generalizada en la industria, la construcción y los transportes.
Más del 90 por ciento de participación en numerosas regiones.
Millones en las calles exigen al gobierno retirar el decreto laboral que afecta
derechos elementales.
La Unión General de Trabajadores
(UGT) y las Comisiones Obreras (CC OO) de España convocaron a la huelga
general. El 20 de junio de 2002 (20-J), en la industria, construcción y
transportes, la huelga fue generalizada. Jornada de “éxito
total” acatada por el 84% según los sindicatos y 16% según
el gobierno. Este anunció desde muy temprano: “no hay huelga
general” Para la televisión española la huelga
fracasó. Lo mismo dijo Aznar, entre aplausos de los primeros ministros
neoliberales de la Unión Europea (URE), asistentes a la cumbre de
Sevilla. El gobierno de Aznar minimizó la demostración obrera,
sin embargo, la realidad es inocultable. Ese día, el consumo de
energía eléctrica se redujo apreciablemente. Según la Red
Eléctrica de España, a las 13 hs. del día anterior, la
demanda alcanzó 31 mil Mw. El día de la huelga, la demanda real
fue de 23 mil 800 Mw, esto es, 23. 2% menos, equivalente a un día no
laborable. De manera que, el 20-J entre las 3 y las 23 hs., la economía
española no funcionó normalmente, la huelga fue contundente,
paró totalmente a la industria, y el gobierno neoliberal fue
políticamente derrotado. La industria automotriz paró
completamente sus actividades, los mercados mayoristas de alimentos registraron
escasa actividad, en escuelas y universidades públicas se suspendieron
las clases. En los transportes la huelga fue masiva. Metro, autobuses y
ferrocarriles funcionaron como en un día festivo, de acuerdo a los
servicios mínimos establecidos. En Madrid hubo enfrentamientos de los
piquetes de huelga con la policía y, en Sevilla los piquetes bloquearon
las salidas de los autobuses. En los aeropuertos se cancelaron la mayoría
de los vuelos. En el campo, la huelga alcanzó al 100%. La razón
es evidente, en el medio rural impactan más el desempleo y las reformas
de Aznar. Entre el 85 y el 98% acataron la huelga en Asturias,
Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Cantabria,
Cataluña, Extremadura, Galicia, La Rioja, Castilla-León, Murcia y
Navarra (Fuente: El País, 210602). La huelga fue
prácticamente pacífica habiéndose registrado escasos
incidentes o choques violentos con la policía (mil, según
ésta) y cumpliéndose todos los servicios mínimos impuestos
por el gobierno, en realidad servicios “forzados” que violan el
derecho de huelga. Los medios se publicaron en ediciones reducidas y en la radio
y televisión se cumplieron esos “servicios mínimos”
apoyados por la policía. Por la tarde, se sucedieron masivas
manifestaciones en Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Valencia, Castilla,
León, Canarias, Gijón, Coruña y Vigo. Dos millones de
trabajadores en las calles hicieron sentir la fuerza obrera. “En
nombre de los 10 millones de ciudadanos que han acatado la huelga”, los
representantes sindicales exigieron a Aznar la retirada del llamado
“decretazo”, es decir, el REAL DECRETO-LEY512002, de medidas
urgentes para la reforma del sistema de protección por desempleo y mejora
de la ocupabilidad. Tal medida, emitida previamente en respuesta a la
convocatoria de la huelga, implica “medidas que incluyen la antesala del
despido libre y el aumento de la protección por desempleo”. Se
trata, esencialmente, de una reforma laboral que afecta derechos elementales. Se
incluyen reformas de protecciones por desempleo, modificaciones de seguridad
social, modificación el Estatuto de los Trabajadores, etc., con
propuestas desfavorables para los trabajadores industriales y agrarios. El
decreto-ley para la reforma de la protección por desempleo, fue aprobado
por el Consejo de Ministros del gobierno español de manera abiertamente
autoritaria y entró en vigor el 27 de mayo pasado. La respuesta obrera
en España muestra que la huelga “es necesaria”, en un
contexto laboral dominado por el creciente desempleo y disminución del
nivel de vida de las mayorías.
¡Viva la Huelga!
El
Frente de Trabajadores de la Energía (FTE) de México apoya a los
obreros españoles y saluda su firme decisión de lucha.
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