Pérdidas en Pemex
La industria más importante del país opera con
pérdidas, ¿porqué? Cada día aumenta la
producción de petróleo crudo y su exportación, cada vez
aumenta el consumo interno y los precios de los productos. Pero, se sigue una
política petrolera errónea y deliberada para quebrar a Pemex y
facilitar su privatización.
Petróleos Mexicanos
(Pemex) reportó pérdidas en el primer trimestre de 2002.
Caída de 4 mil 783 millones de pesos, antes de impuestos y derechos.
¿Cuáles son las razones? Según los empresarios privados que
mal dirigen a la industria petrolera nacional, las pérdidas se deben a:
la disminución en la exportación de petróleo crudo, la baja
en los precios de la mezcla mexicana y la reducción en las ventas
internas. Esas “razones” son muy discutibles, empezando por la
primera. ¿Cuál baja en las exportaciones, si al contrario cada
día aumenta la plataforma de exportación, derivada precisamente
del indebido aumento en la producción diaria? Tampoco son convincentes
las otras “razones”, porque la mezcla de crudo mexicano siempre se
ha cotizado muy mal en el mercado internacional. De hecho, el petróleo
mexicano es de los más baratos del mundo, no obstante incluir en la
mezcla a petróleo tipo “itsmo” de la mejor calidad. Respecto
a las ventas internas, habría que demostrar la caída precisando
los conceptos y productos. En todo caso, se trata de una política
errónea porque, en ningún momento se podría hablar de
disminución en la venta de gasolina solo que ésta se importa,
tampoco se podría hablar de disminución en la capacidad de
generación eléctrica. Según Muñoz Leos, el
precio del crudo mexicano bajó de 19.60 a 17.09 dólares el barril.
¿De veras? ¿Porqué, entonces, insisten en seguir vendiendo
tanto petróleo, tan barato? ¿Quién los autoriza a vender con
esos precios? Dice Muñoz que hubo una reducción del 8.3 por ciento
en la comercialización del petróleo. ¡Falso!, con el foxismo
los volúmenes comercializables de petróleo aumentan diariamente.
Agrega el “director” que la baja en las ventas internas se
debió a los precios al público de gas licuado y gas natural,
mismos que aumentaron sus volúmenes de venta. Eso es inaceptable, porque
los precios no han disminuido al revés han aumentado, al igual que las
ventas ¿entonces, porqué las pérdidas? Según el
reporte trimestral, la pérdida neta asciende a 875 millones de pesos
respecto a 2001 y el pasivo a largo plazo se incrementó en 61 mil
millones de pesos debido a las inversiones de los proyectos Pidiregas.
Dice Pemex que el pasivo laboral creció 24.1%, debido al aumento en
salarios y prestaciones. Esto es un verdadero fraude de la
patronal porque el aumento salarial a los trabajadores petroleros fue apenas del
8.5%, de los más ínfimos en 2001. ¿Porqué, entonces,
aumentó el pasivo laboral? Seguramente porque a “unos
cuántos” funcionarios y charros sindicales les deben haber
aumentado sus fortunas apreciablemente, con los recursos de Pemex. Se agrega
que hubo una baja neta del 19 % en el patrimonio por la pérdida de 2001
no obstante la actualización del activo fijo. En otros aspectos, la
situación también es desfavorable. Se indica que la
aportación fiscal de Pemex asciende al 61.8% de sus ingresos
totales. ¿Porqué ocurre lo anterior con la industria más
importante de México? Ante todo por una política errónea,
basada en la producción y exportación de petróleo crudo en
detrimento de la producción petroquímica; segundo, en una
comercialización equivocada al malbaratar el petróleo de
exportación; tercero, en la corrupción desmedida de los altos
funcionarios, y de los charros; cuarto, en la incapacidad técnica y
administrativa de la administración en turno; quinto, por el plan oficial
deliberado de quebrar a Pemex para favorecer la privatización de esta
industria. ¿Qué conclusiones oficiales son previsibles?
Favorecer la apertura privada, proponer la autonomía de gestión a
efecto de que Pemex funcione como empresa privada, ampliar el contratismo con
las transnacionales, aumentar las plataformas de producción y de
exportación. En suma, dilapidar los recursos energéticos
nacionales y comprometer el patrimonio colectivo de los mexicanos. Los
trabajadores de la energía rechazamos esta “política”
pro yanki.
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