Privatización No Constitucional
Reforma para privatizar a la industria eléctrica
mediante modificaciones a la legislación secundaria. El foxismo insiste
en la privatización fraudulenta y trata de convencer a los partidos
políticos para que avalen sus propuestas tramposas. Los partidos se
contradicen a sí mismos; declaran una cosa y proponen
otra.
Privatizar a la industria eléctrica sin modificar a la Constitución. Esa es la propuesta del gobierno foxista, luego que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró
inconstitucional al proceso privatizador furtivo ejecutado por Fox. La reforma, han dicho los legisladores de todos los partidos, será en la legislación secundaria.
Fox no ha necesitado de ninguna reforma, ni de ninguna ley, para privatizar. En los hechos, mediante simples acuerdos administrativos, ha venido consumando fraude tras fraude. A la fecha, multitud de empresas privadas transnacionales, abierta o disfrazadamente, constituyen lo que los voceros privatizadores llaman la “Industria Eléctrica Mejicana”, adicional a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a Luz y Fuerza del Centro (LFC). Debiendo haber una sola empresa, en la
industria eléctrica nacionalizada integrada, ya hay más de cien empresas igual que hace un siglo.
Como el foxismo no pudo justificar la
legalidad de sus acciones ante la SCJN, ahora promueve la legalización
legislativa de los fraudes que ha realizado. La fórmula es a
través de modificaciones a la legislación secundaria,
específicamente, a la Ley de Servicio Público de Energía
Eléctrica (LSPEE). Al respecto, ha tratado de convencer al PRI y al
PRD. El pasado 11 de junio Tirso Martens, secretario de energía de
Fox, presentó a Jesús Ortega y Demetrio Sodi, senadores por el
PRD, una propuesta formal (Fuente: La Jornada 110602). Días antes
se había producido una entrevista entre Fox y Roberto Madrazo, presidente
del PRI. Según éste, en las “negociaciones”
deshigiénicas que realizan, se ha planteado la reforma eléctrica
en legislación secundaria. “Retos para la reforma del sector
eléctrico” fue el documento que entregó Martens al PRD.
Allí se propone un mercado paralelo constituido por los grandes
consumidores. En pocas palabras, el gobierno propone una “industria
eléctrica privada” nueva, con empresas extranjeras, para abastecer
al sector industrial y regida por reformas legales anticonstitucionales.
Desde luego, Martens propuso la “autonomía administrativa y
fiscal” para CFE y LFC. Según la propuesta, “la
generación y comercialización serían abiertas a la
participación privada” Así, la susodicha
“autonomía” sería para empresas revendedoras
encargadas de la distribución, si acaso. Otra vez las mismas
propuestas privatizadoras ya rechazadas por el pueblo de México: un
organismo público descentralizado encargado de la transmisión,
tarifas determinadas por la Comisión Reguladora de Energía, etc.,
etc. La respuesta del PRD fue contradictoria. Rosario Robles, presidenta del
partido, rechazó la apertura en el sector. Esa declaración es
esencialmente correcta, sin embargo su partido propone lo contrario. El PAN lo
recordó en voz de su presidente, quien dijo que “se tienen que
plantear esquemas de participación para el sector privado en la
generación de energía, pero no de privatización, y esto lo
contempla la iniciativa del PRD y otras iniciativas” En efecto, así
de grave es la situación. Qué lamentable que el propio PAN lo diga
y el PRD (y el PRI) lo oculten negándolo. Ortega y Sodi dieron una
respuesta formalmente correcta rechazando la propuesta de Martens, pero
con grandes contradicciones. Ortega dijo “no vamos a aceptar ninguna
reforma que se presente como resquicio para la privatización de la
industria eléctrica” ¡Loable declaración! Da la
impresión que Ortega desconoce la propuesta de su compañero Sodi
quien, en el Senado, propone lo que rechaza Ortega. Sodi a su vez dijo, que le
dijo a Martens, que dudaba en que pudiera modificarse la LSPEE para abrir el
mercado. “Le señalé que eso sería
inconstitucional” declaró Sodi. Esa declaración debía
celebrarse, si es que el senador Sodi ya modificó realmente su propuesta,
porque la iniciativa que auspicia en el senado dice lo contrario a lo que
declara y es, explícitamente, inconstitucional como lo dijo la
Corte. ¡No hay nada que celebrar! Los senadores del PRD dijeron que no
aceptaban la creación de ningún mercado pero
que, lo que se podría ver "es que la
electricidad que los productores independientes vendan a la Comisión
Federal (CFE) no se considere servicio público” ¡Bravo! Para
celebrarlo, pero por los privatizadores y el gobierno: ¡eso es lo que
quieren y, significa llanamente, PRIVATIZACION! Sodi no ha corregido nada,
al contrario aprovechó la oportunidad para insistir en sus propuestas
privatizadoras. Sodi y Ortega aclararon que las reformas deben ocurrir sin
privatizar a CFE, pero esa no es la discusión. El mismo Fox ha planteado
no privatizar los activos de CFE y LFC (como empresas), pero sí las
funciones de la industria eléctrica nacionalizada, empezando por
la generación eléctrica. En estos momentos, CFE y LFC siguen
siendo empresas estatales, ¿y qué? Sus funciones cada vez son
menos, porque la industria eléctrica privada (mejicana) crece
día a día. Los legisladores del PRI y PRD parecen absurdamente
convencidos de la apertura privada y la participación de los
particulares. Dicen que, eso, no es privatización lo mismo que Fox. El
hecho es que las nuevas plantas eléctricas de potencia son de propiedad
privada en un 100% ¡Eso es privatización y es anticonstitucional! No
obstante, PRI y PRD insisten en apoyar ese esquema. El PAN apoya lo mismo, si
fuera posible más, mejor. Privatización no
constitucional, le llamó Martens a su propuesta. El cinismo es claro,
se trata de la apropiación privada de la industria eléctrica
nacionalizada de México. ¿Cuál apertura privada? ¡Es
inocultable privatización!
|