Pemexgate: corrupción oficializada
Supuesta caja de Pandora, la corrupción de empresa y sindicato en Pemex ha sido tradicional. Ahora el foxismo denuncia la situación pero negocia “en lo oscurito”. Su propia cola le impide actuar, Fox no puede explicar los orígenes de sus fondos de campaña. Entretanto, favorece el diversionismo.
El juez
décimo tercero de procesos penales, ordenó, el pasado 9 de mayo,
la aprehensión de Rogelio Montemayor exdirector de Pemex y de sus
exsubordinados Carlos Juaristi Septién, Juan José Domené
Berlanga y Julio Pindter González. Este último, incondicional de
los charros y connotado represor de los petroleros
democráticos.
También se incluye a los representantes
sindicales Manuel Limón y Fernando Pacheco Martínez, involucrados
en el desvío de 1,100 millones de pesos otorgados a los charros del
sindicato petrolero. El 26 de febrero había sido ampliada la denuncia en
480 millones para hacer un total de 1,500 millones de pesos. Todos los acusados
están prófugos.
La orden se refiere a tres delitos que NO son
considerados graves: uso indebido de atribuciones y facultades, ejercicio
indebido del servicio público y peculado. Originalmente la
averiguación PGR/UEDO/182/2001, se refería delitos graves como
lavado de dinero y delincuencia organizada. Ahora, se les consigna por delitos
que pueden solventarse mediante amparo.
Hace cuatro meses que está
abierta la averiguación previa en la PGR derivada de una denuncia
presentada por la Secretaría de la Contraloría (Secodam). La causa
penal 42/2002 está en manos de la Fiscalía de Delitos Electorales
y la Unidad especializada en Delincuencia Organizada.
El proceso NO se
refiere al financiamiento de la campaña del anterior candidato
presidencial del PRI, NO se acusa a Carlos Romero Deschamps, charro nacional del
STPRM, ni al otro charro Ricardo Aldana Prieto, ambos firmantes de los convenios
con Pemex y actuales diputados federales. El expediente abierto pretende
analizar la legalidad de dos convenios firmados por la administración en
turno de Pemex, en 2000, mediante los cuales “prestó” al
sindicato los mil quinientos millones de pesos.
Los cargos se refieren a la
denuncia de Secodam, la que señala que el 8 de junio del 2000 Pemex
prestó 640 millones de pesos al sindicato, los cuales serían
utilizados en siete rubros generales, como son adeudos de créditos
hipotecarios, renovación de la flota petrolera, revisión de
cláusulas laborales, transferencia de plazas de confianza y 10 mil
aportaciones financieras.
Este préstamo se otorgó tres semanas
antes de las elecciones federales. El 11 de septiembre del mismo año,
Pemex firmó con el sindicato un convenio por mil 100 millones de pesos
que serían utilizados por el gremio para resarcir supuestos rezagos
en los contratos colectivos.
Tratando de desvirtuar la acusación,
Rogelio Montemayor ha responsabilizado a los charros sindicales, quienes ha
dicho, emplazaron a huelga a Pemex en diversas ocasiones para presionar.
¡Eso, solamente, lo sabían las cúpulas y las autoridades
laborales, los trabajadores jamás fuimos enterados! ¿Porqué,
la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje dio curso a esas falsas
gestiones sindicales? Según la denuncia, Pemex realizó varias
entregas de dinero al sindicato. Ahora, Montemayor, informó de una de
esas entregas y sus conceptos, otorgadas “tranquilamente”, por
millones, casi a diario (Fuente: Reforma,
junio’02).
Cantidad |
Fecha |
Concepto |
50 millones |
3 mayo 2000 |
Ayuda social, cultural y deportiva |
35 millones |
5 mayo 2000 |
Reequipamiento de cooperativas |
50 millones |
12 mayo 2000 |
Apoyo a localidades pobres en regiones petroleras |
47 millones |
30 mayo 2000 |
Mantenimiento de instalaciones deportivas |
40 millones |
2 junio 2000 |
Remodelación y equipamiento de edificios del Comité General del STPRM |
25 millones |
4 junio 2000 |
Rehabilitación de bibliotecas |
Lo anterior es indignante y es parte de las tradicionales
relaciones entre la empresa y los charros sindicales. Los conceptos aludidos son
completamente falsos, jamás ese dinero ha servido para los trabajadores
petroleros, ni para localidades pobres en zonas petroleras; ha sido para el
enriquecimiento ilícito y desmedido de las mafias sindicales apoyados por
gobierno y empresa. Esa mafias, a su vez, siempre han apoyado la
privatización, el contratismo y la corrupción en la industria
petrolera nacional.
Ahora, el gobierno aparenta abrir la caja de Pandora sin
ir al fondo del asunto. Se trata de operaciones políticas con miras
electoreras. El PAN pretende atracar las siguientes elecciones, no obstante
estar en fuertes líos derivados de sus fondos de campaña,
provenientes del extranjero y seguramente del lavado de dinero.
|