Huelga en el Sur de Perú
El sur de Perú en huelga contra la privatización eléctrica. El pueblo en lucha rechaza al neoliberalismo impuesto por Toledo y el Banco Mundial. El Paro convocado por los frentes regionales triunfa en Arequipa, Cusco, Puno y otras ciudades. En Lima y en el norte se multiplican las manifestaciones. El gobierno continúa la privatización desafiando al pueblo.
Convocado por el
Frente Amplio Cívico de Arequipa (FACA) y la Asociación de
Urbanizadores Populares y Pueblos Jóvenes de Arequipa (AUPA), así
como otros frentes regionales, en el sur de Perú hubo paro total en
respuesta al anuncio del gobierno para privatizar las empresas
eléctricas, Egasa y Egesur.
Comercios, mercados, escuelas,
universidades, los transportes, todo el pueblo se sumó al paro y
participó de la movilización. Al término, el alcalde Juan
Manuel Guillén convocó “a la unidad del pueblo
arequipeño para luchar contra la privatización” y
emplazó al gobierno a resolver la disyuntiva en la que se encuentra:
optar por el autoritarismo o practicar una verdadera democracia con la
convocatoria a una consulta popular.
El paro regional, del 14 de mayo de
2002, fue apoyado en los departamentos de Cusco y Puno, y las provincias altas
de la Ciudad Imperial, así como Juliaca y Ayaviri, en tanto la jornada de
protesta fue parcial en Tacna y Huánuco. En la Plaza de Armas del Cusco
se realizó una gran manifestación. El coordinador de la Asamblea
Regional Washington Román anunció la radicalización de las
acciones de fuerza. En Puno, Juliaca y la provincia de Ayaviri el pueblo
apoyó el paro del Sur con una multitudinaria marcha.
El Frente Amplio
Cívico de Lima respaldó el paro regional de los frentes del Sur
con una marcha hasta el Congreso de la República. Durante el recorrido,
los manifestantes protestaron contra las privatizaciones de Sedapal, y de las
empresas de EGESUR, EGASA, en solidaridad contra los pueblos del Sur. Convocada
por la Confederación de Trabajadores de Perú (CGTP), la marcha fue
custodiada por policías a pie y a caballo. No hubo
enfrentamientos.
Maestros del Sindicato Unitario de Trabajadores de la
Educación Peruana (Sutep) y afiliados a la Confederación
Intersectorial de Trabajadores Interestatales (Cite) también marcharon en
horas de la mañana al Congreso de la República, donde entregaron
algunas propuestas de solución a sus demandas.
Para el gobierno
“el paro fracasó” según dijo el ministro del interior.
“De todas maneras hoy privatizan”, anunciaron los medios al
día siguiente y agregaron, “En el auditorio de PetroPerú se
abrirán los sobres para la venta de las empresas eléctricas Egasa
y Egesur, confirmó el director ejecutivo de Proinversión Ricardo
Vega Llona, que aseguró además que el proceso de
privatización continuará adelante (La República, 14
de junio de 2002). "El paro se enmarca dentro de una estrategia de
desestabilización. No es verdad que el objetivo fundamental de los
convocantes sean las privatizaciones. Eso es un pretexto”, dijeron los
voceros del gobierno y agregaron, el paro “no se sintió”,
“fue un fracaso”
Entretanto, el juzgado civil de Arequipa
otorgó el amparo al Municipio, que reclama el 51% de las acciones de las
empresas eléctricas como medida cautelar para suspender las
privatizaciones. Otra medida cautelar se presentó ante la Corte Superior
de Justicia.
Para el ministro de justicia, la resolución judicial
emitida por dicho juez “carece de todo fundamento” y amenazó
con juzgarlo. El gobierno dijo, además, que la sentencia no interrumpe al
privatización. "Si alguien pretende con la presión o la
movilización en las calles, con motivaciones políticas, hacer
retroceder una decisión tomada por el gobierno, se equivoca
profundamente”, expresó Alejandro Toledo, quien funge como
presidente de la República.
Sin embargo, el paro fue contundente,
acatado en el sur y algunos departamentos del centro. Arequipa, Cusco, Puno,
Madre de Dios, Junín, Pasco, Huánuco, Huancavelica y Ayacucho
participaron de la movilización encabezados por sus autoridades locales.
En el norte del país, hubo marchas de protesta. En Tumbes, Piura,
Lambayeque, Cajamara, Amazonas, Trujillo e Iquitos se llevaron a cabo
multitudinarias manifestaciones. En Chimbote también, incluso los
trabajadores portuarios de Enapu Perú dejaron los buques acoderados en el
muelle.
“Si se continúa con las privatizaciones, ahora el paro
será a nivel nacional” dijo el alcalde Guillén, de Arequipa.
Calificó al paro de “exitoso” resaltando el comportamiento
pacífico de la población durante los actos de protesta en contra
de las privatizaciones de las empresas eléctricas del sur. El pueblo
arequipeño nunca ha sido sustento de tiranía y dictadura. El
Perú siempre ha tenido en Arequipa una trinchera a favor de la democracia
y el diálogo, expresó.
Con anterioridad, el gobierno de
Fijumori había iniciado un amplio proceso de privatizaciones, incluyendo
a la energía eléctrica en la capital. Con todos los recursos
disponibles, llevó a cabo amplias campañas de desprestigio contra
los trabajadores electricistas. Más aún, se propició la
división sindical. Se crearon así las condiciones más
adecuadas para privatizar.
Pero la situación ha cambiado. El pueblo
no está dispuesto a seguir siendo despojado del patrimonio colectivo. Es
el pueblo, el que ahora está al frente de la lucha contra la
privatización eléctrica. Los trabajadores del sector
también son parte de esta lucha, pero en contingentes menores en empresas
pequeñas. La CGTP, en su conjunto, es parte importante de la
movilización.
Es la hora de la ofensiva, el pueblo peruano ha tomado
en sus manos la defensa de lo que es suyo. El gobierno entregado a los intereses
de las empresas transnacionales y siguiendo las directrices del Banco Mundial,
sigue una política contraria. El Paro en el Sur, no es el primero y,
dadas las circunstancias, seguramente no será el último. El pueblo
de Perú en lucha contra las privatizaciones, contra el neoliberalismo,
está dispuesto a vencer.
Fuente: La República, 15 de mayo de
2002.
Marcha en Lima en apoyo al paro regional en el sur de
Perú
FOTO: www.larepublica.com
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