México-Cuba, 100 años después
Se establecieron en mal momento, están en peor momento. Después que los yankis proclamaron a la República colonial en Cuba (20 de mayo de 1902), “el dictador” Porfirio Díaz se apresuró a establecer relaciones diplomáticas; hoy, otro tirano servil de los yankis, “el mentiroso” Vicente Fox, las interrumpe abruptamente.
1902-2002. Son cien años de
imperio, no de verdadera república en Cuba. La Central de Trabajadores de
Cuba (CTC) dijo: "El pueblo cubano victorioso recuerda con dolor y repulsa la
traición de la oligarquía que se adueñó de la
república, frustrándola"
Debemos destacar, expresaron los
cubanos, que la primera República de Cuba nació en 1869, en
Guáimaro, y su primer presidente fue el Padre de la Patria, Carlos Manuel
de Céspedes. Ella mantuvo la llama del derecho a la independencia y a la
igualdad entre los hombres hasta que se nos impuso, con la brutal presión
de Estados Unidos, la Enmienda Platt y la subordinación a los intereses
yankis. Hemos tenido, pues, tres formas de república: la República
en Armas, fundada en 1869 en Guáimaro; la República neocolonial,
fruto de la intervención norteamericana en 1902, y la República
independiente, nacida del 1º de enero de 1959, que se proclamó
socialista en abril de 1961.
Para México, han sido 100 años de
relaciones múltiples. Unas, han sido las relaciones oficiales, otras las
del pueblo. En nuestro país estuvo José Martí en su paso
hacia Estados Unidos hacia fines del siglo 19. A principios del 20, recibimos a
Julio Antonio Mella y tuvimos la desgracia de verlo caer asesinado por los
esbirros de Machado. Más tarde, vino Fidel Castro después del
frustrado ataque al cuartel Moncada. Aquí, Fidel conoció al
Ché quien había llegado a México procedente de
Suramérica. Fue aquí, donde los revolucionarios cubanos hicieron
los preparativos previos de la Revolución.
De Tuxpan-Veracruz,
partió el Granma con los 82 expedicionarios dispuestos a
conquistar la libertad. En México, Fidel, el Ché y otros
revolucionarios cubanos se entrenaron, estudiaron, se organizaron e hicieron
amistades.
Al triunfo de la Revolución los electricistas mexicanos
(FNTICE, luego STERM) fuimos los primeros en solidarizarnos con la
Revolución Cubana. Todo el pueblo mexicano apoyó a la
Revolución sobretodo cuando la invasión mercenaria norteamericana.
La victoria de Playa Girón en 1961 significó también una
victoria para México. El gobierno, actuando en consecuencia, se
negó a romper relaciones con Cuba, y fue el único en el
hemisferio, en rechazo a los acuerdos unilaterales de la OEA.
En las
relaciones diplomáticas, el gobierno mexicano siempre había
mantenido buenas relaciones con Cuba, así fuera por conveniencia para
aligerar las persistentes presiones norteamericanas. En los momentos
culminantes, Lázaro Cárdenas, siendo expresidente estuvo junto a
Fidel. Aún los gobiernos neoliberales, tuvieron que apoyar a Cuba. Muchos
empresarios han hecho negocios al día de hoy. Cuba ha suministrado a
México las vacunas que el ISSSTE e IMSS han requerido para la
población infantil. En múltiples aspectos de la vida social,
económica y cultural, las relaciones México-Cuba han sido
importantes, debiendo ser mejores.
Ahora, con la imposición en
México de un gobierno altamente proclive al imperialismo, la
situación cambió radicalmente. El canciller Jorge
Castañeda, verdadero procónsul del imperialismo norteamericano en
México, Fox y su gobierno han adoptado la política internacional
más vergonzosa, especialmente con relación a Cuba.
Con su
enfermizo anticomunismo, Fox y Castañeda forman parte de los planes
contrarrevolucionarios más agresivos y mafiosos contra Cuba, orquestados
desde Miami y apoyados en México por el gobierno foxista.
Las ofensas
de Fox y Castañeda a la Revolución Cubana y a su Comandante en
Jefe, han puesto las relaciones entre México y Cuba al borde la ruptura.
De hecho, las relaciones son inexistentes, están en el nivel más
bajo y se mantienen, tan sólo por la vergonzosa e inútil presencia
en Cuba del embajador Ricardo Pascoe, quien asume acríticamente,
neciamente, los caprichos de Castañeda y Fox.
Pero Fox no es
México, ni tampoco Castañeda, ambos ni siquiera representan a
nuestro pueblo menos a nuestra historia. Los trabajadores mexicanos apoyamos a
la Revolución Socialista y mantendremos las relaciones al más alto
nivel.
¡Viva Cuba! ¡Viva México!
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