Volumen 12, Número 213, marzo 16 de 2012 |
19 Foro de
EnergíaDECLARACION
FINAL
El objetivo de la política energética oficial
consiste en la sobreexplotación del petróleo, la
privatización total de Pemex y de la CFE, y la entrega al capital de
todos los recursos naturales.
El régimen de contratos, concesiones
y permisos a los particulares se ha afianzado como resultado de la
contra-reforma energética de 2008. Esta fue una reforma regresiva,
anticonstitucional, privatizadora y desnacionalizadora.
El saqueo
descarado de los minerales, hidrocarburos, el viento, la tierra y el agua
caracterizan la situación del momento. El acontecimiento más
reciente es el acuerdo firmado entre los gobiernos de México y Estados
Unidos para la explotación conjunta de las estructuras transfronterizas
que, en el caso de encontrar hidrocarburos del lado mexicano, llevará a
cabo mediante concesiones a las transnacionales.
En México, el
petróleo crudo está en proceso de agotamiento, resultado de la
explotación irracional de los yacimientos. Las reservas probadas
están a la baja y se pretende oficialmente seguir aumentando las
plataformas de producción y exportación, al tiempo que siguen
aumentando las importaciones de gasolinas.
La fiebre extractiva en la
minería ha llegado a la explotación, mediante 25 mil concesiones a
las transnacionales, de prácticamente todos los minerales, especialmente
Oro y Plata. Las consecuencias ambientales son de arrasamiento de la tierra, el
agua, los bosques y poblaciones enteras.
En materia de hidrocarburos, esa
fiebre incluye al gas de lutitas que afectará al ambiente por la
fracturación hidráulica. La explotación las estructuras
transfronterizas tiene el propósito de acelerar la producción
petrolera en las aguas someras, profundas y ultraprofundas.
Esta
política oficial es antinacional porque conduce a la
desnacionalización. El neoliberalismo en México está
convertido en sinónimo de conquista. La entrega de contratos de
exploración y producción de hidrocarburos llevará a la
privatización del Golfo de México.
Las industrias
eléctrica y petrolera están en proceso de fragmentación
acelerada de los procesos de trabajo, especialmente, las fases más
importantes, como son la exploración y producción de
hidrocarburos, y la generación de energía eléctrica. El
mecanismo principal consiste en la entrega de las funciones constitucionales al
capital privado. Consecuencia de la contra-reforma energética de 2008, en
Pemex y en CFE todo se puede contratar.
Al 31 de diciembre, la
privatización eléctrica furtiva llegó al 48.91% de la
capacidad de generación total a nivel nacional. La Comisión
Reguladora de Energía mantiene vigentes a 670 permisos privados de
generación, otorgados a otras tantas empresas privadas, nacionales y
extranjeras. Además, hay 310 permisos que han salido
momentáneamente de operación, con la tendencia a resurgir
próximamente luego de haber migrado a la generación eólica
privada.
En este 74 aniversario de la Expropiación Petrolera, el
balance es negativo. En el futuro próximo se configura una
situación agravada por la insistencia de los políticos
oficialistas de abrir Pemex y la CFE al capital privado, lo que
implicaría la eventual privatización total de la industria
energética nacionalizada.
Esta situación es inaceptable
para la nación viviente. El FTE de México alerta a los mexicanos
sobre los planes electoreros de entrega desmedida al imperialismo. Hoy la
defensa de los recursos naturales e infraestructura industrial básica de
la nación constituye el primer punto en la agenda del pueblo y debemos
movilizarnos con firmeza y convicción.
Reafirmamos que la
re-nacionalización de los hidrocarburos y de todas las fuentes renovables
y no renovables de energía, la nacionalización de la
minería y metalurgia, así como del agua, son una necesidad
social.
Se trata de un proceso que debemos extender y consolidar en todo
el territorio nacional para recuperar el dominio de la nación, en
términos de la propiedad colectiva, la aplicación de una
Política Energética Independiente y la integración de los
procesos de trabajo.
En un contexto tan desfavorable, potenciar la
organización social que haga posible la re-nacionalización de
México, es una tarea crucial, con todas las formas y acciones al alcance,
un programa común y una política propia. Hemos caminado junto a
otras fuerzas del pueblo mexicano y debemos avanzar.
En 2011 tuvimos dos
pérdidas muy sentidas. El FTE de México recuerda a la Dra. Carmen
Pedrazzini, investigadora del Instituto Mexicano del Petróleo y coautora
del Proyecto de Tratado Puerto Vallarta sobre “Principios y Criterios
Orientadores para la Coordinación de Actividades Relativas a recursos
Submarinos transfronterizos de Hidrocarburos Subyacentes a la Frontera
Marítima entre Estados Costeros Vecinos”. Esta propuesta la hizo
suya el FTE en el 12 Foro de Energía de 2009 y ahora la ratificamos.
También, recordamos a la Maestra Sarahí Angeles,
investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la
Universidad nacional, quien en el mismo Foro presentó consideraciones
teóricas acerca de los mecanismos de las privatizaciones, entre otros,
basados en la cesión de funciones constitucionalmente estratégicas
a las corporaciones, cuya expresión práctica está
ocurriendo actualmente.
A ambas investigadoras, defensoras de la
industria energética nacionalizada, que ya no están con nosotros,
las recordamos reconociendo sus aportaciones a la lucha del pueblo de
México.
¡Luchamos por
la re-nacionalización
energética! ¡Viva
tierra, mar, energía, agua, viento y libertad!
Frente de
Trabajadores de la
Energía, de
México
Los energéticos
son de la nación, no son del Estado ni de los gobiernos en
turno
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