Luz del Alba Belasko * FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA, de MEXICO cazaimagen@gmail.com Mujer de la etnia Seri, en lamina de Oro a cielo abierto ”La Herradura”, en Sonora, México. RESUMEN: El proceso extractivo en México ha crecido mayormente en la primera década del siglo XXI, con un impacto más devastador que la tecnología de “pico y pala” de la colonia. La megaminería contemporánea utiliza el desarrollo tecnológico de máquinas-herramientas para la perforación, excavación, el desarrollo de explosivos, de procesos químicos para la recuperación masiva de minerales implementando el denominado sistema de tajo a cielo abierto, el cual implica la remoción de toneladas de tierra por gramos o fracciones de gramo de material recuperable; desarrollo viable gracias al uso de procesos químicos de flotación o lixiviación con cianuros, mercurio u otros químicos altamente tóxicos. Los impactos de la minería contemporánea tanto ambientales, como sociales y a la salud, destacan no sólo por ser cuantitativa sino cualitativamente más agresivos en el tiempo y en el espacio. Se agudizan los procesos de apropiación y despojo de tierras, agua y otros recursos naturales, irreversibles en muchos de los casos, agravando así el descontento social y los escenarios de violencia y conflicto. Dentro de está amalgama están inmersas un grupo de mujeres que realizan este tipo de trabajo. Presentamos aquí algunas de sus voces desde su cotidiana jornada en la minería.
México
es un país cuya minería se remonta a la época
prehispánica, con fines ornamentales y también la
fabricación herramientas y armas rudimentarias para llevar a cabo
actividades cotidianas de subsistencia.
El control de los recursos minerales definió territorios y fronteras del dominio prehispánico, así como rutas de conquista y colonización europea. La base de la economía novo-hispana fue la minería. Sin duda, el virreinato del Perú, fue muy superior en la producción de metales preciosos (Oro y Plata) en los primeros años del dominio español en América. Sin embargo, el descubrimiento de nuevos yacimientos, desde Sonora hasta el sur de la provincia de Estados Unidos, permitió que gradualmente la Nueva España ocupara un lugar de privilegio. En la historia del México moderno, la minería ha jugado un papel importante y fue motivo para el estallido de la Revolución Mexicana de 1910, cuando trabajadores de la compañía The Cananea Consolidated Copper Company en Sonora se lanzaron a la huelga, como única alternativa ante la discriminación y los abusos de los que eran objeto por parte de la empresa norteamericana. La huelga fue reprimida en forma sangrienta, pero dejó un firme antecedente de lucha social y laboral. La Revolución tuvo fuertes impactos sobre la industria minera. Los principales actores de la Revolución mexicana lucharon para hacer realidad su sueño de repartir la tierra a quienes la trabajaban. A la par, dentro de estos antecedentes la “mujer mexicana” organizó un Primer Congreso Feminista , en la ciudad de Mérida, Yucatán, en 1916, donde se empezaron a legitimar y consolidar las bases jurídicas e institucionales de la identidad nacional,. Sin embargo, a pesar de la amplia participación de las mujeres en la Revolución, en esa época, no fueron consideradas como ciudadanas. De ahí surgió este movimiento y más tarde el Congreso del cual difundieron los acuerdos. Desde entonces se ha hablado sobre maternidad libre y voluntaria, educación para las mujeres, autoconcepción, derechos, igualdad, libertad. Sin embargo, la sagacidad del sistema capitalista comenzó a desvincular a la mujer y crear el mito de la madre sacrificada, la perfecta mujer del hogar, el abnegado adorno de la sociedad, la comercialización y la contra propaganda para neutralizar las propuestas de las yucatecas que revolucionaban la antigua moral y proponían una educación para las mujeres basada en la igualdad y la libertad. 2. EL PAPEL DE LA MUJER MEXICANA EN LA MINERÍA En México, la imagen
de la mujer encierra un cúmulo importante de simbolismos culturales e
históricos. A la mujer se le idealiza como fuerza creadora y dadora de
vida, como en la época prehispánica con la Coatlicue, Tonantzin.
Pero también, a través de la Malinche, se expresa la
devaluación del pueblo mexicano sometido por la conquista. La mujer-madre
condensa valores sublimes y patrióticos, de idealización y a la
vez de devaluación. Hay un día, el 10 de mayo, en la que se exalta
y enaltece a la madre con regalos y festejos, pero también de manera
contradictoria, el peor insulto entre las y los mexicanos es una "mentada de
madre".
La exaltación del "instinto materno" orienta el destino de millones de mujeres. Pero, si analizamos el desarrollo de las sociedades vemos que la maternidad no es un "instinto natural", sino un hecho social que cambia de acuerdo al momento histórico y las necesidades sociales. El concebir, parir y amamantar un hijo (a) es un hecho biológico que sólo las mujeres por su naturaleza pueden hacer, hecho al que se le llama maternidad. Pero el tenerlo no es sólo eso, porque necesita cuidados, atenciones, cariño, amor, educación, etc., es un trabajo emocional y físico al que se le denomina maternazgo, y éste no es natural sino social. Y en este ámbito, la relación existente entre los sistemas de dominación ejercidos sobre el planeta y sobre las mujeres, proponen perspectivas en las que el movimiento feminista y movimiento ecologista se apoyen mutuamente. Las mujeres pueden tener un papel crucial, no sólo como portadoras de un mensaje que nos oriente hacia una conciencia global medioambiental, sino como activadoras de una posición activa en busca del equilibrio en el planeta y la mejora de la situación de los sectores más desfavorecidos. Por siglos, y en todos los continentes, ha existido la generalizada creencia de que la minería es una actividad reservada a los hombres, así como una actitud de rechazo cultural a su presencia en las minas, por el mito de la mala suerte. Legalmente, la OIT en su código de trabajo de 1930, prohíbió el trabajo de las mujeres en labores mineras o subterráneas y en faenas calificadas como superiores a sus fuerzas o peligrosas para las condiciones físicas o morales de su sexo (art.126). Esta reglamentación duró en México hasta 1975 cuando se celebró el 1er. Año Internacional de la Mujer. Entre las cláusulas reformadas de la ley laboral, se consideró la inserción de la mujer en la minería. Las mujeres debemos darnos cuenta que no podremos llevar a cabo la liberación ni encontrar soluciones a la crisis ecológica mientras la sociedad continúe fundando sus modelos de relación en sistemas de dominación. Las demandas del movimiento de la mujer y del movimiento ecológico deben unirse para así poder afrontar una reforma radical de las relaciones básicas socioeconómicas y de los valores subyacentes de esta sociedad moderna e industrializada. 3. SITUACIÓN DE LA MUJER EN EL MUNDO DEL TRABAJO. PANORÁMICA GENERAL EN MÉXICO La situación de la mujer mexicana en los sectores de la
minería y el metal es una de las más desconocidas e ignoradas de
la industria minero-metalúrgica en México. Los indicadores hacia
la igualdad de género en México (2007) contribuyen a mostrar un
panorama general de la situación de las mujeres y plantear, mediante la
interpretación de datos estadísticos, hacia dónde dirigir
nuestros esfuerzos.
Según datos del II Conteo de Población y Vivienda, para el año 2005, había en México 103,263,388 personas, de las cuales 51.3% eran mujeres y 48.7% hombres. A partir de la década de los años setenta, la fecundidad ha descendido de manera notoria en nuestro país, lo cual se refleja en la reducción de la base de la pirámide poblacional (Figura 1). No obstante, la estructura por edad en México se mantiene joven, pues 50% de la población no rebasa los 24 años de edad (23 años en promedio para los hombres y 25 para las mujeres). Ello impone retos particulares de planeación en materia de creación de empleos, tanto para quienes están entrando en edad económicamente activa, como en el mantenimiento de la oferta laboral para las y los adultos que ya han acumulado años de trabajo y experiencia. Asimismo, pese al poco peso relativo de la población mayor de 60 años (8.3% de las mujeres y 7.1% de las hombres en 2005), su proporción está creciendo de manera acelerada, sobre todo la de las mujeres, que tienen una esperanza de vida mayor. De aquí la necesidad de tomar en cuenta las demandas y necesidades específicas de esta población. La migración es otro componente demográfico que afecta la estructura de la población. Las mujeres se suman cada vez más a las oleadas de migrantes hacia Estados Unidos y, desde hace décadas, protagonizan migraciones rurales-urbanas e interciudades. Fuentes: INEGI, IX Censo General de Población, 1970; XII Censo General de Población y Vivienda, 2000. Tabulados Básicos; II Conteo de Población y Vivienda, 2005. Tabulados definitivos. Figura 1.
Población en México 1970-2005.
Los motivos que explican la migración interna de la población de 5 años y más durante el periodo 1995- 2000 son, principalmente, laborales para los varones y familiares para las mujeres. Además, para una de cada cinco mujeres migrantes, los motivos laborales son los que las empujan a cambiar de residencia. Esto refleja, además de la creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral, el espíritu de lucha y valentía que representa aventurarse, como hasta hace poco lo hacían más los varones, en busca de mejores condiciones de vida y de empleos más remunerados para ellas y sus familias, ya sea ascendente o descendente. En la migración por motivos de estudio, la proporción es muy pequeña para ambos sexos (3.6%), lo que refleja que si necesitan migrar para poder continuar con los estudios, las mujeres no se ven particularmente limitadas por razones de sexo (véase Tabla 1). Existen pocas encuestas que se puede verificar y consultar sobre estos temas. Hace una década, la Organización Internacional del Trabajo (OIT 1999) indicaba que las mujeres representaban entre el 5% y el 50% de la fuerza de trabajo en la pequeña minería a escala mundial. Pero ellas casi nunca llegaban a obtener un reparto mínimo de los ingresos, lo que demuestra que no hay equidad en la distribución de los beneficios y la mujer recibe de manera proporcional menor cantidad de dinero por su fuerza de trabajo. A diferencia de la alta participación de las mujeres en la pequeña minería, en las grandes operaciones ellas cuentan con menor participación. Pero no por ello su participación es menos relevante. Como se observa en la siguiente gráfica, las estadísticas en México de personal ocupado en actividad minera por género en 2008, estaba representada por 82,265 hombres y 6,787 mujeres (Figura 2). En cuanto al personal ocupado en la minería, la mayor cantidad corresponde a la minería metálica y, después, a la no-metálica. En ésta existe una enorme proporción de contratismo y, en la minería del carbón, domina mayoritariamente. Las condiciones laborales de los trabajadores sujetos al contratismo o outsourcing son precarias por carecer de derechos laborales. De acuerdo con los criterios censales, el total de remuneraciones incluye los sueldos, salarios, prestaciones, contribuciones a la seguridad social y pago de utilidades, que otorga al personal remunerado que depende de la razón social de las empresas. La remuneración promedio por persona remunerada en la minería, a nivel nacional fue de 126,800 pesos anuales. Los trabajadores de la minería metálica alcanzaron el valor más alto, mientras que en la extracción y beneficio de minerales no-metálicos se registró la remuneración promedio más baja. En forma equivalente, al personal suministrado por otra razón social se le pagó por el servicio prestado para la unidad minera, o bien se le pagaron comisiones sin sueldo base. Por estos conceptos el promedio fue de 177,600 pesos anuales por persona. Tabla 1. Distribución porcentual de la población migrante de 5 años y más por principales causas de migración según sexo, 2000.
* No se considera 29% de la población que no especificó la
causa de migración.
Fuente: INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda 2000. Tabulados de la muestra censal. Figura 2. Personal ocupado en actividades mineras por género. Fuente: INEGI, Censos económicos 2010. Figura 3. Personal
ocupado en actividades mineras por tipo de contratación.
Figura 4. Participación de las entidades federativas de México en la producción minera Fuente: Camimex
En el corazón de la tierra zacatecana hay
36 mujeres que comienzan su jornada a las siete de la mañana, con un peso
de hasta cinco kilos con todo el equipo y su descenso de alto riesgo. Aunque los
procesos han cambiado y es más eficiente (tecnología de punta) la
vida es difícil por el daño a los pulmones, el polvo y las doce
horas de trabajo continuo. Son madres solteras y divorciadas. Están en
Madero, Zacatecas, a 15 km, en la mina Madero, propiedad de la empresa
Peñoles que extrae siete mil toneladas diarias de minerales de
Zinc.
- Aquí tenemos las mismas máquinas contra pozeras que se utilizaron para el rescate en Chile, pues existen los mismos riesgos. La minera Madero, ubicada en la comunidad de Francisco I. Madero, en el estado de Zacatecas, rompió hace 10 años con el mito, contratando mujeres en casi todas sus áreas de operación. - Iniciamos con lo que hoy se conoce como prospectiva de género. Desde entonces la mujer está integrada a la operación minera y participa en la mayoría de las actividades, desde la explotación, manejo del equipo, operación subterránea, control y mantenimiento, dijo en entrevista Octavio Martín Alvídrez Ortega, gerente de la planta. Pese a esta intención, el número de empleadas no ha variado desde la apertura de la mina, en el año 2000. Según los mismos administradores, actualmente representan sólo el 8 por ciento del total de trabajadores. El grupo minero Peñoles, propietario de la mina Madero y responsable también de mina La Herradura, en Caborca, Sonora, emplea en sus plantas, la primera subterránea y la segunda a cielo abierto, a 78 mujeres, del total de 1,300 trabajadores representan el 6%. Figura 5. Los Recursos Minerales de México. Mapa Metalogenético. México es un importante productor de Oro (Au), Plata (Ag), Cobre (Cu), Azufre (S) y Zinc (Zn) Fuente: Servicio Geológico Mexicano 5. LAS JOYAS DE LA MINA 5.1 SONORA
Lizeth Germán tenía 16 años la primera vez que la visitó; desde entonces supo que quería formar parte de la mina. "Desde que la conocí, algo me llamó la atención y quise trabajar aquí", dice. En la actualidad, Lizeth tiene 20 años y opera un vehículo 785-C capaz de cargar hasta 140 toneladas de mineral por viaje. Para subir los seis metros de altura del camión y librar las llantas de 2.5 metros de diámetro, sube unas escaleras que la llevan a una cabina desde donde opera. - Al principio las dimensiones de la maquinaria me asustaban, pero ahora ya las domino. Soy la única mujer minera en mi familia y quiero seguir en esto durante más años. Un camión del mismo tipo es el que maneja Mirza Galván, quien a sus 22 años es madre de un niño de seis meses. Los restos de paño que aún se observan en su rostro comprueban su reciente maternidad. Las dimensiones monumentales del 785-C hacen aún más evidente su baja estatura. - Las 140 toneladas de tierra que caen sobre la caja hacen que todo tiemble. Hay veces que una siente que el camión se va de lado o que la cabina se va a partir en pedazos. Al comenzar en este trabajo, la sensación me paralizaba, pero eso ya se acabó. Tanto Lizeth como Mirza cumplen la misión de realizar varios viajes al día llevando tierra con mineral a los laboratorios o a barrancos de petate, en el caso de que ésta no contenga Oro. La gran mayoría de las mujeres a diario viajan 120 kilómetros desde Caborca para llegar a la mina, haciendo un recorrido promedio de cuatro horas. Todos los días se levantan a las 4 de la mañana para tomar el camión de la empresa que parte a la mina a las 5:00. - Más o menos hacemos dos horas de ida y dos de regreso, y en total pasamos 14 horas fuera de casa para laborar, cuenta Mirza. La Herradura es una mina que trabaja las 24 horas del día y en la que las trabajadoras rotan turnos cada semana en tres horarios: de 7:00 a 17:00 horas; de 17:00 horas a 3:00 y un turno de empalme que corre de las 21:00 horas a las 7:00 de la mañana. Al igual que en otros trabajos, las mineras tienen derecho a descansar dos días por cada semana laboral, por la que cobran mil 200 pesos. A diario se llevan a cabo dos voladuras de tierra que hacen temblar el desértico paisaje colmado de cactus y sahuayos. Andrea Sugey, quien lleva siete años trabajando en la mina, es una de las encargadas de perforar hasta nueve metros bajo tierra para preparar el terreno de las nuevas explosiones. A pesar del ruido ensordecedor de la rotaria -perforadora de 12 metros de altura- y sin prestar demasiada atención al polvo que le ha puesto los ojos enrojecidos, Sugey, de 25 años, vio en La Herradura la oportunidad de trabajo que no le quiso dar el campo. En la Herradura, los hombres tienen estrictamente prohibido mofarse de sus compañeras. Incluso, la persona que realice algún comentario machista puede ganarse el despido, según cuenta el operador de camiones, Sergio Montante, quien conoció a su esposa en la mina: "Sí me da temor que trabaje aquí, pero me aguanto. Lo único que me queda es respetar su decisión". Las mujeres que ingresan a La Herradura son capacitadas en grupos mixtos, por profesionales que han visto resultados notables en su trabajo. Guillermo Bernal, coordinador del área de mina, dice que a la hora de operar maquinaria pesada, las mujeres han demostrado que tienen la capacidad para ser más cuidadosas con el equipo: "De hecho, hay mujeres que están en el top de productividad". Las toneladas de Oro que han contribuido a obtener las mujeres de esta mina, no sólo reflejan altos niveles de productividad, también echan abajo el mito que por años le impidió a la mujer entrar a este campo laboral. En La Herradura, se dice que “las mujeres ni secan, ni salan los terrenos”. 5.2 ZACATECAS Alma Solís trabaja desde hace 10 años en la minera Madero, es una mujer de 1.70 metros de altura, rebasa apenas los 30 años. A pesar de su complexión mediana, sus brazos revelan los músculos formados por el manejo diario, durante 12 horas, de un trascabo que mueve 5 toneladas de minerales. Separada de su esposo y con tres hijos que mantener, no dudó en emplearse en la mina, donde antes ya habían trabajado algunos de sus familiares. Aunque difícil, el empleo era mejor pagado que en otra actividad: 5,200 pesos mensuales (400 dólares aproximadamente). Como el resto de sus compañeras, Alma porta un equipo de seguridad que pesa alrededor de 5 kilos, entre un respirador auxiliar; una lámpara con chip de localización; casco; equipo de comunicación y botas. - Es mucha la paranoia, la desesperación de sentirse encerrada, pero es un reto que tenemos y hay que echarle ganas. Nos preparamos diariamente, psicológicamente, sabemos que es nuestro trabajo y estamos engreídas aquí, dice. Minera Madero, inició operaciones hace 10 años, es un yacimiento subterráneo de unos 250 metros de profundidad, del que diariamente se extraen 7,000 toneladas de Zinc, Plomo y Cobre. En ella trabajan actualmente 450 personas, de las cuales 36 son mujeres. Elsa María López Hernández, es facilitadora de mina, su cargo es de mando medio y consiste en asignar a cada uno de los empleados sus labores. Es originaria de Pachuca, capital del estado de Hidalgo, donde estudió y se graduó en la licenciatura de ingeniería de minas. Soltera y con menos de 30 años, Elsa cuenta que no ha sido sencillo dar instrucciones a hombres, algunos de ellos mayores que ella y con más años de experiencia en la minería. - El hecho de que llegue alguien menor que ellos y con menos experiencia, que llegue a mandarlos o ponerles alguna actividad es difícil, pero el trato diario es lo que te da la pauta para una buena relación, agrega. Cuestionadas respecto a las condiciones laborales, las mineras entrevistadas respondieron que están satisfechas con su empleo y con la seguridad en el desempeño de su labor. El rescate de los 33 mineros en Chile, es una imagen todavía fresca en la memoria de sus colegas mexicanos. En la minera Madero, donde todos los días sus trabajadores descienden poco más de 2 kilómetros, el miedo se vive igual que en todas las minas del mundo, según narran. A lo largo del recorrido, rumbo a la profundidad, se observan varios nichos con figuras de la Virgen de Guadalupe y otras imágenes religiosas. - Me imagino que fue muy desesperante para ellos y para sus familias. Gracias a Dios todo salió bien. Te pones a recapacitar en muchas cosas, si algo estás haciendo mal, tratas de hacerlo mejor para salir y ver la luz del día, porque te está esperando tu familia, dijo Imelda Escamilla, dedicada al monitoreo del proceso de trituración en la planta. - La mina chilena es similar a la de Madero, ambas son subterráneas y explotan metales. Las mineras entrevistadas señalaron, sin embargo, que no se puede vivir todos los días con miedo y pensando que algo les va a ocurrir, aunque para sus familias, el temor no desaparece. - Estamos esperando todos los días a ver si regresa, tenemos una angustia, pero es la ley de la vida, siempre estoy bajando a Dios y a todos los santos para que cuiden a mis hijos, dice la madre de Alma. 6. MINERÍA PRIVADA Y TRANSNACIONAL De acuerdo a la Ley minera vigente en
México, los minerales, que son originalmente propiedad de la
nación, son concesionables. A la fecha, hay casi 25 mil concesiones
mineras otorgadas a los particulares, principalmente, mineras canadienses para
la extracción y comercialización de Oro, Plata, Platino, Cobre y
todos los demás minerales, metálicos y no-metálicos, con
excepción del Uranio y otros minerales radiactivos. Las empresas mineras
en México, pagan actualmente un impuesto denominado, Derecho a la
Minería, que dependiendo de la vigencia y el área
geográfica donde está el yacimiento, puede ir desde los 5 hasta
los 100 pesos por hectárea. El gerente de minera Madero dice que esta
empresa paga en promedio cada año al gobierno federal, entre 3 y 4
millones de dólares, lo que parece excepcional. Legisladores se han
pronunciado por revisar las concesiones mineras, ya que en otros países
se pagan regalías entre 3 y 5 por ciento del valor de los metales y
minerales que extraen y en México no existe esta
obligación.
La inversión extranjera directa en múltiples sectores, incluyendo el minero, ha invertido un capital que se ha ido elevando en respuesta no sólo al negocio involucrado, sino a un creciente índice de consumo de materiales. Es el resultado de la apertura al capital extranjero en la estructura de la producción, la agudización del proceso de concentración financiera de la minería y el papel de los grupos empresariales minero-metalúrgicos extranjeros y nacionales para expandir sus operaciones. Por ejemplo, Industrias Peñoles, que destina 75% de su producción al mercado mundial (sólo EUA representó en 2006 el 61% de las ventas totales de la empresa), tiene un acuerdo para la producción de Plomo y Zinc con Dowa Mining y Sumitomo Corporation que es la que adquiere y envía el Zinc a Japón (aunque también compra Plata). Lo mismo pasa con la mina de Oro más grande de México, la Herradura, en la que la empresa mexicana opera en asociación con Newmont Gold de EUA (Peñoles, 2007: 23,27). Las actividades de Plata en el lote de Juanicipio I se hacen en alianza con la canadiense Mag Silver, que posee el 44% del proyecto. Peñoles también extrae Cobre en Sonora con la Corporación Nacional de Cobre de Chile (Codelco) por medio de la subsidiaria conjunta: Pecobre (51% propiedad de Peñoles, 49% de Cadelco). La facilidad de operación del capital minero se favorece no sólo del apoyo gubernamental, del uso privado del suelo y del agua, y de la energía barata, sino de la mano de obra barata. La estrategia de contratar personal femenino en estas empresas es utilizada para justificar su bondad ante el desempleo, la inequidad de género, el apoyo a madres solteras, las becas a los hijos. Pero son únicamente dádivas ante los enormes niveles de productividad y ganancia privada que se están dando en nuestro país. La Cámara Minera de México (Camimex) detalló que, en 2010, el valor de la producción de minerales en la República fue de 12 mil millones de dólares. Oro, Pata y Cobre son los recursos minerales más importantes por volumen. México ocupa el primer lugar mundial en extracción de los dos primeros metales, así como, el tercero en Celestita, y segundo en Bismuto y Fluorita. Fresnillo y Peñasquito, en Zacatecas, son las vetas con los mejores rendimientos. Las exportaciones del sector ascendieron a 22 mil 139 millones de dólares, en 2010, cifra duplicada a la década pasada que superó a las remesas y al turismo, y está debajo del petróleo y de la industria automotriz. "No obstante, el adverso panorama mundial y la difícil situación económica, aunada al problema de inseguridad, el 2010 fue positivo para la minería de México. Se consolidó como la tercera actividad que más divisas genera. Recuperó el cuarto sitio como mejor destino para invertir, a nivel mundial, y el primero en Latinoamérica", puntualizó la organización empresarial. Según la Camimex, la producción nacional aumentó 10.3% por los resultados favorables en Coque, Oro, Plomo, Plata, pellets de Hierro, Fluorita y Zinc; así como por los rendimientos negativos en yeso, Carbón no cotizable, Cobre y Azufre. Figura 6. Proyectos de exploración minera en México. Fuente: Camimex Figura 7. Empresas mineras con capital extranjero en México por origen de su oficina central Fuente: Dirección General de Promoción Minera.
En relación a lo que sucede en nuestros
días, la industria minera, tiene una amplia gama de visiones y
ópticas. Pero mencionaremos dos de ellas; una desde el acercamiento sobre
la condición de la mujer minera y sus recursos. Y, la otra, el sistema de
género que busca ser un mecanismo de poder y control para establecer la
forma de inserción de las mujeres en el desarrollo basado en la equidad.
En los países latinoamericanos el denominado índice de feminidad de la pobreza, alcanza valores superiores a 100 entre la población de mujeres que se encuentran entre los 20 y 59 años, es decir, las mujeres jóvenes y las mujeres con capacidad laboral plena son afectadas por los problemas de pobreza que las alejan y limitan en su desarrollo humano, lo cual las hace más vulnerables para tomar cualquier trabajo de riesgo y explotación. Ellas son movidas por los mismos fenómenos que mueven a sus padres, hermanos, maridos, hijos o compañeros pero agravados porque en ellas se acentúa su vulnerabilidad. La precaria estructura comercial de los productos agrícolas y la pauperización del campo hace que se feminice la pobreza rural de una manera más crítica que la de los hombres. La actividad minera es una razón por la cual encuentran una opción para completar el ingreso familiar. La mujer que decide trabajar en el mundo minero encuentra muchos más obstáculos que los que enfrentan sus pares masculinos. Entre otros, se pueden mencionar que su carga diaria de trabajo se incrementa de manera notable, usualmente a más de dos jornadas diarias, porque su jornada doméstica no es compartida con el hombre. Con frecuencia, las normas mineras no incluyen un trato diferenciado, según las diferencias biológicas por género. Además, en algunos casos, ellas poseen niveles de escolaridad inferiores a los de los hombres. Por ende, las mujeres son más vulnerables a las dificultades implícitas en el manejo burocrático de trámites para la consecución de títulos y derechos mineros, créditos y licencias ambientales. En México las mujeres no son vistas como sujetos receptores de formación y entrenamiento en áreas técnicas tales como mecánica, electricidad, hidráulica, operación de máquinas y equipos etc. Es muy diciente el hecho de que algunas madres mineras, al ser las únicas responsables del cuidado de sus hijos, se vean obligadas a llevarlos a las minas. Los niños que trabajan en la minería no sólo se exponen a riesgos inmediatos sino también ponen en peligro su educación y su desarrollo físico y socioeconómico en el largo plazo. Según la OIT, las principales características de las mujeres mineras son: falta de acceso al crédito y al financiamiento; menor conocimiento técnico que sus homólogos masculinos; falta de representación y apoyo; falta de competencias en materia de gestión y administración, agravadas por un analfabetismo generalizado; percepciones económicas menores con respecto a su condición; y tradiciones culturales que imponen una pesada carga familiar y limitan su independencia y movilidad. Los condicionamientos legales, administrativos y financieros impiden la participación de las mujeres en la minería en pequeña escala o la limitan al papel de asalariado básico, con frecuencia en la minería no estructurada e ilegal. Esta situación ocurre en México, aunada a la carencia de representación sindical auténtica, debido a la desnaturalización del movimiento sindical mexicano, contrario al interés general de los trabajadores (as). Es tarea de los trabajadores (as) la defensa de los recursos naturales minerales y el uso racional de los mismos mediante una orientación hacia la satisfacción de necesidades humanas. La explotación minera solo con fines de arrasamiento y saqueo debe impedirse. La lucha contra las transnacionales mineras está en la agenda de los sindicalistas, hombres y mujeres, y de las poblaciones en general. La minería debe realizarse solamente por la industria nacionalizada, lo que supone rescatar el derecho de las naciones sobre sus recursos naturales minerales e industrias relacionadas. La explotación minera no desaparece a la pobreza y a las necesidades como se anhela y hacer creer; sirve sobre todo para el enriquecimiento cada vez más caudaloso de las multinacionales, y en forma más específica de sus contados accionistas. Los recursos naturales deben ser manejados por las naciones en forma soberana, no por las grandes corporaciones especializadas en la depredación planetaria. PROPUESTAS 1- El FTE de México propone luchar por los derechos
laborales y sociales de hombres y mujeres, en igualdad de circunstancias, y sin
discriminación por razones de género, así como luchar
organizada para que las trabajadores (as) de este sector tengan conocimiento del
proceso de trabajo y que éste se realice por la figura del dominio
público y de propiedad colectiva de la Nación. Esto incluye el
ejercicio de los derechos sindicales, laborales y sociales.
2- El FTE de México llama a las mujeres trabajadoras a incorporarse al movimiento sindical y luchar unificadamente por intereses de clase comunes. 4- El FTE reivindica el derecho de participación de los trabajadores (as) y los pueblos en la búsqueda de un ambiente limpio, saludable y de participación en el desarrollo económico del país. 5- El FTE propone la moratoria, y cancelación de las concesiones a las transnacionales, en los proyectos mineros de gran escala en México; las empresas deben resarcir el daño ambiental causado por sus minas actuales y pasadas, sin fondos públicos, y ser responsables de sus delitos y crímenes industriales, moral, legal y financieramente. 6- La industria extractiva debe cambiar sustancialmente. No es verdad que se necesiten más minerales y por ende más minas. No es verdad que la minería promueve el desarrollo y el crecimiento económico, y que todos los problemas pueden ser resueltos por la tecnología. No es verdad que quienes se oponen a la expansión y desarrollo de las industrias mineras son personas y/o comunidades ignorantes. 7- Proponemos, en consecuencia, la lucha por la defensa de los recursos minerales, propiedad de las naciones y los pueblos, y la nacionalización de las industrias minera, metalúrgica y del metal. Referencias • Alvarado, Ana María, Replanteando la Industria Extractiva,
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• An Mbendi Profile (Sector) for Mexico. MBendi. www.mbendi.co.za/indy/ming/am/mx/p0005.htm
• Banco de Datos Digital (GEOINFO), 2010.
• Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana,
2008.
• Boletín Informativo, REMA (Red Nacional de Afectados por la
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• elektron, 11 (327) 1-16, (2011). Boletín del Frente
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• energía 11 (203) 6-18, Revista del Frente de
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• Informe de la Minería Mexicana. Informe Institucional de la
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• Reyes, Alfonso, ed. Secretaría de Economía, en http://www.economia.gob.mx/?p=2
• Revisión de Algunas Tipologías de Depósitos
Minerales en México Tomo LVIII, No. 1, p. 161-181, (2006).
• Servicios Geológicos Mexicano, Cartografía
geológica minera, geoquímica y geofísica en escalas,
2008.
• Tabulados Básicos; II Conteo de Población y Vivienda,
2010.
* Este documento fue preparado por Luz del Alba Belasko, periodista y secretaria de prensa del Frente de Trabajadores de la Energía, de México, en el marco de las actividades de las “Jornadas por el Derecho al Agua” Colima, México. Mujer minera en la mina Met Mex Peñoles, en Torreón, Coahuila La población de Veracruz se opone a la mina de Oro Caballo Blanco, en Veracruz Marcha del pueblo wixárika en contra de la minería transnacional en la zona Wirikuta Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
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