La Caravana Zapatista llegó al
Zócalo de la Ciudad de México.
El EZLN fue recibido por una
multitud diversa y expectante.
Era el domingo 11 de Marzo del
2001. A las 7 de la mañana, menos de mil personas
estaban reunidas en la plancha del Zócalo capitalino.
Conforme fue pasando el tiempo, poco a poco, la gente
fue llegando. Se veía por igual a amas de casa,
estudiantes, niños, intelectuales nacionales y
extranjeros, políticos, artistas, punks, gays y de
diferentes asociaciones sociales y políticas. Estas
llevaban mantas con diferentes consignas, por
ejemplo, el CGH "Es mejor morir de pie que vivir de
rodillas", El Frente del Pueblo "Nueva Constitución,
Nuevo País, Asamblea Constituyente ¡YA¡", Monos
Blancos "Todos somos indios del mundo". Todos unidos
por un mismo fin, esperar la llegada del Ejercito
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y del
Subcomandante Marcos, sin importar que el sol caía
implacable. Los petroleros, electricistas y nucleares
integrantes del Frente de Trabajadores de la Energía
(FTE) de México también estuvimos presentes con
nuestras mantas "¡No, Privatización Energética!" y
"¡Democracia Sindical!", entre otras.
Después de más de 86 Años, y
cubriendo la misma ruta que en su momento hiciera
Emiliano Zapata, el Subcomandante Marcos llegó al
Zócalo de la capital del país acompañado de 23
Comandantes del EZLN siendo las 14:18 hs. Lo recibió
el pueblo con la esperanza de que, por fin, se
cumplan los acuerdos de San Andrés Larráinzar,
Chiapas, y se reconozcan plenamente los derechos y
cultura indígenas.
Poco antes de que la caravana
Zapatista entrara al Zócalo, se dio el anuncio de que
ya estaba cerca, en la calle de Izazaga, pero le
llevó más de treinta minutos poder llegar al Zócalo
por tanta gente que quería ver al Ejercito Zapatista
y al Subcomandante Marcos. Por fin llegaron y,
después acomodarse en el templete empezó la ceremonia
con el Himno Nacional, cantado al menos por unas
ciento cincuenta mil almas. En el Zócalo se podía
sentir algo mágico al poder conjuntar a tanta
diversidad por un mismo fin.
En el mitin, la Comandanta Esther,
el Comandante David, el Comandante Zebedeo, y el
Comandante Tacho dieron las gracias a los asistentes,
llamaron al Fox y al Congreso de la Unión a no poner
más "candaditos" a la ley de la Comisión de Concordia
y Pacificación (Cocopa).
En su turno, el Subcomandante
Marcos dijo, "Llegamos y aquí estamos", dió un
agradecimiento a los hermanos del Congreso Nacional
Indígena quienes desde hace varios días están
haciendo el cinturón de seguridad y agregó "no somos
quienes aspiran a hacerse del poder y desde él
imponer el paso y la palabra. No seremos quienes
ponen precio a la dignidad propia o a la ajena y
convierten a la lucha en mercado. Este movimiento, el
del color de la tierra, es tuyo y porque es tuyo es
nuestro ahora, y es lo que ellos temen. No hay ya más
el ustedes ni el nosotros porque todos somos ya el
color que somos de la tierra. Es la hora de que el
Fox, y a quien sirve, escuchen y nos escuchen. Es la
hora de que el Fox, y quien lo manda, nos vean. Una
sola cosa habla nuestra palabra, una sola cosa mira
nuestra mirada, el reconocimiento constitucional de
los derechos y la cultura indígenas, un lugar digno
para el color de la tierra. Es la hora de que este
país deje de ser una vergüenza sólo vestida del color
del dinero.
"Rebeldes somos porque es rebelde
la tierra, y hay quienes la venden y compran como si
no existiera el color que somos de tierra. Es la hora
de los pueblos indios, del color de la tierra, de
todos los colores que abajo somos...Ciudad de México,
aquí entramos, aquí estamos como rebeldes color de la
tierra que grita: ¡Democracia, Libertad y Justicia!
"México, no venimos a decirte que
hacer, no venimos a guiarte a ningún lado, venimos a
pedirte humildemente, respetuosamente, que nos
ayudes. No permitas que vuelva a amanecer sin que esa
bandera tenga un lugar para nosotros, los que somos
el color de la tierra". Terminó diciendo: "Gracias,
esta es la séptima llave, la que faltaba, la séptima
llave: son ustedes"
¡Viva Zapata! ¡Viva el EZLN!