La Organización Revolucionaria del Trabajo saluda con fraternal entusiasmo y alegría, este feliz parto que hoy da origen al Frente de los Trabajadores de la Energía. Esfuerzo proletario, unitario, libertario, solidario y necesario. Ensayo que se suma a otros esfuerzos comunes, que agrega experiencias no las confronta.

La energía, un bien fundamental, las calorías del desarrollo humano, que en las manos obreras adquieren sapiencia, fin social y disfrute colectivo. Y en la mano voraz empresarial, la enajenación, el dominio, el uso arbitrario, derroche y consumismo, deterioro ambiental y saqueo del patrimonio. Hoy la extrema derecha asume el control total del poder, los grandes empresarios prescinden de sus esbirros y se montan en el aparato de gobierno para intensificar el saqueo y la explotación de los asalariados. Acecha de nuevo la contrarreforma laboral y la Carta Magna puede perder su sentido social.

Los trabajadores estamos obligados a recuperar nuestro proyecto histórico, a ejercer el papel que jugamos en la sociedad moderna, a reivindicar el trabajo, a defender las conquistas sociales, la herencia y lucha de anteriores generaciones. En el trabajador de la Empresa Publica se da esta doble cualidad: por un lado creadores de la riqueza, por el otro, distribuidores de un bien social. Defender el Sector Público, es defender lo de todos y para todos, es concretizar esfuerzos reales: Como se construyó la ANT, el FNRCPIE, el Frente en Defensa de la Educación Pública y Gratuita, el Frente en Defensa del Patrimonio Cultural. Defender el Sector Publico es hacer Patria.

Coordinar las luchas del sector, es parte de nuestro proyecto estratégico, como lo es también vencer el sectarismo y el gremialismo; porque el sector también es prioritario para nuestro enemigo, pero para reducirlo, minimizarlo, privatizarlo, volverlo un vil instrumento regulatorio que propicie más acumulación de capital.

Hoy, como ayer en el sexenio salinista, dinosaurios y neoliberalismo se compaginan, hoy tenemos ya un charrismo foxista; pero ya no es el mismo monstruo, las reumas y los achaques lo tienen al borde del colapso, la represión y el fraude solo exacerban el animo de los obreros y los impulsan a la coordinación y organización fraternal y solidaria para defender el patrimonio nacional y recuperar sus instrumentos de lucha, para alcanzar su fin último:

En los tiempos de la comunicación y la informática, de la cibernética y la manipulación del genero humano; el trabajo manual e intelectual debe estar al servicio de la humanidad. Los trabajadores somos la esperanza del nuevo milenio, para ello, debemos reconstruirnos, rehacer nuestros anhelos, reivindicar el derecho a la vida, a la salud, la educación, la vivienda, la cultura, el salario justo y el empleo digno, las leyes del mercado no son nuestras leyes.

De los compañeros del sector energético somos camaradas de lucha, compartimos la jornada, soñamos con la misma alborada, el nuevo siglo nos impone el reto de recuperar lo pedido y transformarlo con libertad, democracia, justicia y equidad. ¡Vida eterna a la clase obrera!